Iceta: "A este país no le interesan unas elecciones ahora"
Además de bailes, Miquel Iceta (Barcelona, 1960) es muy de haikus, esos poemas breves inspirados en la emoción del momento y en la necesidad de desnudar el alma con efecto catártico. "Cada día, un haiku", suele escribir algunas mañanas en su cuenta de Twitter, si bien durante esta charla no da con uno con el que ilustrar la actual situación en Cataluña: "Si acaso uno que tenga que ver con un pantano, con una situación estancada pero ahora no se me ocurre".
Será porque su ánimo en el actual contexto político es bien distinto al de la euforia mitinera con la que en una campaña desató las caderas al ritmo de Queen con Don´t stop me now y se ganó para siempre el apodo del 'Billy Elliot del socialismo'. Ni en Cataluña ni en España están las cosas para mucha extravagancia -"rufianadas" aparte-, pero el primer secretario general del PSC sigue siendo un tipo afable, desprovisto de imposturas y muy, muy espontáneo, que teme que el independentismo no haya agotado su capacidad para generar monstruos y que la vía judicial vuelva a servir de excusa para no hacer política.
Por lo demás, no descarta que tras el juicio a los líderes del procés, los catalanes vuelvan a pasar por las urnas. Total, desde el último mandato del ex molt honorable Montilla, no ha vuelto a haber ningún president que agotara una legislatura, y 2019, avisa, será el año de la gran batalla... Y no sólo en Cataluña.
¿Cataluña está mejor, peor o igual que hace un año?
Yo creo que estamos mejor. Mejor en el sentido de que hace un año se aprobaban leyes ilegales en el Parlament, se convocaba un referéndum ilegal y se declaraba la independencia. Hoy no estamos en eso. Ahora, ¿ese "mejor" es suficiente? La verdad es que no porque todavía el independentismo no ha sido capaz de reformular sus objetivos ni su estrategia. Por tanto, estamos mejor, pero en ese terreno. No sé si es de Gramsci aquella frase de que "lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir" y en ese periodo pueden surgir todavía algunos monstruos.
¿ERC tampoco ha reformado aún su estrategia?
ERC siempre, y lo dice públicamente, por lo tanto no tengo por qué dudarlo, se muestra un poco en una dimensión más pragmática. Ellos quieren, dicen, ampliar la base social a partir de una gestión de Gobierno progresista. Lo que pasa es que es verdad que este Gobierno no se ha instalado en la gestión, sino más bien todavía está en la reivindicación de una causa y, probablemente, con la perspectiva de un juicio bastante inminente que condicionará muchísimo a todos.
¿Puede haber solución al problema catalán mientras haya líderes políticos en la cárcel?
Muy difícil. En esto me voy a las palabras del maestro, que es Felipe González, cuando dijo que la presencia de políticos en la cárcel no ayuda, y es verdad. Ahora, también es verdad que no nos podemos resignar. En un Estado de Derecho, con separación de poderes, después de haber criticado tanto que el PP lo librara todo a la batalla judicial, ahora no podemos escudarnos en eso para no hacer nada desde la política. Hay que dejar que la Justicia actúe, pero que la política sepa encontrar los caminos que no se supieron encontrar o no se quisieron encontrar. Por tanto, creo que nadie debería utilizar el juicio como excusa para no hacer nada. El juicio tendrá su lógica, su dinámica, se producirá, pero mientras tanto, ¿cómo queremos llegar a ese juicio? ¿Buscando una solución o enquistándonos en el conflicto? Esa es una de las grandes dudas que en este momento puede tener el independentismo y que condiciona también la actitud de todos los demás.
¿Cuál es el margen para hacer política, independientemente del recorrido de la vía judicial, cuando parece bastante evidente que los partidos sólo miran a Cataluña como un caladero de votos para ganar elecciones?
Sobre todo las derechas, que han hecho de Cataluña y del anticatalanismo su tema. Yo no he encontrado todavía a nadie que me diga a la cara que esto seremos capaces de arreglarlo sin hablar, sin dialogar... En cambio, las derechas más bien están negando cualquier posibilidad de diálogo, con lo cual estarían negando cualquier posibilidad de solución. Esto tiene que ver con que haya elecciones en Andalucía y que puede haberlas relativamente pronto en España, lo cual tiende a enquistar posiciones y a no permitir diálogos sinceros y de cierta profundidad. Pero sin diálogo esto no se va arreglar. Desde el sentido contrario,creo que lo que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez es lo correcto. Primero, intentar rebajar la tensión, recuperar los cauces de relación institucional y abrir perspectivas concretas de acuerdos concretos que no son la gran solución, pero pueden ser el camino de deshielo y de la creación de algunos elementos de confianza que permitan seguir avanzando.
