La España que (no) suma de Pablo Casado
La coalición de derechas planteada por el líder del PP está cada vez más lejos de prosperar.
El presidente del Partido Popular quiere formalizar la ya histórica foto de Colón y convertirla en una alianza electoral para la que tiene incluso nombre: “España Suma”.
Con un — cada vez más probable— 10 de noviembre por delante, Pablo Casado cree que la única alternativa factible para ser presidente del Gobierno pasa por el apoyo de Ciudadanos y Vox. El líder de los conservadores considera que una gran “reunificación” de la derecha bajo esta fórmula nacional le catapultaría a La Moncloa, sin embargo, excluye de la misma a otros partidos como el Aragonés (PAR) a pesar de haber concurrido juntos a las generales en varias ocasiones.
El germen de la triple potencial coalición ha sido Navarra Suma, forjada en marzo con el objetivo de consolidar la unión entre UPN y Ciudadanos. Ante un panorama político nacional en standby, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, inscribió en julio la reagrupación nacional con el nombre de “España Suma”, junto con las distintas variantes para el resto de comunidades, como Cataluña Suma. En total, 19 marcas que rememoran la CEDA de Gil Robles.
En un primer momento el objetivo del PP era fraguar la alianza únicamente con Ciudadanos y contar “con el apoyo externo de Vox”. Fue un intento en vano, ya que la formación naranja se desmarcó desde el principio y Vox ni siquiera se dio por aludido. Sin embargo, el pasado lunes, la vicesecretaria de Organización del Partido Popular, Ana Beltrán, elevó el “apoyo” a “propuesta formal” para que los de Abascal se integrasen en “España Suma”, aparcando las reticencias iniciales.
El visible distanciamiento entre PSOE y Unidas Podemos apremia a los populares a intensificar su “refundición” para evitar lo que tanto les penalizó en las pasadas elecciones: una fragmentación que provocó un desplome de 20 escaños en el bloque de derechas.
VOX y Ciudadanos dicen NO (de momento)
No han pasado ni 24 horas desde el planteamiento oficial y Casado ya tiene encima de la mesa una suma, pero de noes a su iniciativa.
“Una estrategia de marketing que responde más bien a que su marca está tocada”, han valorado desde Vox, que pese a respetar la propuesta del PP, siguen defendiendo un proyecto político propio —“notamos que la sociedad demanda un partido como el nuestro”— aseguran.
En la misma línea, la portavoz naranja en el Congreso, Inés Arrimadas, ha negado una vez más la oferta aduciendo que “Ciudadanos es un proyecto limpio, propio y regenerador”. “Hemos demostrado que podemos ponernos de acuerdo (...) somos el partido de la suma y la negociación”, ha apuntado. Entendimiento sí, coalición no.
“Esas fórmulas funcionan de forma puntual y excepcional, no son extrapolables al conjunto de España”, ha comentado por su parte Ignacio Aguado, que este agosto ha sido nombrado vicepresidente de la Comunidad de Madrid gracias al pacto entre su partido, el PP y Vox.
Diferencias en el seno del PP
A pesar de la clara oposición de las dos formaciones, el PP no desiste. Una de las firmes defensoras de esta coalición, Cayetana Álvarez de Toledo, ha remarcado que “España Suma” es “inteligente, noble y necesaria” y que su presidente, Pablo Casado, no va a escatimar “ni un solo esfuerzo” para que prospere.
La portavoz popular en el Congreso se mostraba optimista hace unos días y convencida de que la reagrupación llegará tarde o temprano, porque los motivos de fondo que la impiden son "únicamente personales”.
Álvarez de Toledo apuesta por la coalición con Cs en 'España Suma'
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La voluntad de Casado para materializar su gran proyecto lleva fraguándose desde las sucesivas campañas electorales de este año. “Si vamos dispersos a las urnas la economía se va a volver a dispersar y el Estado social se va a volver a fragmentar. Si vamos unidos tendremos los escaños suficientes para gobernar”, repetía tanto en abril como en mayo el líder de los populares, pero la realidad es que ni siquiera en Génova existe consenso en un partido poco dado a mostrar sus diferencias internas.
Ha sido una vez más el líder gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien no ha dudado en hacer públicas sus reservas al asegurar que este no era un planteamiento que tuviera encaje en la Comunidad de Galicia: “Es evidente que los proyectos no son miméticos en todos los territorios de España y en Galicia hay un partido que ya suma a la inmensa mayoría de los gallegos, que es el PP de Galicia”.
Los números siguen sin dar de cara a una repetición electoral
El Partido Popular obtuvo en las últimas elecciones el peor resultado de la historia propiciado, entre otros factores, por la irrupción de Vox en el Congreso.
Pese a que no varió mucho con respecto a los comicios de 2016, y que incluso el PP obtuvo más votos que entonces, la prima conservadora que siempre había tenido el sistema electoral, en este caso benefició al PSOE, que fue el partido más votado en la mayoría de circunscripciones.
El 28-A las tres derechas sumaron 147 escaños, muy lejos de los 176 necesarios para lograr la mayoría que les permitiera gobernar.
Sea bajo la fórmula “España Suma” o mediante otras iniciativas, lo único que tanto en el PP, como Ciudadanos y Vox saben es que no pueden eludir el espíritu de Fuenteovejuna: todos a una.