La ausencia de respuestas a los problemas que sufre la juventud, en una crisis de salud mental sin precedentes, es otro de los motivos por los que aumenta el apoyo a los populismos de extrema derecha.
Los episodios racistas no solo sacuden al mundo de fútbol, sino que también se extiende a otras disciplinas deportivas. Además, lo preocupante, es que ocurre entre los más jóvenes.