Si estamos en el camino del deshielo, ¿cuál es el siguiente paso? ¿Qué puede acordar el Gobierno con la Generalitat?
Había y hay posibilidades de acordar cosas importantes en materia de inversiones, también el propio contenido de los Presupuestos Generales del Estado, además de elementos que permitan a la Generalitat desarrollar con más comodidad sus funciones y sus competencias. Yo creo que ese es el siguiente paso, que todavía no está claro que se esté dispuesto a dar por parte del Gobierno de Cataluña, pero creo que convendría. Ahora el gobierno de Cataluña está viendo también que le empiezan a estallar algunos conflictos incubados hace muchos años. Los recortes que hizo el presidente Mas realmente pesaron mucho sobre los empleados públicos. Estamos viendo en el sector de la Sanidad unas movilizaciones de los médicos de primaria y, en general, del personal sanitario que ha visto reducirse su nivel adquisitivo, aumentar su carga de trabajo y disminuir la calidad del ejercicio de su profesión. Por tanto, ellos también ven que necesitan un mayor margen para dar respuesta a los problemas concretos, a pesar de que alguno de sus dirigentes dice que esto son problemas menores y que no nos pueden distraer de lo principal. Pero para centenares de miles de personas este es el problema principal, el tener una profesión, poderla ejercer con dignidad, tener una atención sanitaria de calidad y poder dedicarle tiempo. Los médicos están pidiendo poder ver a sus pacientes al menos cuatro minutos.
¿Recuerda unas elecciones andaluzas donde Cataluña haya estado tan presente en la campaña como en esta?
No, creo que deberían reflexionar los propios ciudadanos andaluces. Si en unas elecciones andaluzas, sólo saben hablar de Cataluña, quizás es que no tienen nada que ofrecer a Andalucía. Si en unas elecciones al Parlament me hablaran permanentemente de Extremadura, a ese partido no lo votaría porque quiero que hablen de lo mío, que hablen de las competencias que tiene la Junta, de sus recursos, de las prioridades... Por tanto, los partidos que se refugian en el tema catalán están demostrando que no tienen nada que ofrecer a los andaluces para el autogobierno de Andalucía y para la Junta.
¿A quién habría que imputar el fracaso si VOX tuviera finalmente representación en el Parlamento andaluz?
A esa especie de competencia entre PP y Ciudadanos para ver quién es más de derechas. En muchos países está surgiendoel populismo de extrema derecha o de derecha extrema, y hay dos maneras de combatirlo. Una, con los que piensan que copiando su discurso les capturas ese electorado y evitas que crezcan. Y esto ha fracaso en todas partes porque cuando se copia el discurso de la extrema derecha en el fondo se le alimenta. Y otra, atacar las raíces del discurso de extrema derecha que tiene que ver con la incertidumbre, el miedo, la crisis económica, el impacto de la globalización y de la inmigración. Hay sectores de las clases populares que reaccionan digamos con miedo, y ese miedo les lleva a abrazar teorías casi diría mágicas con el populismo este de situar a los inmigrantes como problema y que en ningún lado ha funcionado a la hora de la verdad. Por lo tanto, yo hago responsable del crecimiento de VOX a aquellos partidos de derechas que han intentado copiar su discurso porque con eso no han hecho más que engordarles.
¿Quién ha seguido más esa estrategia Cs o el PP?
El PP últimamente parece haber tomado la delantera, pero es que estaban en una competencia muy dura entre CS y el PP por ver quién era más de derechas, lo cual a mí me ha desconcertado también un poco porque yo veía más a Cs como un centro derecha liberal reformista que pudiera dar la batalla en el centro. Por las razones que sea parece que quiere disputar el liderazgo de la derecha, y eso lo ha orientado en una dirección bastante distinta a la que llevaba.
¿Es compatible ser de centro liberal con el discurso del "a por ellos"?
