Acuerdo insuficiente en la Cumbre del Clima de Glasgow
Se mantiene el objetivo de limitar el calentamiento global, pero se aleja la descarbonización.
La cumbre del clima de la ONU, más conocida como la COP26, ha aprobado este sábado en Glasgow un acuerdo determinante para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global en 1,5 grados para 2100 con respecto a los niveles preindustriales.
En un final de enorme dramatismo, el presidente de la conferencia, Alok Sharma, anunció que el Pacto Climático de Glasgow queda aprobado, después de que la India introdujese a última hora y de forma inesperada un cambio que aleja el final del carbón como fuente de energía.
El presidente de la Cumbre, el británico Alok Sharma, ha pedido perdón a las partes de la Convención Marco de Cambio Climático por la forma en la que se ha desarrollado el proceso de modificación a última hora de la redacción de los acuerdos que componen el conocido como paquete de Glasgow.
“Pido profundamente perdón. Entiendo la profunda decepción, pero he querido proteger este paquete de Glasgow”, ha respondido Sharma tras las críticas formuladas en ese sentido por la delegada de Antigua y Barbuda pero también de otros países, que se han quejado de que no habían tenido tiempo de analizar los nuevos textos.
Sharma ha agachado la cabeza emocionado y le ha costado seguir. Tras unos segundos de aplauso general de apoyo por parte del plenario, ha seguido las votaciones de los distintos documentos.
La enmienda india fue aprobada por el resto de países, de forma muy reticente, para evitar que las negociaciones se rompieran y se cosechase un fracaso de dimensiones históricas.
La India consiguió que la alusión a la “eliminación progresiva” del carbón se convirtiese en una “reducción progresiva”, pese a que el texto contenía la gran novedad de aludir por primera vez a la necesidad de acabar con los combustibles fósiles, un punto que suscitó los mayores rechazos en las últimas horas de la negociación.
El acuerdo acelera la acción contra el cambio climático e insta a los países a elevar sus metas de reducción de emisiones durante esta misma década, aunque reconoce que los países tienen “responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
El texto reconoce que limitar el calentamiento a 1,5 ºC requiere de “reducciones rápidas, profundas y sostenidas de emisiones globales de gases de efecto invernadero, incluida una reducción de emisiones de dióxido de carbono del 45 % para 2030 en relación al nivel de 2010″.
Respecto a la financiación para los países en desarrollo, uno de los puntos que más divergencias ha levantado, el Pacto Climático de Glasgow urge a los estados ricos a doblar “como mínimo” su aportación para la adaptación de los países más desfavorecidos antes de 2025 respecto a los niveles de 2019.
Críticas de los ecologistas
Las organizaciones ecologistas consideran “demasiado pobre” y falto de “compromisos firmes y concretos” para lograr las metas del Acuerdo de París el compromiso alcanzado.
El responsable de Clima de SEO/BirdLife, David Howell, ha señalado desde Glasgow que en conjunto el resultado de la COP26 es “totalmente insuficiente”, porque el abandono de los combustibles fósiles y los subsidios asociados aunque figuran “por fin” en el acuerdo final, “está expresado en términos demasiado tímidos como para impulsar la transformación colosal requerida”.
En opinión de Howell, la senda del límite del calentamiento global de 1.5 grados en relación a la era preindustrial “está aún lejos”, este año se han dado “pasos modestos”, cuando cada año toca dar pasos de gigante y corriendo.
En los años siguientes, los pasos tendrán que ser cada vez “más gigantescos y apresurados” y por lo tanto, “costarán cada vez más”.
España: paso adelante pero crítica al cambio sobre el carbón
España considera que el acuerdo es un “paso adelante”, pero critica los cambios de última hora que rebajan la ambición sobre el abandono del carbón en la generación energética.
Dichos cambios se refieren a la exigencia impuesta por la India para que se sustituyera el término “abandonar” progresivamente por “reducir” progresivamente”.
“Creemos que debemos eliminar -no sólo reducir- el uso del carbón”, señalaron fuentes de la delegación española liderada por la vicepresidenta.
Las mismas fuentes consideraron que “el acuerdo representa un paso adelante, no obstante”.
“Confiamos en que esta senda se pueda reforzar con rapidez, en línea con el resto de los compromisos asumidos en la decisión destinados a reducir las emisiones globales un 45% en 2030”, agregaron.