Jóvenes preparados… ¿pero para qué?
Están preparados para emigrar, y están preparados para engrosar las listas del paro.
La generación de jóvenes actual (incluyendo quizás la inmediatamente previa) se dice que es la mas preparada de la historia de nuestro país. ¿La más preparada, pero exactamente para qué? Nadie puede prepararse para el paro o para la emigración, o quizás en el caso de nuestro país, sí.
Los medios de comunicación llevan muchos lustros con programas del estilo calagurritanos por el mundo, en el que un periodista encuentra a alguien con un trabajo muy bueno y muy bien asentado, y con una casa a envidiar, para vendernos una vida en el extranjero de lujo, exotismo y jolgorio.
Estos programas, muy populares, hicieron estragos en diversas capitales europeas, y Melanie fue por mucho tiempo la persona más popular de Edimburgo hace mas de 10 años.
Cuenta la rumorología que esta señora tenia su vendetta particular con el ayuntamiento de esta ciudad y que, en su oficina en un pub de esta ciudad ayudaba a los extranjeros a rellenar papeleo para solicitar todas las “míticas” ayudas que dan a los extranjeros cuando llegan a este país. Las mismas paguitas que al parecer reciben los emigrantes que llegan a España, o eso dicen los filósofos de los partidos de la derechita valiente.
Ese programa llevó a oleadas de españoles a Escocia, y la comunidad de compatriotas subió como la espuma, con muchos que, atraídos por los cantos de sirena, se creyeron la falacia de que les pondrían casita junto a la Royal Mile, y les darían dinero a espuertas, como para hincharse a haggis, barras de chocolate de Mars fritas y whisky escoces a diario… pero nada más alejado de la realidad.
Estos programas nos venden que quizás no comas con la familia el domingo, pero estarás con tu Audi jugando en el casino más cercano y rodeado de suecas que se pirran por tus huesos ibéricos (cuanto daño hizo el Landismo).
Igualmente, el resto de la sociedad complementa el mensaje de estos programas con los rumores de que la vecina del tercero ya tiene la oficina al lado de Zuckerberg y juega a las cartas con la hija de Bill Gates.
Esta válvula de escape ha permitido a mas de un millón de españoles emigrar desde 2009, y también ha ayudado a mitigar los números de paro de nuestro país, que maquillan la realidad económica y laboral española.
Uno de los problemas que este éxodo ha demostrado es la falta de habilidad lingüística de los españoles. El famoso nivel medio de inglés en nuestros jóvenes queda rebajado tan pronto pisan suelo en Heathrow o Manchester.
Poco se ha hecho en el pasado por mejorar nuestra habilidad en otros idiomas, y ante el Brexit actual, quizás sería importante encontrar otras opciones que ayuden a generaciones futuras que quizás tengan también que emigrar. Reino Unido está demostrando con creces una xenofobia y racismo que a pesar de no verse, estaban escondidos y ahora han salido a la luz.
El francés y el alemán, así como el mandarín, quizás deberían tomar el lugar de un idioma inglés que ahora mismo va a cerrar puertas a la emigración que hemos tenido los últimos 10 años.
Muchos españoles tras fos días en Reino Unido ya solicitan impacientemente información para “trabajar de lo suyo”, ya que tienen ese “nivel de inglés medio”.
Muchos llegan y hacen preguntas que demuestran la poca preparación que han hecho para este proyecto de emigrar, o dejando claro su falta de interés en buscar por sí mismos, o en escribir por si mismos en Google: cuánto vale el tren de x a y.
Pues si las puertas a emigrar se han abierto desde los medios, las familias y la sociedad en general acepta igualmente desde el principio que estudias la carrera sin seguridad de un trabajo que pague el esfuerzo y que te permita poner en práctica los conocimientos adquiridos en un puesto acorde.
El paro para un español nunca ha sido una anomalía del mercado laboral, y se acepta sin más como algo que esta ahí. Como los 40 grados a la sombra en agosto, o los 20 en diciembre (si no es así ya, nos vamos acercando con el cambio climático).
El paro es un problema temporal que se soluciona más o menos rápidamente por otro trabajo en los lugares a los que emigramos, y en España puede llegar a ser un mal perpetuo, sobre todo si sobrepasas ciertas edades. En España encontrarás amigos con los que pasar los lunes al sol, pero una vez emigras, lo normal es trabajar… lo normal es encontrar opciones para crecer laboralmente, y los lunes, si no trabajas, lo más probable es que estés aburrido, solo y no al sol precisamente.
Pues nuestros jóvenes están preparados y mucho, y están preparados para emigrar, y están preparados para engrosar las listas del paro, ya que se ha hecho un esfuerzo muy grande en normalizar esta situación. Y en ciertas regiones se normaliza incluso más aún.
Ahora lo que hay que hacer es el movimiento inverso, que es preparar a la industria y no a los trabajadores futuros, a crecer a base de capital humano, para lograr que los beneficios que ahora se quedan en Alemania y Reino Unido o Suiza no salgan de España desde el principio.
Asegurarnos que en esas reuniones estratégicas de las empresas, en vez de mirar de manera cortoplacista a los beneficios y decidir recortar, se incrementen las plantillas como inversión en el futuro mostrando una apuesta firme en sus propias empresas, que competirán mejor con la producción extranjera cuanto más fuertes y grandes sean... y si encima no solo se crece, sino que se lidera por la vía de la investigación y el desarrollo, harán que no solo nuestros jóvenes estén preparados, sino que la economía esté también preparada para competir como un país puntero europeo… o, si no, sigamos dándole al turismo y ya está… y nuestros “jóvenes preparados” pasarán a ser directamente “emigrantes preparados”.