Ramón Espinar escucha a Iglesias y da mucho que hablar al referirse a él en estos términos
"La caricatura de un liderazgo tóxico".
El que fuera uno de los fundadores de Unidas Podemos Ramón Espinar se ha mojado sobre las palabras que pronunció este fin de semana Pablo Iglesias sobre Yolanda Díaz en un acto de cierre de la Universidad de Otoño 2022.
Iglesias no mencionó a la ministra de Trabajo directamente, pero sí que entró a valorar Sumar, su nuevo proyecto: “Algunos piensan que es una magnífica oportunidad para que Podemos tenga un mal resultado e Izquierda Unida desaparezca, porque eso dejará todo el campo de la izquierda abierto para una nueva izquierda que no será perseguida por las cloacas”.
El exvicepresidente recriminó el “nivel de ingenuidad” de los que piensan que esta nueva izquierda no sufriría lo mismo que Podemos. ”¿Quién piensa que le puede ir bien a las elecciones generales a una candidatura de izquierda si a Podemos le va mal en las municipales? Hay que ser estúpido”, afirmó.
Además, también recordó que fue Unidas Podemos el que llevó a Yolanda Díaz y a formaciones políticas que ni siquiera habían compartido la estrategia negociadora para entrar en el Gobierno al propio Ejecutivo y sentenció con un “Podemos debe ser respetada”.
Espinar ha entrado a valorar estas palabras de Iglesias con tres tuits que no pueden ser más contundentes. El exdiputado ha empezado alegrándose con que queda gente en Podemos, como en Asturias, que se defienden de convertir lo que fue un partido con 72 diputados y 5 millones de votos en el club de fans del podcast de su ex Secretario General”.
“El síndrome de la Moncloa (acritud y paranoia) pero sin Moncloa”, ha resumido, indicando que con estas palabras Iglesias “ha conseguido instalar en todos los medios un mensaje agrio, agresivo y vengativo contra Yolanda Díaz”.
“No son las cloacas, es lo que dijo. No carga contra el poder económico en esta crisis, sino contra la compañera que él mismo designó para sucederle”, ha afirmado.
Además, ha definido la política de la formación morada como “tierra quemada, barbecho y volver cuando esté abonada al grito de ‘con Pablo vivíamos mejor’” para que así “nadie levante la cabeza ni triunfe por encima suya”.
“La caricatura de un liderazgo tóxico”, ha concluido.