¡Que lo enseñen, que lo enseñen! Pasaporte Covid en el Congreso ya
Ahora que varias CCAA intentan que los tribunales aprueben la medida para frenar una escalada de contagios, sería loable que los diputados fueran los primeros en mostrarlo.
¿Deberían dar ejemplo los diputados, como máxima representación democrática, y enseñar la prueba de que están vacunados para poder acceder al Congreso? Ahora que varias comunidades intentan que los tribunales aprueben la medida para frenar una escalada de contagios, sería loable que fueran los primeros en mostrarlo.
La situación, con Austria confinada, Merkel advirtiendo de que las medidas en Alemania no son suficientes, los contagios en la Europa del Este desbocados y los casos subiendo en España, a pesar de que haya un 80% de vacunados, merece un mayor compromiso y ejemplaridad por parte de la clase política. No basta con que Ursula Von der Leyen alabe la tasa de vacunación nacional, estamos en una especie de celebración colectiva que se va a acentuar aún más en las próximas semanas con el puente y los encuentros familiares masivos en las fiestas de Navidad.
La pregunta, hoy día de Ley de Presupuestos, era muy sencilla: ¿Deberían los diputados enseñar el pasaporte Covid al entrar en el Congreso como ‘gesto’ de responsabilidad, ejemplaridad y solidaridad?
La reacción general ha sido de sorpresa, porque no se lo habían planteado. Segundos después, la ideología ha marcado de nuevo la posición de un tema de salud pública en el que la vida de los ciudadanos está en juego.
El vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis asegura no tener “ningún inconveniente en mostrar el pasaporte Covid”. “He estado en Francia con mi familia y nos lo han pedido en todos los sitios. Pero aquí dependemos de la seguridad jurídica. Si no tenemos esa seguridad, no podremos hacerlo. Siempre hemos pedido informes a la Comunidad de Madrid”, señala. La vicepresidenta segunda, Ana Pastor, también echa mano de la postura oficialista y de partido: “Nosotros en esta casa estamos a lo que digan las autoridades sanitarias, a lo que diga la Comunidad de Madrid”. Pero estamos hablando de gestos, de iniciativas que calan en la gente, sin necesidad de que ninguna norma les obligue a hacerlo. Porque los políticos son los primeros que exigen responsabilidad a los ciudadanos aunque no haya normas establecidas.
Hay algunos que tienen clarísimo lo importante que es dar ejemplo desde sus cargos públicos en el Congreso de los Diputados. “No tengo nada en contra de enseñar el pasaporte Covid. Todo lo contrario, porque creo que todo lo que sea ejemplificar nos va bien y el Congreso de los Diputados es el lugar para hacerlo. Lo que viene parece menos dramático que lo que hemos vivido, pero el Parlamento es un lugar para que seamos ejemplares”, responde Pedro Quevedo de Nueva Canarias, mientras posa con su pasaporte Covid en el patio de la Cámara Baja.
“Desde luego, que nosotros mostráramos o nos pidieran el pasaporte Covid podría ser una medida ejemplarizante que ayudaría. Creo que desde esta casa, el Congreso de los Diputados, debemos de ser ejemplares en un asunto tan serio como este”, responde Tomás Guitarte de Teruel Existe, uno de los diputados de moda por todo lo que se está cociendo en torno a la España vaciada.
Ferrán Bel, diputado del PdeCAT, está convencido de que “sí que deberíamos mostrar nuestros pasaportes Covid. Sería coherente, porque si se los estamos pidiendo a otros colectivos, es de lógica. Desde luego, aquí los cuatro diputados del PdeCAT no tendríamos ni el más mínimo problema”. Y se pone a buscar su pasaporte covid en el teléfono, con su tarjeta sanitaria para descargarlo y dejar constancia.
Inés Sabanés, de Más País-Equo, es de la misma opinión: “Sí, creo que deben pedirnos el pasaporte Covid a los diputados. Por ejemplaridad, porque seguimos en una situación de excepcionalidad, aunque mejor que en Europa, pero miremos las cifras aquí. ¿Qué van a hacer en la jornada del viernes y el sábado 3 y 4 de diciembre -de Puertas Abiertas, que se recuperan este año-? Soy partidaria de ser muy estricta, vienen las Navidades y las fiestas. Hay que mirar lo que sucede en Europa y aquí hay que renovar las normas”.
