Cayetana Álvarez de Toledo carga contra Casado tras ser destituida, pero no se va del PP
La hasta ahora portavoz del PP en el Congreso ha señalado que, según "el señor Casado", "mi visión de la libertad es incompatible con su autoridad".
Cayetana Álvarez de Toledo, fulminada como portavoz del Congreso. La aún responsable del PP en la Cámara Baja no ha adelantado ningún detalle sobre su futuro, dentro o fuera del Partido Popular, pero ha rechazado su cese y ha calificado de “desdichadas” las causas que le ha esgrimido “el señor Casado”.
Para Álvarez de Toledo, que ha comparecido a las afueras del Parlamento para dar su versión, “Casado considera que mi visión de la libertad es incompatible con su autoridad” y ha apuntado que su salida como portavoz puede hacer “un PP más homogéneo pero no más fuerte”.
“El señor Casado me pidió que viniera hoy a Madrid y me ha comunicado la decisión. La lamento profundamente porque la considero perjudicial para el partido y para España”. Casi al final de su larga intervención ha apuntado que aún no sabe si dejará el PP y/o el acta de parlamentaria. “No, aún no he tomado una decisión sobre mi futuro; voy a pasar unos días con mis hijas y no puedo decir más”.
Cayetana ha basado en varios puntos la decisión tomada por el líder popular, que ha situado en el cargo a Cuca Gamarra, tomando un giro hacia una línea más moderada.
“Yo puedo dar los argumentos del señor Casado en nuestra conversación. Sus causas me parecen desdichadas y no las comparto. La entrevista que concedí a El País me aseguró que suponía un ataque a su autoridad, pero a lo largo de los últimos meses el señor Casado considera que mi visión de la libertad es incompatible con su autoridad”, ha señalado.
“Su decisión me parece la culminación de esa premisa de que ‘Cayetana va por libre o es un verso suelo’. ¿Suelto de qué? En la política española infravaloramos la libertad del pensamiento crítico. La discrepancia no es sinónimo de deslealtad y el pensamiento propio no es un ataque a la lealtad”.
Álvarez de Toledo, que ha rechazado cualquier rasgo de radicalidad”, sí ha reconocido sus polémicas en el hemiciclo: “He dicho cosas heterodoxas, que no gustaron a gente incluso del PP, que así lo han dicho, pero jamás en contra del señor Casado ni del centroderecha español. Estoy convencido que Casado necesita personas con criterio propio. Ese “verso suelto” parece una visión propia de una camarilla o una secta sin criterio propio. Bajo esa visión solo prosperan personas que repiten las premisas de los responsables”.
“No creo en los colectivos homogéneos ni siquiera en los partidos políticos. Yo defendí la libertad de voto y eso se consideró una amenaza a la cohesión. Creo que esas limitaciones dificultan el proceso de ensanchar las bases. Puede que hagan un partido más homogéneo, pero no más grande ni más fuerte”, ha sentenciado visiblemente contrariada por la medida adoptada en Génova, 13.
Sobre su figura, ha insistido en su imagen de ‘radical’. “Se verá mi salida como una apuesta por la moderación frente a la radicalidad”. ¿Es radical hace oposición firme al Gobierno más radical y ultra de la democracia?”, se ha preguntado retóricamente.
“Pablo Casado rechaza tajantemente mi insistencia en un Gobierno de concentración constitucionalista. Yo planteé que el PP ofreciese ese acuerdo al señor Sánchez para evitar otro con Podemos y ERC, pero él prefería una coalición radical con fuerzas disolventes. Su podemización fue la primera causa, pero su deriva no puede impedir que el PP cumpla con su obligación, exigir la ruptura del PSOE con Podemos”.
“Hay quien quiere reeditar victorias pasadas con formulas antiguas y ahí no hay futuro de una mayoría social; España ha cambiado y requiere una respuesta nueva. Hay un nuevo eje político-moral a la derecha y a la izquierda del PP”.
La cuestión de los Presupuestos Generales del Estado, aún en el aire tras dos prórrogas, también estuvo en la mesa. “Otro motivo que esgrimió el señor Casado es que en septiembre comenzaba otra etapa y le preocupaba mi postura ante los presupuestos y la negociación de la Justicia, una idea que me sorprendió porque no creo que se pueda dar por hecho mi postura sobre los presupuestos”, ha defendido.
“El último punto de mi discrepancias con Casado es que a él no le interesa la batalla cultural, no le parece políticamente relevante; para mí sí lo es y por eso he batallado contra el feminismo radical, la defensa de la utilización de la Guerra Civil y de ahí mi enfrentamiento con Pablo Iglesias que llevó a la presidenta de retirar unas palabras mías” [Cayetana aseguró desde la tribuna que el padre de Pablo Iglesias fue un terrorista por su pertenencia al FRAP].
“Yo buscaré la forma de sufragar el recurso ante el Constitucional ya que el PP no quiere hacerlo”. Preguntada poco después si se arrepentía ha sido aún más clara: “No me arrepiento en absoluto porque no expresan una opinión sino un hecho remarcado por el propio Iglesias”.