Putin reconoce la independencia de Donetsk y Lugansk y envía al Ejército "para mantener la paz" pese a la amenaza de sanciones internacionales
“La Ucrania moderna fue una creación de Rusia”, ha espetado Putin, antes de la firma del documento junto a los dos líderes separatistas del este de Ucrania.
Vladimir Putin sigue adelante con su desafío sobre Ucrania. El presidente de Rusia ha reconocido la independencia de las repúblicas separatistas de Donestk y Lugansk, en el este de Ucrania, la conocida como región del Donbás. Poco después, ha dado la orden al Ejército ruso para que se despliegue en ambos territorios “para mantener la paz”. Lo ha hecho a pesar de la inmediata respuesta de la Unión Europea, que ha advertido de sanciones si se atreve a dar el paso.
Putin, que ha hecho oídos sordos a cualquier tipo de amenaza, ha firmado el documento junto a los dos autodenominados líderes del territorio —Denis Pushilin, de Donetsk, y Leonid Pasechnik, de Lugansk—, tras un discurso de marcado carácter nacionalista donde ha llegado a espetar que “la Ucrania moderna fue una creación de Rusia”.
“Considero necesario tomar una decisión madurada hace mucho: reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk”, ha pronunciado.
El texto firmado reconoce los tratados de amistad y asistencia mutua con los líderes de ambos entes prorrusos, ha explicado Putin, que ha censurado que las autoridades ucranianas “no reconocen otra salida en Donbás que no sea la militar” y ha exigido al Gobierno de Ucrania “cesar las agresiones o en caso contrario, toda la responsabilidad recaerá sobre las autoridades de Kiev”.
Fruto de esa “Amistad y Ayuda Mutua” entre las partes, como marca el documento, se desplegarán unidades militares en ambas regiones para ejercer funciones de pacificación, según la versión de Moscú.
Estas palabras amplificaban las que había expresado horas antes, tras presidir una reunión del Consejo de Seguridad Nacional ruso donde se había mostrado dispuesto a tratar la posible independencia de ambos territorios ucranianos, un gesto que añade más tensión a la crisis en el este de Europa. De inmediato, transmitió su intención de reconocer la independencia de los territorios a los líderes francés y alemán, con los que ha mantenido conversaciones este lunes.
Su reconocimiento es una línea roja tanto para la OTAN, como para la UE y para EEUU, que considera que Rusia ya ha puesto en marcha su plan para conquistar Ucrania. “Todo lo que estamos viendo apunta a que esto va completamente en serio, a que están a punto de invadir”, apuntó el secretario de Estado, Antony Blinken, en una entrevista con la CNN. Apenas tres días antes, el presidente Joe Biden aseguraba estar convencido de que Putin invadiría el país europeo e incluso apuntaba a la capital, Kiev, como objetivo.
La UE y EEUU reaccionan de inmediato y preparan sanciones
Josep Borrell, Alto Representante de la UE, ya levantó la voz a media tarde con la amenaza de sanciones tras conocer el plan de Putin. Segundos después de la firma del documento en Moscú, ha ido más allá con un mensaje en Twitter, idéntico al que han transmitido los presidentes del Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeos: “El reconocimiento de los dos territorios separatistas es una flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los acuerdos de Minsk. La UE y sus socios reaccionarán con unidad, firmeza y determinación en solidaridad con Ucrania”.
Inicialmente, el jefe de la diplomacia comunitaria planteó dos posibles escenarios en función del previsible paso adelante de Putin en su desafío: “Si hay anexiones habrá sanciones y si hay reconocimiento de las repúblicas pondré las sanciones sobre la mesa y los ministros decidirán”, señaló tras un Consejo de Asuntos Exteriores de diez horas junto al titular de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba.
Al otro lado del charco, EEUU también se prepara para adoptar sanciones. El portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha anunciado que Joe Biden, firmará “pronto” una orden ejecutiva con sanciones económicas para las autoproclamadas repúblicas separatistas. Esta contendrá prohibiciones sobre nuevas inversiones, comercio y otras transacciones económicas por parte de instituciones y ciudadanos estadounidenses en Donetsk y Lugansk, ha indicado Psaki.
Para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la decisión de Putin “socava aún más la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, erosiona los esfuerzos hacia la resolución del conflicto y viola los Acuerdos de Minsk, de los que Rusia es parte”, como ha apuntado en un comunicado.
Pedro Sánchez se ha sumado a la condena internacional y ha expresado su rechazo por el “reconocimiento unilateral por parte de Rusia de los territorios separatistas del este de Ucrania. Es una violación de los acuerdos de Minsk y de la legalidad internacional. Responderemos de manera coordinada junto a nuestros socios”, ha escrito el presidente del Gobierno.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha calificado este lunes las últimas acciones de Rusia como “una violación de la soberanía y la integridad territorial” del Estado ucraniano y ha atribuido toda la responsabilidad al liderazgo político ruso.
