Putin ataca Leópolis por primera vez con un bombardeo cerca del aeropuerto internacional
La ofensiva se extiende al oeste del país y amenaza una zona hasta ahora 'refugio', con la vista puesta en la reunión al más alto nivel de EEUU y China sobre el conflicto.
Día 23 de la guerra y Rusia ha lanzado ya más de mil bombas contra diferentes partes del territorio ucraniano. Las últimas han caído por primera vez en Leópolis (Liev), al oeste del país, con varias explosiones en los alrededores del aeropuerto internacional de la ciudad.
De nuevo los ataques se acercan a territorio de la OTAN ya que la ciudad se encuentra a 70 kilómetros de la frontera con Polonia y es una provocación más después del ataque a la base militar ucraniana cercana a la frontera. Mientras tanto, las vías diplomáticas se compatibilizan con los bombas y los posibles escenarios para terminar con el horror se mantienen amplios.
“Varios misiles alcanzaron la planta de reparación de aeronaves. Sus edificios fueron destruidos por los impactos (de los misiles). El trabajo en esta planta se había detenido con anterioridad, por lo que no hay víctimas”, ha anunciado el alcalde de la ciudad, Andriy Sadovy, en su cuenta de Telegram.
Los ciudadanos, hasta ahora en una zona ‘segura’ del país, se han despertado con las explosiones y una gran columna de humo que no han tardado en compartir en redes sociales.
Según el último informe militar ucraniano, el ataque se dirigió desde un submarino ruso en el Mar Negro. Desde ese punto se dispararon seis misiles de los cuales dos de ellos fueron neutralizados durante la trayectoria por las fuerzas antiaéreas del comando occidental.
Sobre el terreno siguen los ataques y el avance de las tropas rusas parecen haberse estancado. Los soldados están encontrando resistencia y dificultades para avanzar y por el momento no han conseguido el control de ninguna de las grandes ciudades.
En las últimas horas, los efectivos continúan reforzando el asedio de la capital, Kiev, y avanzan por la zona este de Lugansk. Según el gobernador de esta provincia separatista, Sergii Hiadai, ha asegurado que Rusia trata de controlar la zona de Rubizhne y Severodonets, desde donde ya preparan un corredor humanitario para la evacuación de los civiles en los próximos días.
También han atacado el centro comercial de Barabashovo, uno de los mayores mercados de Europa del Este que ha registrado un incendio como consecuencia de los fuertes bombardeos, incluso durante las labores de extinción que dejó a dos rescatistas con graves heridas por la metralla.
La parte más cruel de esta guerra se la lleva el sur del país, donde el ejército ruso ya controla parte de la costa del Mar Negro y del Mar de Azov. Pero Mariúpol se resiste a caer en control ruso, pese a ser la ciudad más asediada. Aún se desconoce sí hubo o no víctimas tras el ataque al teatro donde se refugiaban más de 1.000 civiles. Según un parlamentario, el sistema antiaéreo resistió el bombardeo y no ha habido que lamentar muertes, pero sin confirmación oficial.
La clave es China
La conversación entre EEUU y China va a ser un punto clave en el conflicto, sobre todo después de que desde la Casa Blanca calificaran a Putin de “criminal de guerra”. Los dos mandatarios, Joe Biden y Xi Jinping, hablarán por teléfono por primera vez desde el inicio de la guerra y después de que la inteligencia norteamericana denunciara la intención de Pekín de apoyar a Putin. Hasta ahora, China se ha mantenido en una posición intermedia en el conflicto con la abstención en las votaciones y eso despista a EEUU que no quiere que se implique en la guerra y apoye a Putin con armas.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, volvió a insistir en la retórica de Washington que “responsabiliza” a China de tener que “influir” en el presidente ruso, Vladimir Putin, para dar un vuelco a la actual crisis bélica en Ucrania.
Ese será el mensaje principal que Biden trasladará a su homólogo chino con la amenaza de su participación tendrá consecuencias. En los últimos días, Pekín ya advirtió que no quiere que le afecten las sanciones impuestas a Rusia.
Por su parte, Rusia continúa moviendo ficha en Naciones Unidas y ha cambiado un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en Ucrania para pedir una reunión urgente para insistir en el tema sobre los laboratorios biológicos de EEUU en el país.
El sistema energético europeo, en crisis
La Unión Europea está planteándose seguir los pasos de EEUU y Reino Unido y vetar la importación del gas ruso. Aunque la decisión es complicada por su gran dependencia y no todos los países están dispuestos. Tal y como publica El País, Alemania es uno de los países que se resiste por temor al impacto en su economía pero es consciente de que puede ser clave para terminar con la matanza de civiles.
Esta medida podría ser parte del quinto paquete de medidas sancionadoras contra Rusia que se decidirá la próxima semana al tiempo que se reunirán los jefes de Estado de los Veintisiete.
Mientras tanto, Pedro Sánchez continúa su gira europea en busca del beneplácito de sus homólogos para reformar el sistema energético y desvincular el gas del petróleo. Este viernes, el presidente visitará en Roma al primer ministro Mario Draghi y a los primeros ministros de Portugal, Antonio Costa, y de Grecia, Kyriakos Mitsotakis. Por la tarde, Sánchez viajará a Alemania.