Los contagios crecen un 78% en verano, pero solo un 7% los hospitalizados y un 2% los fallecidos
La enorme diferencia es que son mucho menos graves, que el virus se lleva menos vidas y no sobrecarga aún la red sanitaria
El número de casos de Covid-19 en España ha crecido un 78% desde que empezó el verano, con 193.014 positivos más, aunque con la peculiaridad de que los contagiados son mayoritariamente asintomáticos y enfermos leves. Es la enorme diferencia respecto a la primavera: que el virus, ahora, provoca menos muertes. En el mismo periodo de tiempo, las hospitalizaciones apenas han aumentado un 6,85% (8.557) y el número de fallecidos sólo ha subido un 2,43% (688).
Pese a esos números, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado en una entrevista en La Vanguardia que si se cumplen las medidas actuales para frenar los contagios de coronavirus no habrá que adoptar otras: “Nada hace pensar que tengamos que volver a una situación como la de marzo”. El socialista también ha explicado que la situación actual de la pandemia es distinta a la de marzo, y que ahora “hay que estabilizar la curva y bajar los contagios”.
Además, los contagios de Covid-19 en agosto condicionará la última semana de preparativos del inicio del curso escolar y universitario, del que hoy darán cuenta en el Congreso y la Conferencia General de Política Universitaria los ministros de Educación y Universidades, Isabel Celaá y Manuel Castells, respectivamente. Gobierno, comunidades y sistema universitario deberán ultimar los detalles del regreso a la actividad académica en un escenario de repunte de casos como el que cerrará agosto.
Según datos oficiales del Ministerio de Sanidad aportados por la agencia Servimedia, la pandemia de coronavirus ha vuelto a dispararse en apenas dos meses con 193.014 contagiados nuevos entre el 21 de junio y el 28 de agosto, frente a los 246.272 que se detectaron en los cuatro anteriores. Los 193.014 casos diagnosticas durante el verano representan el 78,37% del total reconocido por el Gobierno de España, que contabiliza hasta el momento 439.286 personas afectadas por el coronavirus. Esto significa que dentro de pocos días, antes de que finalice oficialmente la estación estival, el país habrá duplicado la cifra de personas afectadas porque semanalmente se está localizando más de 40.000 casos de Covid-19.
El crecimiento ha sido especialmente intenso en agosto, ya que de los 193.014 positivos del verano 150.764 corresponden a este mes. En los primeros diez días de verano, en junio, se detectaron menos de 5.000 casos y en todo julio fueron menos de 40.000. Por el contrario, sólo en esta última semana, entre el 21 y el 28 de agosto, han aparecido 53.232 contagiados.
Este crecimiento exponencial de momento es muchísimo menor en otras variables que miden la gravedad de la pandemia. En todo el verano se han registrado 8.557 hospitalizaciones, que suponen un aumento del 6,85% respecto al total de 124.871 registradas hasta el 21 de junio. No obstante, cabe resaltar que la inmensa mayoría (6.548) son exclusivamente del mes de agosto.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) empiezan a llenarse en algunos hospitales por el ingreso de pacientes graves, ya que en agosto han requerido esta atención especial 468 personas. En toto el verano, son 608 los enfermos que han pasado a UCI, lo que supone un 5,22% más que el 21 de junio, cuando se había atendido en estas camas a 11.637 personas.
La tasa que menos ha crecido durante las vacaciones estivales es la de fallecidos. Son 688 personas que han perdido la vida por el coronavirus durante el verano, 566 de ellas en el mes de agosto, lo que da muestras del auge de casos en el presente mes. Sin embargo, son un 2,43% en comparación con las 28.323 víctimas que el Ministerio de Sanidad reconocía el 21 de junio y apenas un 1,6% respecto a las 43.348 que el sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III estimaba en la misma fecha que realmente habían puerto de Covid-19.
Más casos, mucho menos graves
Sobre estos datos, las autoridades sanitarias insisten en que la situación de la pandemia es radicalmente distinta a la de marzo, cuando estalló y pilló por sorpresa al Ministerio de Sanidad, a las consejerías autonómicas y al conjunto de la población, lo que llevó a Pedro Sánchez a decretar el estado de alarma y ordenar el confinamiento en los hogares porque los hospitales se abarrotaron en cuestión de días.
Ahora hay mayor número de casos que entonces a pesar de que la mayoría de la población viste mascarilla fuera de su casa y de que hay orden de guardar distancia de seguridad para prevenir los contagios. El incremento de la estadística oficial no significa que España esté ahora peor que en marzo, como niegan insistentemente políticos de distinto signo político, sino que ahora existen más medios para diagnosticar y buscar contagiados que cuando arrancó la pesadilla.
Una prueba de ello es que entonces sólo se realizaban pruebas de confirmación a quienes llegaban ya enfermos a los hospitales y que decenas de miles de personas que se quedaron en casa con cuadros menos graves nunca tuvieron un diagnóstico de coronavirus porque la sanidad pública no alcanzaba a realizar pruebas a todos los sospechosos. De hecho, los datos del Momo ponen de manifiesto que al menos 15.000 personas murieron por Covid-19 sin una prueba que lo demostrara, lo que hace que el Gobierno de España siga sin incluirlos en las estadísticas oficiales.
La capacidad de las comunidades autónomas para realizar pruebas PCR se ha multiplicado durante el verano y llega a tomar unas 70.000 muestras diarias, con 516.318 PCR practicadas durante la semana pasada, según los datos más recientes recogidos por Servimedia del Ministerio de Salvador Illa. En abril, el propio ministro expuso como un éxito pasar de 20.000 a 40.000 pruebas diarias durante una comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.