“El reconocimiento de la independencia de los distritos ocupados de las regiones de Donetsk y Lugansk puede significar la retirada unilateral de Rusia de los acuerdos de Minsk y el desconocimiento de las decisiones dentro del ‘formato normando’”, ha dicho Zelenski en un breve mensaje de cinco minutos a la nación.
El presidente ucraniano, además, ha convocado de urgencia su Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, “en vista de las declaraciones realizadas durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia” y tras consultas telefónicas con los líderes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, respectivamente, como ha anunciado en su Twitter. Francia y EEUU han hecho lo propio a lo largo de este lunes.
Reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido de urgencia la noche de este lunes para estudiar la situación en Ucrania, algo muy poco habitual no solo por las horas nocturnas sino por la premura de su convocatoria.
Ucrania ha sido la primera en solicitar la reunión urgente del Consejo de Seguridad, una petición a la que luego se ha sumado Francia, que cuenta con asiento permanente en el Consejo y ha mostrado hasta ahora una sólida alianza con Estados Unidos en el manejo de esta crisis.
Macron, además, ha pedido este lunes la adopción de sanciones europeas selectivas contra Rusia, por ser una clara violación unilateral de los compromisos internacionales de Rusia y una vulneración de la soberanía de Ucrania”, ha señalado el Elíseo en un comunicado.
Zelenski, que ha hablado durante algo más de media hora esta noche con Joe Biden, previamente había ordenado a su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, que solicitara lo mismo que luego hizo Macron, una reunión inmediata del Consejo de Seguridad de la ONU. El objetivo de Kiev es blindarse con medidas urgentes dirigidas a lograr una desescalada y pasos prácticos para garantizar la seguridad de su país.
El movimiento de Putin llega tras la llamada de emergencia de los dos líderes separatistas del Donbás, que han pedido abiertamente a Moscú dar el paso y reconocer su independencia, algo que ya se planteó en la Cámara Baja rusa la semana pasada. Los autodenominados líderes separatistas creen que es necesario que Moscú les conceda un nuevo estatus para proteger a la población y las infraestructuras civiles de la “agresión” del Ejército ucraniano. Ambos iniciaron una evacuación de la población civil (comenzando por “niños, mujeres y mayores” con destino a la ciudad rusa de Rostov) el pasado viernes ante lo que consideraban un inmediato ataque de Ucrania, punto que negaron los responsables del partido europeo.
Cruce de reproches desde ambos bandos
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha advertido de que un eventual reconocimiento de Donetsk y Lugansk sería una “ruptura unilateral” y un paso “en total contradicción” con los acuerdos, como han expresado fuentes de su Ejecutivo tras la reunión con Putin. En línea similar se ha expresado el premier británico, que habla de “violación del derecho internacional”.
El máximo dirigente de Rusia insiste en que su Gobierno ha hecho “todo lo posible” para resolver los problemas por medios pacíficos y sigue cuestionando las políticas de Occidente, entre reclamaciones de más garantías de seguridad para su país. Ante la falta de una respuesta satisfactoria, no ha descartado ‘nuevos enfoques’.
En este sentido, el presidente ha señalado que los “problemas” para “garantizar la seguridad”, especialmente en Europa, se relacionan también con la supuesta soberanía de las regiones rebeldes del este de Ucrania. Putin ha asegurado ante el Consejo de Seguridad que escuchará sus opiniones sobre el reconocimiento de la independencia de ambas regiones.
La vía diplomática frente a la guerra informativa
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha anunciado en presencia de Putin que se verá el jueves en Ginebra con su homólogo de Estados Unidos, Antony Blinken, poniendo fecha y lugar al compromiso adquirido por ambas partes la semana pasada para tratar de rebajar las tensiones. De hecho, este lunes también se ha conocido un principio de acuerdo para una cumbre entre Putin y el presidente estadounidense, Joe Biden.
El jefe de la diplomacia rusa ha señalado que hay “avances en los contactos con autoridades occidentales en materia de seguridad ―“no son sustanciales, pero los hay”, ha declarado―. “La coherencia y la firmeza de principios que manifestamos al promover nuestras iniciativas (...) espabilaron a Estados Unidos y sus aliados”, ha alegado durante la reunión.
A la espera de un conflicto armado que se antoja “inminente” a ojos de EEUU y que Rusia sigue negando, Moscú sí afirma que Kiev ha matado a cinco soldados que intentaban cruzar la frontera y que un misil ha destruido un puesto de control fronterizo, acusaciones rechazadas por el Gobierno ucraniano, que ve un pretexto de ‘falsa bandera’ para justificar un posible ataque ruso.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha pedido este lunes a Rusia que “detenga su fábrica productora de falsedades” y ha negado que Kiev tenga planes de atacar Donetsk y Lugansk, en plena tensión y en medio del recrudecimiento de la situación en el este del país. En su cuenta de Twitter, Kuleba ha señalado que Ucrania “no ha atacado Donetsk y Lugansk, no ha enviado saboteadores a la zona, no ha disparado proyectiles contra el territorio ruso o en la frontera y no ha llevado a cabo actos de sabotaje”, al tiempo que ha negado que Kiev tenga “planes” de llevar a cabo este tipo de acciones.