Los cinco consejos definitivos para aprovechar a tope las mañanas
Por ejemplo, si las mejores ideas se te ocurren cuando estás dándote una ducha, recurre a las notas de audio.
¡Pi-pi-pi-pí! ¡Pi-pi-pi-pí!Y al final la alarma se apaga. ¡Oh, no! Se te han pegado las sábanas y le has dado demasiadas veces al botón de retrasar la alarma. Ahora no te queda otra que buscar las fuerzas que te faltan para salir de la cama.
Y todas las mañanas la misma historia. Haces lo posible por despertarte con energía para llevar a tus hijos al colegio, desayunar bien o planificar tu lista de tareas, pero el tiempo siempre se te acaba escurriendo entre los dedos. ¿Te resulta familiar?
Esta situación nos es bastante familiar a quienes pensamos que las mañanas son demasiado estresantes. No es de extrañar que no queramos levantarnos de la cama. Algunas personas dirán que la solución es despertarse una o dos horas antes, pero, entonces, ¿cuándo dormiríamos?
En lugar de obligarte a adoptar una nueva rutina, siendo que ya tienes tropecientas mil cosas que hacer, considera un método más sencillo y efectivo de hacer que la mañana te cunda: añadir ciertas prácticas a tus rutinas habituales.
Lo creas o no, sí que es posible tener mañanas productivas y llegar puntualmente al trabajo sin realizar ningún cambio drástico en tu rutina. Si quieres que tus mañanas dejen de ser estresantes y pasen a ser productivas, sigue leyendo:
Sí, hacer un poco de ejercicio por las mañanas te puede ayudar a sentirte más despierto y con más energía el resto del día. Pero, en vez de despertarte una hora antes para ponerte en forma, ¿por qué no incorporas algunos ejercicios a las rutinas que ya tienes interiorizadas? Por ejemplo, mientras te lavas los dientes.
El momento de lavarse los dientes suele ser uno de los primeros hábitos que interiorizamos, por lo que hacer otra cosa al mismo tiempo debería ser pan comido. Según el doctor John J. Ratey, autor de Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain, activar grupos musculares grandes como los muslos y las nalgas hace que le llegue más flujo sanguíneo al cerebro.
Hacer algo de ejercicio mientras te preparas para el día que te espera contribuye a que tu materia gris ponga su maquinaria en funcionamiento antes incluso de que hayas salido de casa. Las sentadillas son muy fáciles de hacer mientras te lavas los dientes, pero asegúrate de ejecutarlas correctamente para aprovechar todos sus beneficios y evitar lesiones.
Es un consejo simple, pero efectivo. ¿Sueles perder demasiado tiempo en alguna de tus tareas? A casi todos nos pasa. A veces pasas demasiado tiempo arreglándote el pelo o eligiendo ropa (consejo: elige la ropa del día siguiente antes de irte a la cama). A veces, simplemente, parece que no consigues avanzar en ningunatarea.
Aprovecha el móvil para meterte prisa cuando toque pasar a la siguiente tarea. De este modo, puedes estar seguro de que te irás al trabajo con todas las tareas hechas en el tiempo planeado.
Seguro que algunas de las mejores ideas que te pasan por la cabeza aparecen cuando estás dándote una ducha, así que ¿por qué no aprovechas esos momentos en los que tu cerebro está relajado para repasar todo lo que tienes que hacer a lo largo del día?
Antes de entrar en la ducha, deja encendida tu aplicación de notas de voz. Simplemente tendrás que decir en voz alta las tareas pendientes que te vengan a la cabeza. Después, vuelve a escuchar la grabación y pon por escrito las más fáciles de olvidar (aunque ya hay aplicaciones que pueden hacer eso por ti).
Si eres propenso a olvidarte las llaves, la cartera o el móvil por las mañanas, podría serte útil que crearas tu propio mantra para repetírtelo a ti mismo, en voz alta, antes de salir por la puerta.
O, por ejemplo, cuando te estés poniendo las zapatillas, di mentalmente y en bucle: "¡Teléfono, cartera, llaves!". Y así hasta que cojas los objetos mencionados en tu mantra.
¿Qué más da si suena idiota? Solo tú puedes oírte. También es recomendable mantener estos objetos en una bandeja o en alguna percha cerca de la puerta para tenerlo al alcance de la mano al salir de casa.
Si estás hasta las narices de tener que mirar tu propio reflejo en la ventana (o peor: las axilas de un desconocido) cuando se corta el wifi en el metro o bus, ¿por qué no sacar partido a esos minutos de soledad, aislado de Twitter, correos electrónicos y chats?
Lo que hacemos muchos es escuchar música, algo que puede resultar estimulante para el cerebro. Pero hay más posibilidades, también puedes aprovechar ese tiempo para aprender cosas, ya sea sobre un tema que te interese o sobre curiosidades varias. Por ejemplo: ¿alguna vez te has preguntado por qué los vestidos de novia suelen ser blancos? Pues existe un podcast sobre ello.
Puedes bajarte podcasts interesantes o audiolibros que siempre has querido leer pero nunca has encontrado el momento. Así, las idas y venidas de casa al trabajo no serán semejante pérdida de tiempo. Este consejo también sirve para quienes conducen.
Pasando por alto las limitaciones del formato podcast, mis favoritos para mantenerme motivada el resto del día son The School of Greatness with Lewis Howes y How I Built This.
Establecer una rutina positiva por las mañanas es la clave para lograr un día productivo y motivante. Aunque podemos aspirar a reservar algo de tiempo para ejercitarnos, conseguir la inspiración y planificar el día antes de que el resto de la gente (o tus hijos) despierten, exprimir al máximo tu rutina actual también puede cambiar radicalmente y para bien el resto de tu jornada.
Escrito por Scarlett Dixon, periodista, bloguera y youtuber instalada en Londres que organiza encuentros entre blogueros y expertos en redes sociales. Le interesan los temas tabú y tiene una interminable lista de cosas que quiere hacer antes de morir. Le encanta viajar y difunde de forma apasionada el mensaje de que el síndrome del intestino irritable no tiene por qué detenerte en la vida. Puedes visitar su página web y su twitter: @Scarlett_London.
Este post fue publicado originalmente en Healthline, apareció posteriormente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.