La víctima de una violación múltiple en Murcia se negó en ocho ocasiones a tener relaciones
"Qué paliza le pegué (...) Le metía la picha en la boca, le decía ¿quieres más? Y decía no, pues digo, 'abre la boca', y decía no (...). Qué barbaridad tío. Qué guapo".
El diario La Verdad de Murcia ha publicado el estremecedor informe policial sobre una agresión sexual múltiple una chica, que tuvo lugar el 7 de diciembre de 2020 en un chalet de Molina de Segura. Los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (Ufam) de la Policía Nacional han recabado las grabaciones que los procesados hicieron a la joven y de ellas se extrae que el ataque investigado fue “especialmente vejatoria”, porque se aprecia cómo ella se niega hasta en ocho ocasiones a mantener relaciones con uno de los hombres, negaciones verbales y físicas, porque apartaba la cara y se tapaba la boca con las manos, que “no pudieron pasar desapercibidas.
La información firmada por Alicia Negre es de una contundencia brutal. Según explica, los hechos ocurrieron en una fiesta multitudinaria celebrada cuando aún había limitaciones por la pandemia de covid-19. Sin embargo, un grupo de jóvenes, muchos relacionados con un equipo de fútbol de la zona se citaron para bailar y beber. En un momento dado, una joven contacta con otro chico y, parece que sin presiones, van a una zona más tranquila para mantener relaciones sexuales. Un amigo del chico se asoma y la pareja le deja pasar y unirse a ellos. Estos varones están identificados como Pedro G. e Ignacio P. Pero entonces llega un tercero, Miguel A. P., que también quiere estar con la chica y es entonces cuando ella expresa claramente: “Ya es demasiado”. Lo que parecía hasta entonces una relación consentida cambia de naturaleza.
La Verdad prosigue contando que los tres veinteañeros no se detienen y que ese tercero a quien la chica rechazaba la obliga a hacerle una felación. “Estaba (...) y otro clavándosela y me dice, ¿M. quieres follar? Y digo, pues claro, y dice, pues pasa para adentro (...)”, explica este hombre. a un amigo a través de un audio de Whatsapp desvelado por el diario, incorporado ahora a la causa y, por tanto, en manos de la jueza que lleva el caso. “Le metimos una paliza de locos y se dejaba grabar. Un show”, concluye el audio.
La Policía, en ese informe que la periodista califica de “contundente”, sostiene que la agredida se negó a estas prácticas insistentemente, por todas las vías que pudo, pero que el principal acusado también la estaba golpeando en el rostro, los pechos y las nalgas, “provocándole algunas lesiones visibles y moratones”.
Ante semejante acoso, la chica termina rindiéndose, “sumisa y obedeciendo”, una actitud que dio para muchas reflexiones, por ejemplo, en el caso de La Manada. Dejó de pelear porque eran tres contra uno, porque la estaban golpeando, porque había bebido y no tenía todas sus fuerzas consigo. “No puede haber una mayor exigibilidad de negativa o resistencia de la víctima”, cita el informe policial.
En un audio mandado a otro amigo, el principal acusado se jacta de este asedio total. “Madre mía qué paliza le pegué, pero en plan bien. A lo mejor le metía dos hostias. Le metía la picha en la boca, le decía ¿quieres más? Y decía no, pues digo, ‘abre la boca’, y decía no. Y entonces, con las mismas, abría la boca y otra hostia. Qué barbaridad tío. Qué guapo”.
A todo eso se añade el “plus vejatorio”, como dice la Policía, de que la supuesta agresión fuera grabada en vídeo y compartida, para mayor escarnio de la chica. Una suma que hace la violación “particularmente degradante”, porque añade a los protagonistas alardeando con su círculo -para “reírse un rato”, dicen incluso- y sin que se aprecie en ellos “remordimientos o preocupación por la víctima”.
La Policía dio con una conversación de Whatsapp que mantienen los acusados Pedro G. y Miguel A. P. que La Verdad reproduce y merece la pena leer:
–Pedro G: “Me tienes que pasar primero los vídeos que me pegue una paliza a reírme antes de acostarme y ya me acuesto feliz esta noche (risas)”.
–Miguel A. P.: “Los vídeos te los paso, pero no los vayas a mandar por ahí, chacho, que podemos tener un problema”.
Los tres hombres están ahora mismo en libertad con cargos. La joven está en tratamiento psiquiátrico desde que se produjo la agresión.