Yo creo que no. Estamos ante una futbolización de la política. Cuando consideras que el agravio entre territorios es como una competencia entre equipos de fútbol, que lo que uno gana el otro lo pierde necesariamente, no estás haciendo una propuesta para España. Y, en estos momentos con independencia de la opinión que cada uno le merezca lo que ha pasado en Cataluña y el futuro, la inmensa mayoría de españoles quiere encontrar una solución que sólo se encontrará desde el diálogo, desde una perspectiva de negociar, de encontrar un camino, que obviamente no va a ser la independencia, pero que no puede ser el inmovilismo o la marcha atrás. El otro día leía una declaración del presidente de Castilla y León, en las que decía que a él no le encontrarían nunca hablando de recentralización porque él es de un partidario del Estado de las autonomías. Es decir, que la respuesta a los problemas que tenemos hoy no es volver al pasado. Y ahí Pablo Casado se ha equivocado al decir que va a recuperar las competencias de educación y sanidad porque es tanto como acabar con el Estado de las autonomías. La solución no va a ser romper, pero tampoco volver al pasado, sino avanzar juntos y mejor ¿Va a ser difícil? Sin duda, pero es que no veo otra solución.
¿Después de la petición de las penas para los líderes del procés, queda alguna vía de diálogo abierta entre Madrid y la Generalitat. ¿El PSC está trabajando en ello?
Vamos a ver, siempre he dicho que conviene que el diálogo entre los partidos y el Gobierno de Cataluña y el de España sea lo más directo posible, quizá porque tenía un abuelo que tenía una obsesión, que era que el intermediario sube el precio. Nosotros ayudamos ayudamos en todo cuanto podemos, naturalmente, pero en estos momentos hay relación entre el Gobierno de España y el de la Generalitat y entre el Gobierno de España y ERC y JxCat. Por tanto, el diálogo no se ha roto en ningún momento, más allá de que el independentismo ha cometido el error de pedirle al Gobierno cosas que no están en su mano, por ejemplo poner a los presos en la calle.
¿Y tenía margen para modificar el criterio de la Fiscalía?
El Gobierno puede hacer cosas en materia de la Fiscalía, por ejemplo cuando se dice la corrupción es una prioridad o la violencia machista es una prioridad se están dando instrucciones para que la Fiscalía actúe quizás con mayor rotundidad o diligencia. Otra cosa es que el Gobierno pueda decirle a los fiscales en un caso concreto "afíname esto", como hemos oído. La verdad es que no quiero vivir en un país así. La Fiscalía ha de actuar con libertad, con autonomía, y eso no quita que el Gobierno no pueda tener prioridades en materia de política criminal y a través de la Fiscalía actúe, pero no en casos concretos diciendo "mira como ahora están juzgando a una persona que me cae bien cuídamela" o "como este me cae mal, intenta ponerle todavía las cosas más difíciles". Esto no funciona así, y yo creo que en España que hemos tenido algunos elementos de preocupación por la marcha de la Justicia, que el Gobierno intentará manipularla, orientarla o dirigirla, sería la peor de las noticias. Creo por tanto que ahí ellos se han equivocado. Intentaron ligar el apoyo a los Presupuestos a una decisión sobre los presos. Pues, oiga no. Otra cosa es que el Gobierno ha manifestado algunas opiniones que puedan tener relevancia o ser, digamos, más o menos útiles de cara al futuro. El Gobierno no puede ni debe sustituir a jueces ni fiscales.
¿Y en la Abogacía del Estado?
Los políticos hablamos quizás demasiado de las cuestiones judiciales que no nos corresponden, pero para que la gente nos entienda lo que digo es que es imposible que digamos que no se produjo ningún delito. Cuando uno va contra la Constitución y a romper un país, eso constituye un delito. No sé cuál, para eso están los jueces, De la misma manera digo que quien piense que esto se arregla con largas penas de prisión es que no ha entendido nada de lo que ha pasado. Por tanto, hay que dejar que la justicia pueda trabajar, que tiene sus condicionantes, desde luego la ley, los hechos, el desarrollo del juicio y también la justicia europea. La española ha visto como determinados planteamientos han tenido dificultades en otros países cuando se ha intentado activar la euroorden. Bueno, pues todo eso los jueces en el momento de juzgar y dictar sentencia, estoy convencido de que lo van a tener en cuenta y que de alguna manera van a hacer una cosa muy sólida. No se pueden permitir el lujo de luego ser desautorizados de forma muy fuerte por el Tribunal Europeo de Derecho Humanos. Y, por lo tanto, en esto y a pesar de todo, mantengo la confianza en la justicia.
