Ir al supermercado nos va a salir más barato a partir de ahora
Las cadenas anuncian descuentos para atraer a nuevos consumidores en plena incertidumbre económica.
Una buena noticia para el bolsillo. Ir al supermercado saldrá más barato a partir de ahora. Las principales cadenas de supermercado que operan en España han iniciado una auténtica guerra de precios con el objetivo de atraer a más clientes.
El pistoletazo de salida lo dio Aldi, cuyos productos de marca propia representan el 86% de las 2.000 referencias de sus estanterías. Esta cadena de origen alemán aseguró que el precio de sus productos había bajado un 0,75% en 2020 respecto al año anterior.
Su gran competidor no se ha querido quedar atrás. Lidl ha anunciado una rebaja de precios que afectaría a más del 15% de sus productos y que llegarían hasta el 50% en algunos casos. Otras cadenas de supermercados también se han lanzado a la carga. Las pegatinas de descuento, oferta o promoción se han vuelto habituales en los pasillos de las tiendas.
Esta misma semana, Carrefour —la segunda cadena más importante del país— ha anunciado la bajada de los precios de más de 1.000 productos de su marca y la rebaja en otros 600 artículos de marcas propias y nacionales a 0,99 euros.
Los expertos de la consultora Kantar han asegurado que esta batalla de precios se mantendrá durante todo el año y algunas cadenas han respaldado esta opinión. “En 2020 iniciamos una estrategia para facilitar el ahorro a todas las familias, que continuará durante el presente ejercicio conscientes de la importancia que en estos momentos tiene el precio para el consumidor español”, ha señalado Alexandre de Palmas, director ejecutivo de Carrefour.
A pesar de que muchos actores en el sector han empezado a hablar de guerra de precios, esta expresión genera recelos en Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). “Los supermercados pueden estar conteniendo precios más que bajándolos. Esto no es necesariamente una guerra de precios, pero sí un intento de no subirlos si no es necesario en esta coyuntura incierta”, ha apuntado.
“Más bien lo que existe es una guerra por decir que están en una guerra de precios. No hemos detectado movimientos fuertes ni de subida, ni de bajada de precios”, ha apuntado.
El coronavirus disparó las compras en el súper
La competición feroz por los consumidores se inició a finales del 2020. La pandemia del coronavirus generó un enorme impacto en el día a día de los 47 millones de españoles. Las restricciones a la movilidad obligaron a cambiar los hábitos, incluida la cesta de la compra. Ante el miedo al contagio, los ciudadanos fueron menos veces al supermercado durante el año pasado, pero metieron más productos en el carro.
Gracias a este aumento en el consumo, las empresas de distribución tuvieron un buen año, a diferencia de lo que pasó en otros negocios como bares o tiendas de ropa. Los supermercados incrementaron su facturación un 6,4% hasta alcanzar los 95.000 millones de euros, según la consultora Nielsen.
“Los supermercados fueron de los pocos sectores de la economía que no se han visto afectados directamente por las restricciones. Incluso, se vieron beneficiados por la derivación de consumo que se hacía en otros establecimientos, como bebidas alcohólicas o algunos alimentos. Antes se consumían en bares y restaurantes y ahora la gente prepara en casa”, explica Enrique García, de OCU.
Otro cambios experimentados estuvieron relacionados con la forma de hacer la compra. Por ejemplo, se acudió principalmente a los supermercados cercanos a casa —especialmente durante el confinamiento—, en detrimento de los hipermercados. Además, muchos ciudadanos perdieron el miedo a comprar por internet.
Todos estos cambios agitaron enormemente al mercado. Mercadona ha mantenido el liderazgo, ya que el 24,5% del dinero gastado en supermercados termina en una de sus cajas, según la consultora Kantar.
A pesar de esta posición de dominio, Mercadona ha protagonizado un tropiezo al sufrir la mayor caída en cuota de mercado. La cadena de Juan Roig se ha visto perjudicada por no disponer de tiendas de proximidad en algunas comunidades y haber tardado en apostar por la compra por internet.
La gran beneficiada durante la pandemia ha sido Lidl, que ha alcanzado una cuota de mercado del 6,1% y se ha convertido en la tercera cadena de supermercados más importante, arrebatándole el puesto a Dia. Estas dos enseñas compiten —al igual que Aldi— en la categoría hard discount.
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La incertidumbre económica marca el camino
A pesar de estas buenas cifras del sector durante el año pasado, la situación ha cambiado notablemente. El estancamiento de la crisis económica —debido a que no se recupera la normalidad— ha hecho que muchos ciudadanos sean más prudentes a la hora de ir a comprar.
“La contracción económica hace que muchos hogares deban recortar sus presupuestos y contener gastos ante la duda sobre sus ingresos futuros. Ante esa coyuntura, los supermercados aprendieron de la anterior crisis que los que mejor capearon la situación fueron aquellos que se percibieron como baratos, pero conservando una cierta imagen cuidada. Los supermercados que ganaron mucha cuota de mercado entonces fueron Mercadona y Lidl. La estrategia actual es tratar de mostrar una buena imagen, pero también una contención de precios”, señala García.
Ante esta situación de incertidumbre, las cadenas Lidl y Aldi se han lanzado a esa guerra de precios, seguidas de otros competidores. Únicamente Mercadona parece haberse quedado al margen, ya que su política nunca se ha basado en los descuentos puntuales. En su lugar, mantiene su estrategia, Siempre precios bajos, de ofrecer productos de marca blanca de calidad a buen precio.
La compra de Supersol y el aterrizaje de Mere
La batalla no solo se dará en los precios. Otro movimiento importante en el sector ha sido la compra de los supermercados de Supersol por parte de Carrefour. La compañía de origen francés anunció el pasado verano la adquisición de 172 tiendas de esta cadena para reforzar su posición en los supermercados más pequeños ubicados en los barrios, ya que este grupo tiene una gran dependencia de los hipermercados.
Tras obtener la autorización de las autoridades, Carrefour ha empezado esta semana la adaptación de estas tiendas a sus formatos de conveniencia Express, supermercado Market y económico Supeco. Antes de la absorción de Supersol, la compañía operaba 25 supermercados de esta última enseña, que compite directamente con las otras cadenas de bajo coste.
Pero este no es el último movimiento que se espera a lo largo de año, ya que dentro de muy poco tiempo la cadena de supermercados Mere desembarcará en España. Esta cadena de bajo coste, a la que se conoce como el Lidl ruso, ha causado auténtico furor en Alemania al ofrecer productos un 20% más baratos que sus competidores.
Esta compañía tiene previsto abrir sus primeras tiendas en mayo, que se ubicarán en Cataluña. El objetivo de la marca es abrir entre 10 y 15 tiendas en el país antes de que termine 2021 y llegar al centenar de locales en cuatro años. Un crecimiento rápido que seguro pondrá en alerta a muchos. La guerra no ha hecho más que empezar.