No, la OMS no está en contra de los confinamientos como tal
Sí está en contra de que sea la única medida frente al coronavirus mientras se evita reforzar los sistemas sanitario y de rastreo.
El diablo está en los detalles. Y a veces sólo se hace caso a los expertos cuando conviene. En una entrevista con The Spectator publicada el pasado viernes, el doctor David Nabarro, asesor especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, pidió a los líderes que “dejen de usar el confinamiento como principal método de control” de la epidemia de coronavirus.
Tres días después, varios medios publicaron que la OMS pedía “evitar las cuarentenas”, ya que sólo hacen “que la gente pobre sea mucho más pobre”. Por un lado, Nabarro sí habló de pobreza pero no de “cuarentenas” sino de confinamiento (lockdowns, en inglés). Por otro lado, el argumento de Nabarro iba más allá. “El único momento en que creemos que un confinamiento está justificado es para ganar tiempo para reorganizar, reagrupar y reequilibrar sus recursos, y para proteger a los trabajadores de la salud que están agotados. Pero, en general, preferimos no hacerlo”, dijo.
La OMS no ha cambiado de postura en estos meses, y las declaraciones del doctor Nabarro no son nuevas. En agosto, el propio director general de la OMS, el doctor Tedros Ghebreyesus, defendió que los confinamientos no son una solución efectiva a largo plazo para ningún país.
Los epidemiólogos son conscientes de ello desde el principio. Sin embargo, las palabras de Nabarro causaron mucho revuelo, y en España se interpretaron de un modo casi partidista. La OMS tuvo que aclarar en Twitter este martes su postura:
“Entendemos que a veces estos confinamientos, aunque no son sostenibles, son necesarios para frenar rápidamente el virus y evitar que se colapse el sistema sanitario”, señala la OMS. “Por sus severas consecuencias económicas, sociales y en salud, los confinamientos deben tener una duración limitada. Lo mejor es que se utilicen para preparar medidas de salud pública a largo plazo. Durante estos períodos, los países deberían sentar las bases para soluciones más sostenibles”, prosigue el organismo.
Dicho de otra manera: no se puede confinar a la población —sin salir de casa— de forma indefinida, y durante el tiempo en que la gente esté encerrada los Gobiernos deben aprovechar para rearmar sus sistemas.
“Para proteger la salud de la población, no vale sólo con confinar; hay que lidiar con esta pandemia más a largo plazo. No está de más recordar que se va a volver a estar así si no se mejoran los pilares del sistema”, explicaba a El HuffPost Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). “Es cierto que ahora se tienen que tomar unas medidas para reducir la interacción social y disminuir la transmisión, pero además de eso se tiene que volver atrás y reforzar el sistema sanitario”, señalaba el epidemiólogo acerca de la situación de Madrid. “Si no se pone el foco en mejorar el pilar sanitario y el social, lo demás no va a ir bien”, resumía.
“Confinar no es lo único que se debe hacer”, coincidía Daniel López Acuña, ex director de la Acción Sanitaria en Crisis de la OMS, en la misma entrevista. “Lo demás es reforzar la atención primaria, los rastreadores, la capacidad para hacer PCR, y mantener en alto la guardia. Para esto hay que tener un verdadero plan de choque, no permanecer en parálisis escudándose en que ‘no hay tanta presión en los hospitales’”.
Lo que dicen la OMS y la gran mayoría de epidemiólogos es que los confinamientos no pueden ser la única medida de los Gobiernos frente al virus. Si se encierra a la gente pero mientras tanto no se refuerza el sistema sanitario y de vigilancia epidemiológica (rastreo), el confinamiento no habrá servido de mucho, sólo para retrasar un nuevo pico de contagios. Por desgracia, los matices no calaron tanto como el supuesto mensaje inicial de la OMS.