Es verdad que hay gente que ha discutido mucho la labor del juez instructor, pero bueno en nuestro sistema precisamente acabada la instrucción, el instructor desaparece en beneficio de un tribunal que además es un órgano colegiado de la máxima magistratura porque se trata del Supremo. Hay que darnos todos un poco de margen en el sentido de confianza en las instituciones, incluso ahora en estos días cuando se están produciendo las peticiones de recusación de unos jueces. Claro, es que estamos en una democracia, es que los defendidos pueden pedirlo, incluso uno de ellos ha pedido la recusación de todos los magistrados. Y esa petición va a necesitar de una respuesta por parte del Tribunal, incluso puede recurrirse frente al Tribunal Constitucional. Estamos en un sistema muy garantista. Me hace gracia cuando a veces desde el independentismo se dice: "los jueces están al servicio del Gobierno'. Bueno, pues que se lo expliquen a Rajoy, que dejó de ser presidente a causa de un proceso judicial o a Rodrigo Rato, que está en la cárcel. Seamos todos muy sensatos, muy prudentes, y dejemos que las cosas sigan su curso para que todo el mundo pueda ejercer bien su labor con las mínimas interferencias de otros.
¿La crisis de confianza en la Justicia por la sentencia de los impuestos sobre las hipotecas y por el fallido pacto PSOE-PP para renovar el CGPJ ha dado alas al independentismo para cuestionar la actuación del Supremo?
Puede dar en algún momento algún argumento porque efectivamente lo que pasó con las hipotecas, para centrarnos en uno de los temas que suscitabas, ha sido una muy mala imagen de la Justicia. Una decisión que se intenta revertir, que luego además sale con una mayoría ajustadísima, pues podía dar la sensación de que la Justicia se ponía al servicio del interés de la banca, si bien luego yo creo que no ha sido así. Hay momentos en los que parece que te dan un argumento, pero es que hay argumentos en sentidos contrarios también.
¿Veremos una segunda reunión entre Sánchez y Torra antes de que se celebre el juicio?
Sería bueno, lo que pasa es que es verdad que hay un momento en el que la gente dice, bueno vamos a ver ustedes ya se vieron cuando se vuelvan a ver nos gustaría ver avances, no solo ver la foto de que se ven. Y en esto quizá todavía haya que trabajar bastante más para que una segunda reunión pueda proporcionar también resultados y contenidos de ese pacto.
¿Está jugando usted algún papel para que el independentismo no retire el apoyo a Sánchez en el Congreso?
No, en el sentido directo de la pregunta no. Lo que pasa es que nosotros mantenemos relación con todos los partidos catalanes, y en concreto con el PdeCAT y Esquerra Republicana. El independentismo debiera ver que en España pues se están fraguando realmente dos alternativas, una progresista que encabeza Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos y una conservadora y muy beligerante contra las reivindicaciones que se han producido de mayor autogobierno desde Cataluña. Por lo tanto también depende de ellos y de cómo hagan las cosas que se acabe favoreciendo a una u otra. Lo tendrán que medir. No es que negociemos temas concretos sino que nos gusta compartir un análisis de la situación y de las perspectivas. Por lo tanto, el independentismo tiene que darse cuenta de que algunas veces ha cometido errores, se ha visto más fuerte de lo que era o ha visto al Gobierno de España más débil de lo que era y se ha confundido en la pelea contra un gobierno y en el pulso al Estado. No hace falta que nadie haga grandes actos de contrición, pero merecería la pena reflexionar sobre los errores para intentar no repetirlos. Por lo tanto yo creo que ahí, la perspectiva que ha abierto Pedro Sánchez de desinflamar, de recuperar la relación bilateral, de buscar acuerdos concretos para ir generando confianza, es el camino que más interesa a todos los catalanes pero, debería también interesar al Gobierno de Cataluña y a la mayoría independentista.
Ha dibujado solamente dos alternativas de Gobierno, ¿no es posible una tercera entre PSOE-Cs que reedite el pacto Sánchez-Rivera de 2016?
