La contestación de Yolanda Díaz a este gesto de Rufián en el Congreso: le bastan cuatro palabras
El portavoz de ERC se mostró muy crítico con el Gobierno y la reforma laboral.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha contestado en El País a la acusación que hizo Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, quien criticó al Gobierno por no hablar con su partido sobre la reforma laboral.
“He escuchado al señor Garamendi [presidente de la CEOE] que estaba contento porque se han dedicado un montón de horas y de esfuerzos a atraer, a negociar, a hablar, con la patronal. Está muy bien y lo entiendo. De hecho, hay proyectos personales detrás que yo respeto enormemente. Pero, ¿saben cuántas horas se han dedicado a hablar con ERC? Estas”, dijo Rufián haciendo un cero con la mano derecha.
“Y eso siempre es un mal negocio. Siempre”, advirtió el parlamentario republicano, que pidió que “a ver si entre día histórico y día histórico da para hablar con ERC”. “Que igual tenemos algo que ver, ¿no?”, agregó.
Preguntada por este asunto, Díaz no puede ser más clara en su respuesta: “Bueno, eso no es verdad”.
Según la vicepresidenta segunda, que se muestra “prudente”, el Ejecutivo ha hablado “con todos”. “Cuando digo que hemos hablado con todos, lo hemos hecho hasta con grupos que tienen un solo diputado”, asegura.
Por eso, Díaz ha vuelto a pedir a los partidos políticos “que valoren bien lo que supone esta norma”. “Es la primera reforma que recupera derechos para los trabajadores en España. Es un acuerdo histórico. He sido educada en una casa en la que me han enseñado que el diálogo social no es una pequeña cosa. Creo que el acuerdo es histórico y hace bien al país. Da seguridad jurídica, da certezas”, insiste.
La ministra de Trabajo se queja de que “tenemos una oposición en España que es un páramo”. “Cuando he escuchado a Pablo Casado, sin conocer la norma, decir que va a votar que no, además de un enorme error, me parece que daña a España”, asegura.
Díaz considera que “es muy difícil decirle que no a esta norma”. “Quien la haga fracasar, tendrá que decirle a un precario que en lugar de tener un contrato estable va a seguir con un contrato de dos días. (...) Entiendo la política perfectamente y hablaremos. Trabajaremos hasta el final. Pero es muy difícil decirle que no a esta reforma”, agrega.