El factor clave de la UE: las horas más frenéticas para aliviar la crisis con Argelia
Las amenazas de la Comisión surten efecto en Argelia, que ahora niega haber congelado el comercio exterior con España.
Bruselas, Madrid, Argel. Las tres puntas del triángulo que han removido el panorama geopolítico español y europeo en relación con un socio clave y en un momento crucial por la guerra en Ucrania. Una crisis que ya se rumiaba desde que Moncloa cambió su postura sobre el Sáhara Occidental y que estalló definitivamente el miércoles.
En una sucesión de acontecimientos, el país norteafricano suspendió el Tratado de Amistad con España y, horas después, anunció la congelación del comercio exterior desde y hacia España, una medida que este viernes, Argelia ha querido dejar en duda y que Moncloa ahora celebra... con la UE como factor clave.
Ambos anuncios han trastocado todo, empezando por la agenda del Gobierno. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que debería estar en Los Angeles participando en la Cumbre de Las Américas, cambió de planes para viajar de urgencia este viernes a Bruselas, con el encargo de reunirse con el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
¿Para qué ha servido la cita?
De la larga cita ha salido un comunicado y, sobre todo, una declaración de intenciones: Bruselas ha escuchado a España y da la cara por uno de sus estados miembros. En un texto firmado por el propio vicepresidentre de la Comisión y el Alto Representante, Josep Borrell, la UE advierte a Argelia de una posible violación de los acuerdos firmados, en concreto del Acuerdo de Asociación que vincula a la Unión y al país norteafricano en sus relaciones comerciales, sociales y políticas.
Además, los Veintisiete muestran una clara apuesta por el diálogo para resolver la crisis, pero un diálogo que no excluye otras medidas. Lo verbalizan de forma contundente: “Está dispuesta a hacer frente a cualquier tipo de medida coercitiva aplicada contra un Estado miembro de la UE”. A la par, recuerda que las relaciones bilaterales de terceros países con Estados miembros individuales comunitarios “forman parte de sus relaciones con la UE” y la política comercial es “competencia exclusiva de la UE”. En otros términos, algo así como si tocas a alguien de mi familia, me tocas a mí.
España ha salido contenta del encuentro. Por saberse escuchada por Bruselas y por el contenido de lo expresado en el comunicado. Así, el ministro Albares ha achacado la ruptura del Tratado y la anunciada congelación del comercio exterior exclusivamente a un capricho argelino.
“El Gobierno de España no ha tomado ni una sola decisión que afecte a Argelia”, ha defendido al término de una reunión en la que se ha insistido en hacer una firme defensa, “de nuestras empresas y de los intereses de España que también son las empresas europeas y los intereses de la UE”. El objetivo es “volver lo antes posible al diálogo”, ha rematado, aunque tampoco cierre la puerta a otras vías de negociación.
La otra parte: ¿qué ha dicho Argelia de ese comunicado?
Statement vs statement. La misión diplomática de Argelia ante la UE ha respondido con otra declaración oficial, culpando a la Comisión de “precipitarse” al acusar a su país de violar las normas pactadas con los ‘Veintisiete’. Para los embajadores africanos, la suspensión de un tratado político bipartito con un estado miembro “no afecta” a los acuerdos firmados con la UE.
Pero el comunicado argelino deja más cosas a destacar: la misión diplomática pone en duda la congelación del comercio exterior con España, que la banca argelina decretó dos días antes. Ahora, la versión oficial es que la idea de frenar el negocio con España “solo existe en la mente de quienes la reclaman y de quienes se han apresurado a estigmatizarla”.
Además, Argelia se compromete a cumplir sus compromisos en materia gasística, en lo que es una potencia fundamental para la Europa comunitaria. No en vano, el socio del sur es el tercer mayor proveedor de gas natural de la UE, después de Rusia y Noruega.
¿Y cómo se ha tomado España el anuncio de Argelia?
Parecen pasadas las peores horas de la crisis. Minutos después de conocerse la versión argelina, el Gobierno ha mostrado su satisfacción por la rectificación de Argelia en la congelación de las relaciones comerciales tras el apoyo de la Unión Europea a España.
Las fuentes gubernamentales consultadas por Europa Press han resaltado que el espaldarazo dado por la UE este viernes ha provocado la rectificación de Argelia a su decisión anunciada en la medianoche del miércoles y que amenaza con asestar un duro golpe a la economía española.
El mencionado Acuerdo de Asociación de la UE con Argelia es, en resumen, una declaración de hermandad con un vecino del sur estratégico, tanto en lo geopolítico como en lo energético. También es un texto que ha envejecido mal desde que se firmó en abril de 2002 y entró en vigor en septiembre de 2005, razón por la que ambos actores han discutido con el objetivo de actualizarlo. Fue hace poco, apenas unos meses, cuando Argelia dio un golpe sobre la mesa y pidió por primera vez en casi dos décadas una revisión del acuerdo. Entre sus argumentos, Argel alegó que el documento está desequilibrado y no favorece a la proliferación de la economía argelina.
Pero el contenido básico del texto es fijar un marco que regule las relaciones UE-Argelia en todos los ámbitos, incluido y especialmente el comercio. Por ejemplo, como recoge de forma literal, se “liberaliza recíprocamente el comercio de mercancías, con elementos de asimetría a favor de Argelia”. Además, se acordó que “los productos originarios de Argelia serán admitidos a su importación en la Comunidad Europea (ahora UE) con exención de derechos de aduana y de exacciones de efecto equivalente”.
Pese a su interés por actualizar el contenido, el Gobierno de Argel insiste en que ellos no han violado el acuerdo y que sus cuitas con España son independientes de este marco de relaciones con la UE. Pero Bruselas no dice lo mismo y ya está estudiando qué se puede hacer... si es que puede hacer algo.
¿Qué hay en juego ante una posible congelación?
Ahora Argelia dice que no, pero la orden de la banca nacional se lanzó y las empresas españoles ya han sentido sus primeros efectos. Cancelaciones de contratos, aplazamientos de proyectos... Las piezas iniciales en moverse dentro de una amplia amenaza que pone en riesgo un negocio cercano a los 3.000 millones (según datos previos a la pandemia) y a cerca de 4.000 empresas exportadoras, las que han hecho negocios con el país africano en el último año.
De acuerdo a los datos de Aduanas Argelinas, en 2020, España se situó en el tercer puesto como uno de sus principales clientes. Y como país proveedor, España se situó en quinta posición por detrás de China, Francia, Italia y Alemania.