No. Es impensable que Ciudadanos firmara hoy un acuerdo de este tipo. Los acuerdos entre partidos han de ser coherentes, pero sobre todo hay que poderlos explicar mirando a los ojos a la gente. Aquel acuerdo se podía explicar mirando a los ojos a la gente por sus contenidos. Era un acuerdo claramente reformista. Seguramente a mí me hubiera gustado que con unos contenidos sociales un poco más potentes, pero era sin duda un avance. Por desgracia, porque aquello no fue posible, creo que es muy difícil que Ciudadanos vuelva a esa posición que mantuvo entonces pero siempre hay que dar el beneficio de la duda. Pero a día de hoy lo que vemos es una lucha entre la derecha para ser quién es más de derechas en la que se han abierto incluso a la posibilidad de acordar con VOX. Cosa que, en fin, hace un año era impensable. Y si esto es lo que la derecha española va a ofrecer, el independentismo no debiera dudar de qué le interesa más.
¿Debería el PSOE haber roto toda colaboración con ERC después de la nueva entrega de 'rufianismo' que vivimos en el Congreso contra el ministro Borrell?
No. Eso sí que sería darle un triunfo a Rufián, ¿no? Ese espectáculo no se debe reproducir y debo decir, por ejemplo, que me pareció muy bien lo que hizo la presidenta del Congreso. Me sentí reconfortado a pesar de la distancia ideológica que pueda mantener con Ana Pastor, pero me pareció que estuvo en su sitio. El Congreso es la casa de la palabra, y no de la descalificación, la injuria o el insulto. Pero no debemos dejarnos llevar por el que levanta más la voz porque estaríamos dando pie a que se utilicen ese tipo de tácticas para reventar acuerdos políticos y condicionar las estrategias de los partidos. Yo soy más templado, creo que el Partido Socialista hizo bien en contestar a la provocación, pero no caer en ella.
Con la inflamación del debate político, sin Presupuestos y con Podemos dando por rota la mayoría que hizo posible la moción de censura, ¿se puede evitar la convocatoria anticipada de elecciones generales?
Eso es una decisión que corresponde al presidente del Gobierno. Y quiero recordar lo siguiente: Pedro Sánchez ofreció a Ciudadanos pactar una fecha de las elecciones a cambio de su apoyo a la moción de censura. Cs no quiso, con lo cual, la moción de censura que se aprobó con los apoyos que se aprobó era una moción para acabar la legislatura. No tenía una limitación temporal. A quien corresponde tomar esa decisión es al presidente, y si alguien cree que está abusando de su posición y hay que, de alguna manera, derribar a este Gobierno, tiene mecanismos parlamentarios para hacerlo. Estoy convencido de que el presidente tomará esa decisión en función de lo que él considere el interés del país. ¿A este país le interesan ahora mismo unas elecciones? Mire, yo creo que no. Elecciones va a haberlas porque desde luego la legislatura va corriendo y las tenemos, como máximo, en 2020. Probablemente sea razonable que sean el año que viene, sí, pero la fecha es que... Los presidentes del Gobierno tienen muchas atribuciones pero hay algunas fijadas constitucionalmente, y la disolución de las Cámaras y. por lo tanto, decretar el final de la legislatura, es una de ellas. Me parece estupendo que el presidente del Gobierno no la quiera ceder, ni compartir ni situarla en una especie de subasta.
Pues he leído alguna declaración suya en la que usted no descartaba el "superdomingo" e incluso no descartaba las catalanas para la misma fecha.
Yo he dicho que, o que no descarto, es que haya elecciones generales en el año 2019. Me parece razonable, entre otras cosas lo han dicho también algunos miembros del Gobierno. No descarto, desde luego, que las haya en Cataluña. 2019 será el año de la gran batalla, en el que se juegan muchísimas cosas. Primero por las elecciones que tenemos ya convocadas, las europeas que por desgracia no les damos entre todos la importancia que merecen. Tenemos esa batalla que no es menor, y el socialismo europeo ha elegido estar ya en un proceso de elección de su candidato único a la presidencia de la Comisión, que será Frans Timmermans.
