Los presupuestos de la gente

Dada la trayectoria del Gobierno desde 2018, el presupuesto que estamos tramitando en las Cortes Generales para el 2023 tiene cuatro características que son predecibles y esperables mientras los ciudadanos nos sigan dando su confianza. Una amplia mayoría parlamentaria hace realidad esas cuatro garantías para la ciudadanía.

En primer lugar, son unos presupuestos al servicio de la gente para superar la crisis con protección social y mantener el empleo. Tienen además el apoyo de la UE gracias al liderazgo de España en la respuesta socialdemócrata a la crisis. Incorporan medidas para mantener la competitividad de las empresas y los empleos del futuro en todo el territorio. Y por último, cuentan con el apoyo de un amplio espectro de fuerzas políticas con las que hemos sabido dialogar, acordar y pactar, una capacidad cada vez más necesaria en los parlamentos de los países miembros de la Unión Europea.

Y es esta predictibilidad y consistencia la que hace posible que, a pesar de las crisis, España tenga niveles récord de empleo y de estabilidad. De ningún modo se puede caer en el triunfalismo, pero sí puede afirmarse que estamos avanzando en la buena dirección. España progresa, lidera en Europa y atrae inversiones de primer nivel mundial distribuidas por todo el territorio nacional.

Si fuera cierto algo de lo que dice Feijóo, nada de lo anterior sería posible. El nuevo líder no sabe evitar la presión de Vox, de ciertos micrófonos y portadas, y pinta un escenario incompatible con la realidad. Además, la caída de la primera ministra británica Liz Truss supuso el desmoronamiento de su incipiente discurso. Y por todo ello, su discurso consiste ahora exclusivamente en la crítica de todo a todas horas, incluso hablando mal de España cuando viaja al extranjero.

El último ejemplo de su desconexión con la realidad es la petición de elecciones. Parece que Feijóo, además de no saber que Podemos no tiene senadores, tampoco conoce la mayoría con que se ha aprobado el presupuesto. El Gobierno de Sánchez ha aprobado de nuevo en tiempo y forma sus terceros presupuestos generales mientras el de Rajoy los prorrogó tres veces. Su demanda de elecciones anticipadas es una muestra más de la dificultad que está teniendo para tomar el pulso del país.

¿Qué sentido tiene convocar elecciones cuando el Gobierno logra apoyos parlamentarios para sacar adelante, ley tras ley, presupuesto a presupuesto, su hoja de ruta? La estabilidad lograda por Sánchez es necesaria para acometer las reformas que necesitamos y para garantizar una estabilidad imprescindible para atraer inversiones. Mientras tanto, ¿en cuántas contradicciones ha incurrido el PP para seguir sin cumplir con el mandato constitucional de renovar el Consejo General del Poder Judicial?

Superada la etapa del auge de Podemos y Ciudadanos, los españoles tienen ante sí dos proyectos cada vez más diferenciados entre los que elegir: un PSOE que es a la vez consistente y ágil para dar respuesta a las necesidades de la gente, y un PP de Feijóo que sigue exactamente por la misma senda que el PP de Casado.