La 'autopista' de lava del volcán al mar, vista desde el espacio
La misión Copernicus Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) muestra la violencia de la mezcla de lava, ceniza y humo.
La erupción del volcán Cumbre Vieja hace casi dos semanas sigue generando ecos y miradas desde todo el mundo... y más allá. El rastreo de las incesantes coladas de lava y ceniza ha llegado hasta el espacio.
Desde allí, la misión Copernicus Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) muestra el flujo de lava desde su origen hasta que cae al Océano Atlántico. El fenómeno, que comenzó en la noche del martes al miércoles, no ha parado desde entonces, ampliando el tamaño de la isla al solidificarse el magma sobre el agua.
La captura se tomó el 30 de septiembre, cuando ese delta magmático cubría unas 20 hectáreas. En las últimas horas el fluido ha crecido, con una nueva boca eruptiva, por lo que la extensión ya supera las 28 hectáreas.
La imagen, explica la ESA, ha sido procesada en color verdadero, utilizando el canal infrarrojo de onda corta para resaltar el flujo de lava. Resalta su contraste con el resto de colores de la isla y la formación del delta o ‘isla baja’ a su llegada al mar.
La misión Sentinel-2 se basa en una constelación de dos satélites idénticos, cada uno con un innovador generador de imágenes multiespectrales de alta resolución y amplia franja con 13 bandas espectrales para monitorear los cambios en la tierra y la vegetación de la Tierra.