Luego tenemos la municipales, que ahí se juegan muchísimas cosas. Cuando me preguntan a veces que cómo ha aguantado el PSC la tormenta, siempre digo que hay 122 razones que son 122 alcaldes y alcaldesas socialistas en Cataluña de ciudades muy importantes. Son los que han dado la cara, los que han garantizado la convivencia y los que están intentando que este país no se rompa. Ahí tenemos un reto importantísimo en el que estará entre otras la batalla de Barcelona. Ahora, durante el año puede haber elecciones generales que también serán las que definirán si seguimos intentando consolidar una mayoría progresista o si volvemos atrás. Por lo tanto es una decisión transcendente para los próximos años y además puede haber elecciones al Parlament porque realmente no es descartable que, después de conocida la sentencia del juicio a los líderes independentistas, pueda haber una convocatoria anticipada de elecciones. Por lo tanto, el año 2019 es un año como para ir muy preparado desde el punto de vista ideológico, de musculatura organizativa y de candidaturas, porque va a ser un año importante.
¿Cree que hay algún aliciente en las fuerzas políticas catalanas para un anticipo electoral? ¿Cambiarían las cosas?
Hay que ver si... A ver, a mí las legislaturas me gustan de cuatro años y en Cataluña hace mucho tiempo que ese privilegio no lo tenemos. El último presidente que cumplió su mandato fue José Montilla, que estuvo de 2006 a 2010. Luego hemos tenido elecciones en el 2012, en el 2015, en el 2017... Las legislaturas aquí cada vez duran menos. El independentismo ganó las elecciones con un programa imposible. Plantearon tres cuestiones que no estaban en sus manos pero pese a todo, ganan. ¿Ahora que se encuentran? Que ese programa es irrealizable y entonces hay una pelea en el independentismo por ver quién se erige el mayoritario o hegemónico en ese espacio.
Tampoco es de extrañar que después de la sentencia se produzca una cierta clarificación de los espacios políticos en cuanto a qué ofertas políticas se van a presentar entonces. Habrá que verlo. Si sirviera para eso, al menos servirá para algo. Si no, a mí me gusta que los gobiernos cumplan su mandato. Lo que pasa es que creo que, en Cataluña y por desgracia, desde el año 2012, no se está gobernando, sólo se defiende una causa. A los independentistas les cuesta reconocer, el problema fundamental en estos momentos no es de relación entre Cataluña con el resto de España, es que en el interior de Cataluña no hay un acuerdo suficientemente amplio sobre cuál es el camino a seguir. Muchas veces que se intenta proyectar la única discusión con las instituciones del Estado, pero hay una cuestión básica no resuelta, y es que entre los propios catalanes no estamos de acuerdo en cuál es el mejor camino a seguir.
¿Y el PSC tiene nostalgia de la Barcelona del 92 y de lo que representó la alcaldía de Pasqual Maragall?
Mire, si me permite una broma que solo yo me puedo permitir, el próximo alcalde de Barcelona tiene muchos números de pretender ser heredero de eso. Me hace mucha gracia cuando Ada Colau se reclama herencia de Maragall; ERC pone como candidato a Ernest Maragall; en el PDeCAT hablan de hacer candidato a Ferran Mascarell... Los socialistas tenemos candidato -Jaume Collboni- y Manuel Valls reclama también ese espíritu de la Barcelona olímpica. Yo creo que...
Lo que le preguntaba es si están buscando un mirlo blanco, a pesar de que tengan ahí lo que...
Nosotros ya tenemos un mirlo blanco.
¿Es Collboni ese mirlo blanco?
Sí, mire se lo explico. Ada Colau desde mi punto de vista y desde el respeto que se merece todo el mundo, ha fracasado. Quería una ciudad tan distinta y luego no ha sido capaz ni de mantener el pacto que tenía con nosotros. Manuel Valls está buscando una nueva vida política. Ernest Maragall tiene probablemente mucha más experiencia que recorrido de futuro. Nosotros somos los únicos que presentamos a un candidato que ha estado en el Gobierno, que ha estado en la oposición, que tiene una visión de Barcelona que responde a la tradición socialista y que además tiene mucho más futuro por delante que experiencia por detrás. No somos capaces a veces de explicarlo y proyectarlo lo suficiente, pero el futuro de Barcelona en las mejores manos en las que estaría son en las de Jaume Collboni, si así los ciudadanos y el acuerdo político postelectoral lo permite. Los que teníamos una idea más clara de cuál es el papel de Barcelona somos nosotros, y desde luego es un papel no subordinado al proceso independentista, lo peor que le puede pasar a Barcelona es que se la considere como pieza de un juego más grande. Sería el final del sueño de una ciudad que desde luego es capital de Cataluña pero también lo es de España, y pretende serlo del Mediterráneo, además de una gran capital europea. Si Barcelona es solo una moneda de cambio del juego independentista, estamos perdidos.
