Relevo
Del 2020 al 2021 no salimos ni entramos, solo continuamos.
Y de repente el virus. ¡Stop! Año cero.
Jamás pensamos que fuera posible confinar a toda la población. El rumor se hizo realidad en horas. En marzo la infección es total. Muerte con mayúsculas todos los días. Epidemia. Papel higiénico como expresión del miedo. Falsos aplausos. Vida virtual.
Salud versus economía. Parar, reanudar, producir, morir, parar, reanudar, producir… Una curva loca, como un bucle en una montaña rusa. Logramos bajar el gráfico. Pero queríamos salvar agosto y volvimos a subir los contagios. El confinamiento pasó a toque de queda y la segunda ola llegó.
El oleaje ahora es plural e independiente, a la vez que global. Los localizados tsunamis provocados por puentes festivos producen la segunda ola. Movilidad igual a virus.
Navidades iluminadas para cerrar este año enfermo. Tercera ola. Las vacunas salvadoras, como único plan, son la lucecita de salida. Estación Esperanza. No es la meta lo que se ve, tan solo es el punto del relevo. Del 2020 al 2021 no salimos ni entramos, solo continuamos. Este año dejamos un testigo infectado en las manos del siguiente corredor. Sabiendo que la única alternativa planteada es el doping masivo para los siguientes años de carrera.