Lo que supone políticamente la cumbre del clima para Pedro Sánchez
En plenas negociaciones por la investidura, el socialista se presenta como un mandatario internacional y refuerza su imagen ‘verde’.
Todo está preparado. Madrid acoge uno de los eventos mundiales más importantes desde este lunes. Una cita histórica para nuestro planeta: la cumbre del clima. Más de 29.000 personas, de 116 delegaciones, decidirán en buena parte nuestro futuro y hasta el de nuestros nietos. Y Pedro Sánchez será el gran anfitrión.
España ha organizado en tiempo récord esta macrocita internacional ante la imposibilidad de hacerse en Chile, como estaba previsto, por el conflicto social en sus calles. Ante la llamada de socorro, el Gobierno de España decidió tomar el testigo. Madrid se puso manos a la obra y el recinto ferial de IFEMA está a punto de abrir sus puertas al mundo entero.
Y esta cita ‘inesperada’ llega en un momento crucial también para el futuro de España. Este mismo martes arranca oficialmente la XIV Legislatura con la constitución de las Cortes y la elección de las presidencias del Congreso y del Senado. Ese mismo día por la tarde volverán a reunirse los equipos negociadores del PSOE y de ERC para explorar el apoyo para la investidura de Sánchez.
El socialista recibirá a los mandatarios internacionales en calidad de presidente en funciones y sin saber si logrará la investidura, cuyo intención sería celebrar justo unos días después de la cumbre, que acaba el 13 (se baraja un Pleno los días 17 y 19 de este mes).
A diferencia de sus antecesores en La Moncloa (José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy), Pedro Sánchez se siente tremendamente cómodo en los ambientes internacionales. Habla varios idiomas (inglés y francés con fluidez) y ha vivido varias épocas en el extranjero. Desde que llegó al Gobierno tras la moción de censura dio máxima prioridad a las relaciones internacionales y ha tenido muy claro que debía volcarse allende los Pirineos.
Sánchez sabe moverse en los pasillos políglotas y le gusta también exhibirlo. Sabe además que eso potencia su imagen de presidente, que ha mejorado considerablemente frente a la que tenía como líder del PSOE. Todo ello coordinado siempre junto a su mano derecha en asuntos internacionales, José Manuel Albares. Es su sherpa, su hombre de confianza. Hasta el momento siempre le han salido bien los planes internacionales (incluso se baraja como nuevo ministro de Exteriores).
Esta obsesión internacional llevó a Sánchez a pelear por uno de los puestos más importantes en Europa y logró para Josep Borrell el top job como Alto Representante de la UE. Precisamente el catalán debuta en este puesto este mismo domingo y esta cumbre está entre sus primeras tareas.
Sánchez buscará reforzar su papel como líder internacional durante estos días, lo que potencia la imagen que vende y además da la señal de que es el único candidato posible para la investidura, que se está bloqueando esa situación por parte de los otros partidos.
Rodeado de grandes líderes
Hay que prepararse para muchas fotos de saludos y abrazos. Entre los asistentes estarán el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y la secretaria general de la SEGIB, Rebeca Grynspan. La UE también acudirá de lleno: Charles Michel (presidente del Consejo Europeo), Ursula Von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea) y David Sassoli (presidente del Parlamento Europeo), además de Borrell.
Por los pasillos de Ifema también se verá a los presidentes Mauricio Macri (Argentina), Alexander van der Bellen (Austria), Carlos Alvarado Quesada (Costa Rica), Andrej Plenkovic (Croacia) y Lenin Moreno (Ecuador). Y los primeros ministros de Bélgica (Sophie Wilmés), Bulgaria (Boiko Borissov), Francia (Édouard Philippe), Grecia (Kyriacos Mitsotakis), Marruecos (Saadeddine Othmani), Noruega (Erna Solberg), Palestina (Mohammad Shtayehh) y Países Bajos (Mark Rutte).
En la lista de invitados también destacan la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (Nancy Pelosi), el gran duque de Luxemburgo, el príncipe Alberto de Mónaco y el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.
La Moncloa ha diseñado una precisa agenda para Sánchez durante estos días. En la inauguración del lunes intervendrá en la ceremonia inaugural, a las diez y media de la mañana, junto Guterres. Previamente saludará los jefes de Estado y de Gobierno. Luego presidirá el Diálogo de líderes sobre los planes nacionales para incrementar la ambición para 2020 y a las dos y media ofrecerá el almuerzo oficial -que será elaborado por los hermanos Roca-. A las 16.30 será su rueda de prensa, y desde allí se irá al Palacio Real a la recepción que ofrecerá Felipe VI.
El Gobierno “ecologista” y la figura de Ribera
Sánchez también reforzará su imagen de líder concienciado contra la emergencia climática. Desde que llegó a La Moncloa siempre ha definido al Gobierno como “ecologista” y se ha mostrado sensible con estos aspectos, poniéndolos entre sus prioridades. De hecho, creó el Ministerio de Transición Ecológica y nombró a Teresa Ribera, una de las mayores expertas en la cuestión y con renombre internacional.
Unidas Podemos ha intentado que ese Ministerio pase a sus manos si se confirma el Gobierno de coalición, pero Sánchez se niega. Y uno de los pocos nombres que ha trascendido que se quedan es precisamente el de Ribera. Entiende el socialista que es uno de los grandes temas y además una preocupación de los más jóvenes (léase también electorado más joven).
El presidente mostrará su lado más ecologista durante estos días, lo que además le acerca más a la población de izquierdas proclive al nuevo Gobierno de coalición. Además, lo hace en un momento en el que la extrema derecha está al alza y siempre critica estos postulados -hasta extremos negacionistas-.
El Gobierno ha mostrado su ayuda a la joven activista sueca Greta Thunberg, que viene en catamarán desde EEUU y luego viajará en coche eléctrico desde Lisboa hasta Madrid. Es la imagen de los jóvenes en lucha, y encuentra simpatías entre los votantes de izquierdas. En cambio, los partidos de derechas muestran su rechazo. Incluso, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, dijo durante la campaña que poca gente había hecho más contra la lucha por el cambio climático que los padres de Greta.
Y el Ejecutivo de Sánchez llega también dispuesto a presentar al resto de países sus intenciones de cara a los próximos años: alcanzar la neutralidad climática no más de tarde de 2050.
Sánchez busca el mayor éxito posible de España con la organización de esta cita. Y luego tocará la investidura.