Polémica de Borrell al comparar a Europa con un “jardín” y al resto del mundo con una “jungla”
Un discurso ante diplomáticos, la pasada semana, escuece en la comunidad internacional, que entiende que su visión es "colonialista".
La semana pasada, durante la inauguración del curso piloto de la nueva Academia Diplomática Europea en el Colegio de Europa en Brujas (Bélgica), el jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell, comparó a la Unión Europea con un “jardín” mientras que consideró que “la mayor parte del resto del mundo es una jungla”. Y en escándalo estalló. Ese “resto” lo está acusando de colonialista, de desprecio, de eurocentrismo, pero él lo niega. Este miércoles, en una entrada aclaratoria que ha hecho en su blog, dice que se trata de una metáfora “mal entendida”.
Para el exministro español, no se trata de “un mensaje racista, colonialista o etnicista o de supremacías del hombre blanco”. “Faltaría más que a mi avanzada edad me convirtiera en el defensor de las tesis de los neoconservadores. Hasta ahí podemos llegar”, dijo Borrell, de 75 años, días atrás, en una rueda de prensa al término de la reunión que celebraron hoy en Luxemburgo los ministros de Exteriores de la UE.
El jefe de la diplomacia europea señaló que lleva tiempo afirmando que “después de la Segunda Guerra Mundial, la aventura europea, la Unión Europea, nos ha permitido crear”, dijo, un sistema político que “he calificado modestamente como la mejor combinación de libertad política, de progreso económico, de bienestar económico y de cohesión social”.
Y en Brujas, quiso trasladarles la semana pasada a los estudiantes que “en otras partes del mundo, la gente no disfrutaba de él porque no tenían libertades políticas o porque no tenían suficiente bienestar económico o porque no tenían suficiente cohesión social”.
Era un mensaje, añadió, contra la idea de Europa como “fortaleza”, una “invitación” para que “los jóvenes estudiantes europeos se comprometieran con el mundo como, perdone, creo que mi generación ha hecho y yo mismo he hecho”, dijo Borrell.
Era un “mensaje de solidaridad”, el mismo que envía a sus nietos diciéndoles que “tienen la suerte de vivir en un mundo que está organizado en torno a la libertad, en torno a la capacidad económica y en torno a la solidaridad social”.
Una metáfora
Ahora, en su blog, se refiere a la “cierta controversia” de sus palabras, para aclararlas. “La metáfora de “jardín” y la “selva” no es invención mía. A algunos realmente les desagrada porque, entre otros, ha sido utilizado por los neoconservadores estadounidenses, pero estoy lejos de esta escuela de pensamiento político. De hecho, el concepto ha estado presente en los debates académicos y políticos durante décadas, porque se refiere a una pregunta simple que enfrentamos todos los días: ¿debe el orden internacional basarse en principios aceptados por todos, independientemente de la fuerza de sus actores, o ¿Debe basarse en la voluntad del más fuerte, lo que comúnmente se llama “la ley de la selva”?”, se pregunta de inicio.
“Lamentablemente, el mundo en el que vivimos hoy se parece cada vez más a una “jungla” y cada vez menos a un “jardín”, porque en muchas partes del mundo, la ley del más fuerte está erosionando las normas internacionales acordadas”, escribe.
“Ahora la guerra está de vuelta en Europa y en todo el mundo vemos una transformación de la geopolítica. Nos enfrentamos a un mundo de políticas de poder con la militarización de la interdependencia y más ejemplos de países que utilizan la fuerza, la intimidación y el chantaje para salirse con la suya. El crecimiento de este mundo sin ley y desorden es lo que quise decir cuando hablé de la “jungla”, explica. “Mi referencia a la “jungla” no tiene ninguna connotación racista, cultural o geográfica. De hecho y desafortunadamente, la “selva” está en todas partes, incluso hoy en día en Ucrania. Debemos tomar esta tendencia en serio y ese fue mi mensaje a los estudiantes. Ciertamente, no debemos refugiarnos tras la falsa seguridad de los muros y el aislacionismo”.
“Siempre me he pronunciado en contra del enfoque de “Europa Fortaleza” y he estado muy comprometido con el avance de las relaciones con otras partes del mundo”, añade, rechazando las acusaciones de eurocentrismo. “También tengo suficiente experiencia para saber que ni Europa ni “Occidente” son perfectos y que algunos países de “Occidente” han violado en ocasiones la legalidad internacional”, asume.
“Toda mi vida me he opuesto totalmente a cualquier forma de desprecio o racismo hacia cualquier persona”, replica ante quienes piden su marcha o reprochan su mirada, de Irán a Rusia, pasando por Emiratos Árabes.
Ahora está por ver si su explicación calma las aguas...