Qué pasaría si Biden y Trump empatan en votos electorales
Hace siglos que no pasa, pero es posible. Tendría que decidir, entonces, el Congreso, de mayoría demócrata, pero seguro que habría pelea judicial.
Con el recuento de los votos a medias y las fuerzas repartidas entre demócratas y republicanos, surge la pregunta: ¿Y si ningún candidato obtiene la mayoría de los votos electorales? ¿Y si hay un empate entre Donald Trump y Joe Biden?
En Estados Unidos, el presidente no es nombrado directamente por los ciudadanos, sino que éstos designan a los representantes de sus Estados en un órgano llamado el Colegio Electoral, cuyos miembros son los encargados de designar al presidente. Este órgano tiene 538 miembros. La cadena NBC proyecta que Biden se llevará un escaño de Nevada y, si pasa eso y Biden gana Wisconsin (10 votos electorales) y Pensilvania (20) ambos políticos empatan a 269.
La decisión de elegir al presidente pasa entonces al Congreso (de mayoría demócrata), según la Enmienda 12 de la Constitución. La Cámara de Representantes elige al presidente entre los tres candidatos más votados de los comicios, en un proceso en el que cada delegación estatal en la Cámara tiene un voto. Luego, es el Senado quien elige al vicepresidente de entre los dos candidatos más votados.
Esta rocambolesca situación se ha dado ya en dos ocasiones, en 1801, con el empate entre Thomas Jefferson y Aaron Burr, que necesitó de 36 votaciones seguidas para deshacer el nudo -en favor del primero- y en 1825, con el choque John Quincy Adams-Andrew Jackson, que se acabó llevando el primero en un proceso bastante menos farragoso. Dos precedentes muy lejanos, de cuando el país era muy diferente al que es hoy.
Al final, al Supremo
Podrían darse varias salidas complejas para resolver un hipotético empate y, como es un caso tan nuevo y es posible que una coyuntura así acabe en el Tribunal Supremo, el problema puede quedar en el tejado de un órgano puramente conservador, donde seis de nueve magistrados son afines a Trump, tras la reciente llegada de Amy Coney Barrett.
Un recurso de esta naturaleza puede retrasar notablemente la elección del nuevo inquilino de la Casa Blanca, durante días o semanas. El Alto Tribunal ya tuvo que mediar en los comicios de 2000, que enfrentaron a George W. Bush y Al Gore, dando al final la razón al republicano.