Los líderes europeos, en el punto de mira por su respuesta fallida al coronavirus
"Cuando salgamos de esta, tendremos que reflexionar sobre cómo necesitamos cambiar como país".
Pese a que algunos países ya empiezan a levantar las restricciones de la cuarentena poco a poco, los líderes europeos están sufriendo el creciente ataque de sus críticos por lo que consideran una respuesta negligente a la pandemia del coronavirus.
En España, la población está muy polarizada, casi tanto como la clase política. Según el barómetro del CIS publicado este miércoles, al 46,5% de los españoles le genera “mucha” o “bastante confianza” la gestión del Gobierno, mientras que al 47,8% “poca” o “ninguna”. Más de la mitad de la población (el 58,3%) indica que las medidas de confinamiento son suficientes, pero casi cuatro de cada diez querrían que fueran más severas para evitar que se salga a la calle.
España es uno de los países más castigados por la pandemia, con más de 177.000 casos confirmados —más que cualquier otro país europeo y solo por detrás de Estados Unidos, con más de 600.000— y más de 18.000 fallecimientos, solamente por detrás de Italia, según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Entre España, Italia, Alemania, Francia y el Reino Unido son 700.000 casos confirmados y más de 70.000 muertes.
La cifra diaria de fallecimientos en España ya muestra una tendencia descendente y este lunes se reincorporaron muchos trabajadores de actividades no esenciales. Pese a las medidas de prevención que ha tomado el Gobierno, son muchos quienes piensan que esta reincorporación es demasiado precipitada. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha tachado la decisión de “temeraria” e “imprudente”, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha advertido de que una segunda ola de contagios sería “imperdonable”.
El pasado domingo, Pedro Sánchez instó a la “desescalada de las tensiones políticas” e imploró a todos los partidos a unirse en “un gran pacto de reconstrucción económica y social”, los nuevos Pactos de la Moncloa.
“Nadie puede ganar solo esta guerra, solo unidos venceremos al virus”, advirtió.
En Francia, donde el presidente Emmanuel Macron ha anunciado la prórroga del confinamiento estricto hasta el 11 de mayo, las críticas que ha recibido por su gestión de la crisis también han ido en aumento.
Según una encuesta de HuffPost/YouGov publicada el sábado 11, el 58% de los franceses consideran que el Gobierno no está sabiendo gestionar la crisis, frente al 37% que sí aprueban su actuación. Durante tres semanas, la tendencia ha sido constante: la mayoría de los franceses siguen apoyando las medidas de confinamiento pero no están de acuerdo con la gestión.
“En general, hay una mezcla de mediocridad y excelencia entre las medidas adoptadas”, resume William Dab, antiguo director general de Sanidad de Francia, en Le Monde. “La excelencia está en la sanidad. Se han salvado cientos de vidas por el heroísmo de los profesionales de la salud y se ha realizado un esfuerzo sin precedentes para duplicar nuestra capacidad de reanimación y descongestionar los hospitales saturados”.
Pese al elogio a los profesionales de la salud, Dab advierte de que el confinamiento nacional hace que la carga de contener el virus recaiga en los ciudadanos, que van a sufrir económica y psicológicamente cualquier periodo largo de aislamiento. Asimismo, considera que el Gobierno peca de inacción.
“En lo que respecta a la prevención, no hemos estado a la altura de la epidemia”, lamentó.
En Italia, el confinamiento nacional ya lleva casi dos meses en marcha y la gente está cada vez más desmoralizada por las restricciones.
“No podemos salir a tomar el aire ni a dar un paseo. Tengo ganas de que nos dejen salir una hora todos los días”, comenta una mujer de la región del Piamonte.
“Me aburro en casa. Intento cuidarme lo mejor que puedo, pero estoy harta”, comenta otra mujer de la zona de Nápoles.
“Para mí, está claro que hay señales de que la población no aguanta más”, señala el psiquiatra y escritor Paolo Crepet en el HuffPost Italia. “Cuando atiendo a gente por teléfono, oigo de fondo a niños gritando, a padres enfadados con sus hijos y a niños enfadados con sus padres. Así está el ambiente en los hogares italianos”.
En el Reino Unido, que podría tener la peor tasa de letalidad de toda Europa, los líderes de la oposición tratan de apoyar los esfuerzos del país en la lucha contra el coronavirus al tiempo que piden responsabilidades al Gobierno de Boris Johnson.
Keir Starmer, nuevo líder del Partido Laborista, señaló el domingo que “este no es el momento de plantear preguntas complicadas” sobre si la respuesta del Gobierno ha llegado tarde.
“Intento resistirme a exigir disculpas o a criticar decisiones pasadas”, afirmó. “Trabajaré con el Gobierno. Les apoyaremos para intentar solucionar esto”.
Lisa Nandy, responsable de Exteriores de la oposición, declaró en la BBC que la naturaleza “sin precedentes” de esta crisis ha exigido que el país adopte unas restricciones que a cualquier Gobierno le costaría poner en marcha.
“Siendo justos con este Gobierno, nos encontramos en una situación sin precedentes en el Reino Unido y somos un país que siempre se ha tomado muy en serio las libertades civiles”, comentó. “Se trata de medidas que el Gobierno ha tenido que tomar durante las últimas dos semanas, no era una crisis predecible”. Esta actitud choca completamente con la de la oposición en España, muy dura y crítica con el Gobierno, pese a que la ciudadanía pide unión y apoyo en estos momentos.
El Partido Laborista británico apoya las medidas de confinamiento del Ejecutivo, pero sus líderes tampoco van a dejar a la administración de Johnson completamente a sus anchas.
“También es justo reconocer que en algunas competencias no hemos actuado con la suficiente prontitud”, apunta Lisa Nandy. “Cuando salgamos de esta, tendremos que reflexionar sobre cómo necesitamos cambiar como país. No debemos volver a vernos en una situación en la que nuestros servicios públicos no tengan la capacidad que necesitan para reaccionar y en la que las familias estén a un paso del colapso financiero”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.