Queremos votar: la supresión del voto rogado
En su gira por los países latinoamericanos a finales de agosto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió a los grupos parlamentarios en el Congreso que aceleren los trabajos para que se suprima el voto rogado antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo de 2019.
La razón fundamental esgrimida para eliminar el voto rogado es la reducción de la participación en los procesos electorales de los españoles residentes en el exterior, la cual se ha reducido notablemente; pasando del 30% a menos del 5% del censo la participación. Casi nada. Urge cambiar este sistema que impide a los ciudadanos españoles ejercer su voluntad democrática.
La introducción del voto rogado es fruto de un pacto alcanzado en 2011 por las principales fuerzas políticas con el objetivo de acabar con el fraude en el voto de los emigrantes. Sin embargo, los engorrosos trámites que conlleva este procedimiento, la brevedad de los plazos y el mal funcionamiento de los servicios de correos fuera de los países de la UE (donde viven dos terceras partes de los españoles residentes en el exterior) ha convertido en una carrera de obstáculos el ejercicio del derecho al voto.
El contexto que dio lugar a la modificación de la LOREG en su momento ha cambiado: existen medidas alternativas para minimizar el riesgo de fraude electoral sin obstaculizar de manera tan flagrante la expresión del voto de la ciudadanía en el exterior.
La legitimidad del sistema representativo y del sufragio universal se sustenta en la garantía de que todos sus sujetos puedan expresar libremente su voz en las citas electorales. El espacio político español debe garantizar que dichas oportunidades se dan y que el español residente en el exterior está en posición de ejercer su derecho a voto.
Por ello, el PSOE Europa, la federación del PSOE de los militantes residentes en otros países europeos, hace un llamamiento a los grupos parlamentarios para que se sienten a negociar de manera urgente la reforma de la Ley Electoral: que se apliquen las fórmulas necesarias para evitar el fraude electoral, sin privar por ello del ejercicio del voto a los españoles residentes en el exterior.
Es el momento: existe la voluntad política, el contexto electoral exige cambios en el marco sociopolítico para contrarrestar las expresiones euroescépticas y antidemocráticas, además del entusiasmo que despertaría una medida de cara al año electoral que nos espera... Es un momento excelente. De hecho, siempre lo es para permitir el ejercicio de la expresión ciudadana por excelencia: el sufragio. Miren que pedimos poco: solo queremos votar.