Las coinfecciones ya existían; ‘flurona’ preocupa a los expertos por otro motivo
Los médicos no entienden tanto interés repentino por ‘flurona’, pero sí admiten su inquietud por que se sume a la pandemia actual una ola epidémica de gripe.
El pasado domingo, Israel volvió a sorprender al mundo al comunicar que había detectado su primera coinfección de gripe y covid, a la que bautizó como ‘flurona’, por flu (gripe, en inglés) y coronavirus. En cuestión de horas, la noticia había dado la vuelta al mundo.
Mientras tanto, muchos médicos no daban crédito y, bien en público o en privado, comentaban que lo de ‘flurona’ no era más que una “bobada”, un “nombre chorra inventado”, “restos de una inocentada” o un “nombre sexy” para un hallazgo “artificial”. “No entiendo muy bien de dónde viene tanto hype”, reconoce uno de ellos a El HuffPost, al tiempo que otros en Twitter bromean por ver quién inventa el nombre más ingenioso para una combinación viral (de virus real, no de redes).
Bromas aparte, las coinfecciones, en general, ya existían. También hay registros previos de la coexistencia del covid y la gripe en una misma persona, e incluso se apunta a que puede ser relativamente habitual. Una revisión de estudios publicada el pasado mes de junio en la revista Frontiers in Medicine estima que el 1,2% de todas las personas con covid han pasado al mismo tiempo una infección por gripe, y que el 3% de los pacientes hospitalizados con covid tenían a la vez otros virus respiratorios.
“Las coinfecciones respiratorias son algo bastante común, y suponen entre un 3% y un 10% dependiendo de edades, épocas del año y técnica de diagnóstico empleada”, explica a El HuffPost Raúl Ortiz de Lejarazu, profesor de Microbiología y ex director del Centro Nacional de Gripe, que recalca que estas infecciones dobles no tienen por qué ser más graves. “En las coinfecciones siempre uno de los dos (o tres) virus actúa como driver (conductor de la infección) y el otro como passenger (pasajero o acompañante), que contribuye poco o nada a la evolución de la infección”, señala Ortiz de Lejarazu. Asimismo, puede que el individuo coinfectado ni siquiera transmita los dos virus, sino sólo uno de ellos, apunta el experto.
Qué supone este “doble revés”
Un artículo de The Atlantic publicado a mediados de noviembre (antes de que se ‘descubriera’ la flurona) ya alertaba del “doble revés” de sufrir gripe y covid al mismo tiempo. El artículo cita varios casos de personas en Estados Unidos con pruebas positivas de gripe y covid en febrero de 2020, cuando el coronavirus no se consideraba todavía una pandemia.
Al descubrir esos casos, lo que se temió en ese momento no era que se solaparan dos virus en una misma persona, sino que convivieran dos epidemias distintas en un mismo lugar y en un mismo tiempo. ‘Twindemic’, lo llamaron entonces los estadounidenses... (¿‘doblemia’, diríamos en español?). No obstante, el tiempo pasó y la doble pandemia o ‘epidemia melliza’ de gripe y covid no ocurrió. La de covid no desapareció en ningún momento, y la gripe no se impuso, gracias, aparentemente, al uso de mascarillas, teletrabajo, distancia y medidas higiénicas.
Este año, la situación parece distinta. Ahora sí “empieza a haber temporada de gripe”, reconoce Pedro Gullón, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Hace unos días, el Servei Català de la Salut confirmaba que en Cataluña ya había casos de ‘flurona’. Y esto no significaba que la flurona hubiera “llegado a España” –en Barcelona ya se registraron y estudiaron estos casos en 2020–, pero sí que la gripe podría plantear una nueva amenaza.
“El impacto hospitalario puede ser muy, muy, muy problemático”
“Más allá de las fluronas, me preocupa más que pueda haber una epidemia de gripe y una epidemia de covid a la vez, porque el impacto hospitalario puede ser muy, muy, muy problemático”, admite Gullón.
Una respuesta casi idéntica da Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo en el centro ISGlobal, cuando se le pregunta por ‘flurona’. “Lo que me preocupa de flurona no es la coexistencia de dos virus al mismo tiempo, que en realidad pasa muy a menudo; lo que me preocupa es la coexistencia de dos olas, una pandémica de covid y otra epidémica de gripe”, afirma.
El riesgo no lo comportarían los casos aislados descubiertos, que, además, son leves en su mayoría. El problema estaría en el “coste” que puede tener una doble epidemia para el sistema sanitario en la actualidad. “Si a la situación que estamos viviendo ahora, cercana al colapso, se le añade una ola de gripe, me preocuparía”, reconoce Bassat.
Según datos del Instituto de Salud Carlos III, en la temporada 2019-2020 se detectaron 619.000 casos de gripe en España, 27.700 personas fueron hospitalizadas con gripe, 1.800 estuvieron en cuidados intensivos y 3.900 murieron. Actualmente, unas 2.000 personas están en UCI con covid, lo que supone una ocupación del 22% de las camas en España.
¿Y una ‘convivencia’ de dos olas epidémicas es factible?
Sí, responde Bassat. El pasado mes de septiembre ya ocurrió algo parecido, cuando el virus respiratorio sincitial (VRS), que afecta especialmente a los niños, reapareció cuando nadie le esperaba. “El año anterior [2020] no hubo, igual que no hubo gripe, pero este año sí, y ha sido más fuerte. Los hospitales pediátricos se llenaron de VRS, y no de covid”, explica Bassat.
Sin embargo, otros epidemiólogos han visto en la aparición de la gripe un síntoma positivo. “Evolutivamente, cuando tienes un virus que se está expandiendo muy rápidamente, a veces ocupa el lugar de otros” –señala Bassat–, como sucedió el año pasado cuando el covid se ‘comió’ a la gripe. “El hecho de que ahora puedan coexistir los dos a la vez, pese a la altísima transmisión de ómicron, podría indicar que esta variante es menos invasiva porque deja espacio a otros virus”, aclara. No obstante, el experto considera que esta teoría “todavía está un poco cogida por los pelos”.
Puestos a hacer comparaciones entre el año pasado y el corriente, conviene resaltar que en las olas anteriores había muchas más restricciones y medidas de seguridad que en la ola actual, y eso también pudo contribuir a frenar la gripe, más allá de la ‘potencia’ en sí del coronavirus. Sobre esta temporada no hay cifras, pero en la anterior se calcula que el 67% de la población mayor de 65 años se vacunó frente a la gripe, más de diez puntos por encima que en años anteriores, aunque sin alcanzar el objetivo del 75% que marca la Unión Europea.
Bassat achaca el interés que despiertan de repente las coinfecciones de gripe y covid, en parte, al uso más intensivo de “plataformas de diagnóstico que miran varios virus a la vez, sobre todo en hospitalizados”, y que ofrecen resultados sobre diferentes infecciones en tiempo real. “Antes no se hacía un screening proactivo de la gripe, era más un diagnóstico clínico, y quizás por eso se había notado menos”, sugiere Bassat. Lo cierto, en cualquier caso, es que “este año sí tenemos gripe” e, independientemente del nombre que le pongamos, eso equivale a un problema más.