Patxi López, ex lendakari y diputado socialista, está aún perplejo por lo que ha sucedido en Euskadi, donde el Tribunal de Justicia del País Vasco tumbó el lunes la petición de Urkullu para exigir el pasaporte Covid en la hostelería y el ocio nocturno. Es partidario de que se pida a los diputados “como signo de solidaridad y ejemplificante. Quien no se vacuna lo hace libremente, pero igual tiene que renunciar a ciertas cosas”. Juan Antonio Delgado Ramos, diputado de Podemos, lo tiene claro: “Como medida ejemplar sí que habría que pedirlo y también en el Senado, porque los diputados venimos de distintos lugares aunque aquí dentro hay protocolos y somos población controlada”.
“A mi juicio vacunarse es también un deber cívico y una responsabilidad, y los políticos debemos dar ejemplo”, contesta la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera sin dudar. Mucho más políticamente correcta, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez dice que “lo que hay que hacer es meter el turbo en la tercera dosis de vacunación. En las Comunidades Autónomas ya hemos visto lo que sucede con la seguridad jurídica”.
No proporcionar seguridad jurídica es precisamente lo que le echan en cara al Gobierno desde Ciudadanos. “Somos contrarios a que se establezcan restricciones sin ton ni son. Ninguno de los dos gobiernos autonómicos en los que estamos -Andalucía y Castilla León- han pedido permiso a su Tribunal Superior de Justicia para exigirlo. Pedimos una campaña pública a favor de la vacunación y decisiones comunes para toda España. Si se aceptara nuestra reforma de la ley de Estados de Alarma para que estas situaciones se ratifiquen en la Audiencia Nacional, esto sería posible. Pedimos también que se amplíe la vacunación de la tercera dosis”, explica Edmundo Bal que también muestra solícito su pasaporte Covid. Su compañero Miguel Gutiérrez insiste en que “no puedes prohibir a un diputado entrar porque no tenga el pasaporte Covid sino hay una ley que lo dice e insiste en la necesidad de que haya una norma para todos, porque el poder judicial lo que dice es que nosotros somos el legislativo y que hagamos una norma clara, pero el PSOE se niega”.
Guillermo Mariscal, secretario general del PP, está dispuesto casi a lo que sea para profundizar en la protección ante el coronavirus: “Estoy de acuerdo y a favor de todo lo que signifique que se extienda la vacunación al máximo. He tenido que enseñar el pasaporte Covid para entrar en la cumbre del Clima de Glasgow, y lo he tenido que enseñar para poder entrar en Canarias hasta que se levantó la medida. No creo en la obligatoriedad de las cosas, pero me parece positivo que los políticos hagamos lo necesario para concienciar aún más sobre la vacunación”.
Los que más claro lo tienen, porque no quieren renunciar al voto de los negacionistas, son los diputados de Vox. Mireia Borrás se pone nerviosa con la pregunta. Debía de tener muy presente la que le montaron a Macarena Olona en redes sociales sus simpatizantes cuando publicó su foto vacunándose. Por eso Abascal mantiene la ambigüedad sobre si está vacunado o no, aunque en los pasillos del Congreso se murmura que fueron de los primeros en vacunarse. “Nuestro portavoz ya ha fijado la posición”, dice. Su gabinete de prensa es rotundo: “Jorge Buxade ha manifestado que estamos absolutamente en contra del pasaporte covid”.
La libertad de no vacunarse acaba donde empieza nuestro derecho a que no nos contagien. El derecho a contagiar no está recogido en ninguna ley. Es una cuestión de solidaridad, igual que el gesto que deberían tener los políticos. ¿Y si se cuelgan el pasaporte Covid junto con la acreditación igual que se ponen las chapitas de sus partidos o de la bandera de España? Eso sí que sería patriotismo.