La factura de Vox a Ayuso: nuestros derechos
Más allá de la política del tuit, es importante que la ciudadanía sepa qué dicen las leyes que la derecha y la ultraderecha quieren derogar.
Ya lo avisamos durante la campaña electoral: VOX va a poner precio a nuestros derechos y Ayuso pagará la factura. Y lo que ayer era previsible, hoy se ha materializado en el pleno de investidura en la Asamblea de Madrid.
Monasterio, tras protagonizar un escandaloso discurso racista contra un compañero diputado de Unidas Ponemos, ha anunciado que apoyará la investidura de Ayuso a cambio de, atención, derogar las leyes LGTBI y Trans, la 2/2016 y la 3/2016, que la misma Presidenta apoyó con su voto a favor y abstención hace unos años.
Poco le ha durado el paseo por Chueca visitando algún local. Y como era de esperar, Ayuso calla. Pero el silencio cómplice con la ultraderecha, sumado a los aplausos que tanto la presidencia como su equipo de gobierno han regalado a la líder del racismo y la LGTBIfobia, atenta directamente contra nuestros derechos.
Más allá de la política del tuit, es importante que la ciudadanía sepa qué dicen las leyes que la derecha y la ultraderecha quieren derogar, y qué va a suponer que Madrid pase a ser una comunidad sin protección hacia las personas LGTBI.
Si derogamos las leyes, las agresiones que las personas LGTBI seguimos sufriendo en esta Comunidad (más de 300 en 2019), quedarían impunes porque se eliminaría el régimen de sanciones que se recoge en la ley.
Si derogamos las leyes, en Madrid será legal que un padre llevara a su hija lesbiana a una aberrante “pseudo terapia” de reversión de la homosexualidad.
Si derogamos las leyes, en Madrid el personal docente de los centros educativos se quedarán sin protocolos ni recursos para prevenir el acoso escolar por LGTBIfobia.
Si derogamos las leyes, las personas Trans, que sufren más de un 80% de tasa de desempleo, no van a tener acceso a un programa formativo y laboral que mejore sus condiciones de vida.
Si derogamos las leyes, las policías locales dejarán de recibir formación para atender casos de LGTBIfobia.
Estos son solo alguno de los aspectos que recogen estas dos leyes que con un amplio consenso se aprobaron en el años 2016 en la cámara madrileña. Consenso que hemos podido ver recientemente con la aprobación de una Ley Integral Trans en el Parlamento Canario, con el voto favorable del PP.
¿Por qué lo que aprueba el PP en Canarias lo quiere derogar el PP en Madrid? Por una sencilla razón: la factura de la ultraderecha.
VOX no le va a cobrar en cargos (aparentemente) a Ayuso los votos de la investidura o de los presupuestos, pero se lo va a cobrar en políticas regresivas para las personas más vulnerables: mujeres, personas migrantes y personas LGTBI.
Es muy fácil hacerse el valiente contra quienes sufrimos la discriminación, el paro, el acoso y el señalamiento por el hecho de ser como somos o quienes somos.
Nos quedan dos años duros para el progreso y la justicia social. Dos años en los que, probablemente, la brecha entre ricos y pobres se va a acentuar. Dos años en los que la brecha territorial va a crecer, creando una Comunidad de Madrid a dos velocidades.
Pero nos va a tener en frente al Grupo Parlamentario Socialista, con nuestra portavoz a la cabeza. Nos vamos a dejar la piel para defender los derechos y los intereses de los madrileños y las madrileñas, para que no retrocedamos en derechos, y para que los fondos europeos se utilicen en políticas sociales y recuperación económica y no en ladrillo.
Madrid necesita instituciones que nos tengan en cuenta a todos y todas, que legisle y gobierne para todos y para todas, y que deje de hacer políticas para los más poderosos y contra las personas que más necesitamos, precisamente, de la política.