Sánchez refuerza la vía de ERC y Podemos tras reunirse con Casado y Arrimadas
El PSOE constata que ni PP ni Cs facilitarán su investidura en el Congreso.
El presidente del Gobierno en funciones lo tiene difícil. Pedro Sánchez ha comprobado este lunes que Ciudadanos y PP no van a facilitar su investidura a pesar de la supuesta amenaza independentista que, alertan ambas formaciones, se cierne sobre España. Hechas las sumas y las restas pertinentes, los diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) siguen siendo claves para que PSOE y Unidas Podemos arranquen el motor de su coalición.
Los naranjas están dispuestos a dar a Sánchez su apoyo, pero sólo si los populares se mojan con ellos. Y el PP se niega, porque dice que los números en el Congreso permiten que Sánchez sea investido con el respaldo de los de Arrimadas y sin abrazarse a los independentistas de ERC.
Los socialistas, por tanto, desoyen la vía Arrimadas. La portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, mano derecha de Sánchez y rostro destacado en las negociaciones con ERC, ha desechado las alternativas que han sugerido este lunes los líderes de Ciudadanos y PP.
El PSOE se reafirma en llegar al poder con los mismos apoyos que hicieron posible la moción de censura que desalojó en 2018 al expresidente Rajoy del Consejo de Ministros. Un camino que, irremediablemente, conlleva el peaje independentista. Lastra ha pedido “comprensión” por la ausencia de información sobre el contenido de las negociaciones entre PSOE y ERC. El acuerdo que alcance, no obstante, “será público y ajustado al marco legal”.
Para evitar ese entendimiento, Arrimadas ha propuesto a Sánchez, en su primer encuentro, que puede ser investido con los votos del PSOE, del PP y de su partido si se compromete con cuatro condiciones que ha rubricado en un papel: Pactos de Estado, un acuerdo nacional por la educación, no subir los impuestos y una reforma electoral.
La portavoz naranja culmina con ese documento el giro estratégico de su partido tras el batacazo del 10-N. La formación ha pasado del ‘no’ a Sánchez a levantar el veto e intentar que el independentismo de ERC no condicione la legislatura. Un periodo de cuatro años al que la lideresa in pectore pretende dar estabilidad con 221 escaños de los que Ciudadanos solo controla diez.
El problema es que el líder del PP, Pablo Casado, quien también se ha visto con Sánchez, no está por la labor. Las caras de ambos mientras se saludaban antes de la reunión han sido el reflejo perfecto de la supuesta incompatibilidad: una seriedad digna de un velatorio.
Casado ha insistido en que el líder socialista cuenta con dos alternativas para no depender de ERC. Eso sí, ambas requieren el “sacrificio” naranja. Según fuentes de la dirección de los populares, el presidente en funciones ha pedido a Casado que facilite las abstenciones necesarias para lograr una investidura. Es decir, el apoyo de al menos 13 diputados populares, el mismo número de escaños de ERC.
El PP no está dispuesto a facilitar la coalición coalición de socialistas con Unidas Podemos y Sánchez ha avisado de que no va prescindir del Iglesias en la vicepresidencia.
El dirigente popular ha insinuado que Sánchez puede ser investido con el sí de Ciudadanos y Unidas Podemos —como ya intentó el PSOE en 2016—. Pero esta opción es imposible, según los naranjas, porque Podemos y los nacionalistas tienen las mismas ideas sobre Cataluña. Para Casado, la otra opción de Sánchez es buscar el respaldo de los partidos de izquierda y de los regionalistas y la necesaria abstención de los de Arrimadas.
Por eso, porque Ciudadanos puede contribuir sin el PP a que España no dependa de los independentistas, Casado ha apuntado que no entiende la vía Arrimadas. Eso sí, el presidente del PP ha mantenido su oferta de facilitar la estabilidad de cualquiera de estos dos hipotéticos Ejecutivos con once pactos de Estado, que incluirían la aprobación de los Presupuestos.
“Si es tan dramático, que le pongan remedio”
Sánchez ha reclamado a Arrimadas y a Casado que sean congruentes y que, si el desembarco de ERC en la gobernabilidad del país les preocupa tanto, lo eviten con su apoyo y su abstención respectivamente.
Mientras tanto, los independentistas han retrasado cualquier movimiento hasta que este jueves la justicia se pronuncie sobre la inmunidad parlamentaria de su líder, Oriol Junqueras. Además, los republicanos afrontan este fin de semana el congreso del partido, en el que se perfilará el futuro liderazgo de la formación, para el que suena, entre otros, el presidente del Parlament, Roger Torrent.
Las cúpulas de PSOE y ERC han mantenido tres encuentros —el último en Barcelona— en los que ambas formaciones han constatado avances para acordar la abstención de los 13 asientos republicanos en la Carrera de San Jerónimo.
Los socialistas, sin embargo, no ven claro que puedan conseguir el respaldo de los independentistas. Ese es el motivo por el que Sánchez ha sondeado a la derecha, que ve con pavor que el PSOE ceda a las exigencias de ERC: una mesa de diálogo entre la Generalitat y Moncloa con un calendario de encuentros en los que se pueda hablar de amnistía para los políticos presos por el procés y de autodeterminación.
Por ahora, sin embargo, no parece probable que populares o naranjas faciliten que el preacuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos cristalice en La Moncloa. Especialmente cuando la extrema derecha de Vox dispone de 52 diputados en la Cámara Baja para condicionarles; el terror del PP.
La portavoz socialista, Adriana Lastra, ha asegurado que si la solución de Esquerra es tan dramática como dicen los populares, no se entiende que no le pongan remedio y se abstengan, a no ser que el objetivo sea mantener el bloqueo indefinidamente o querer ir unos terceros comicios.
Arrimadas quiere convencer a Sánchez para presionar al PP
La portavoz de Ciudadanos cree que si Sánchez abre la puerta a esta opción, el presidente del PP se tendrá que sentar. “Lo sabe todo el mundo y hasta se lo piden desde su propio partido”, ha comentado. Según algunos medios, hay dirigentes populares que reflexionan sobre la utilidad de su partido a España y la posibilidad de facilitar el Gobierno a Sánchez.
Casado ha comentado que se va más preocupado de lo que entró en la reunión. Y con la sensación de que Sánchez no va a romper con Unidas Podemos, porque “no podría explicarlo ni a sus bases ni en público”, informa Antonio Ruiz Valdivia citando fuentes del PP.
El presidente popular ha preguntado hasta cinco veces al líder socialista si la única opción que le planteaba era la abstención del PP al Gobierno con Unidas Podemos y apoyo independentista. “Y la respuesta ha sido sí”, ha zanjado.
Sánchez llamará este martes a todos los presidentes autonómicos; la fórmula que ha encontrado para justificar la llamada al president catalán Quim Torra, que no se produjo durante la crisis de orden público en Barcelona tras la sentencia del procés y que el propio Torra ya ha advertido de que no resolverá nada.
Este martes también será el turno de Lastra, que iniciará la ronda de contactos con los partidos en el Congreso —solo faltará Vox—. Unas reuniones en las que se verá por primera vez Bildu, además de con Más País, JxCat y la CUP. También volverá a sentarse con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, guardián del único camino que puede transitar Sánchez para lograr la investidura.