Por despejar dudas. Palabra de Iceta: Colboni será candidato al ayuntamiento de Barcelona.
Sí, sí, sí, desde luego. Vamos, yo creo que hemos hecho una buena elección y la vamos a mantener. Es que no vemos motivos... La última encuesta sobre Barcelona la publicó El Periódico de Catalunya, y Manuel Valls, que aterrizaba con esa aureola de candidato victorioso, sólo subía dos concejales con respecto a lo que obtuvo Ciudadanos. Es el mismo crecimiento que tenía el PSC en esa encuesta, por lo tanto yo creo...
Hombre, el PSC tocó fondo, esta bajo mínimos...
Bueno, estábamos en cuatro y pasamos a seis. Ellos estaban en cinco y pasaron a siete...Yo nunca tendré malas críticas para Manuel Valls, porque entre otras cosas, tengo muy buena relación con él, pero es que se lo he dicho a él: es un magnífico candidato pero en el peor de los partidos disponibles. Él pretendía seguramente otra cosa. Hubiese sido más feliz y estado más cómodo en una candidatura que no fuera de un partido, una plataforma a ser posible con el apoyo transversal de varios partidos... Ciudadanos se apresuró en marcarlo como su candidato. Y, claro, cuando él dice "yo quiero hacer una campaña catalanista", hombre pues, hacer una campaña catalanista a manos de Ciudadanos...
¿Volverían a entrar en un Gobierno con los comunes, después de que Colau les echara del Gobierno?
No quiero ahondar en la herida, pero es que ella sometió a consulta el pacto y nunca dijo cual era su opinión, que para mí es lo peor de un liderazgo... Imaginemonos que Felipe González hubiese hecho un referéndum sobre la permanencia en la Alianza Atlántica sin marcar su posición... El liderazgo implica mojarse, tener posición, intentar convencer a los tuyos de que lo que defiendes es la posición correcta... Y en eso creo que se hizo una temeridad que además, yo creo que terminó perjudicando a los comunes porque mucha gente no imaginaba que precisamente, desde los propios comunes se rompiera el único pacto de izquierdas que había no solo en Cataluña, sino en toda España. En fin, todavía no me he rehecho del todo. Nos va a costar recuperar la confianza. Nos han echado sin razón, sin razón que tuviera que ver con el pacto que habíamos suscrito que era un pacto escrito y firmado. Ahora bien, allí donde los socialistas podamos, vamos a intentar dar estabilidad y carácter progresista a los gobiernos porque es nuestro papel, y por lo tanto no vamos a renunciar a él. Pero, desde luego las cosas serán más difíciles precisamente por esa quiebra de confianza que se produjo por la decisión de Ada Colau.
¿La monarquía tiene un problema en Cataluña?
Vamos a ver... España tiene un problema en Cataluña, no solo la monarquía. Pero, hoy la monarquía es más discutida que hace dos, cinco, diez años... Eso tiene muchos factores, muchas explicaciones... ¿Es un proceso irreversible y tal? No y tampoco en Cataluña. Lo que pasa es que aquí hay dos millones de personas que optaron por la independencia, y que en medio de ese proceso vieron que el jefe del Estado defendía la unidad del Estado, y no les pareció bien, pero, en fin....
El rechazo a la monarquía en Cataluña es superior al número de votantes que se declara independentistas.
Bueno, porque probablemente ahí se juntan también votantes que no son independentistas pero sí son de otros partidos, en concreto los comunes, que ahora con los independentistas pretenden hacer en el Parlamento de Cataluña una comisión de investigación sobre la monarquía y sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, algo que yo encuentro de alucina vecina, porque nuestro reglamento indica que podemos hacer comisiones de investigación sobre temas que sean competencia de la Generalitat. Dicho esto es verdad que la Monarquía pagó el precio de defender la unidad de España, pero ¿es que podía hacer otra cosa? A veces he pensado que aparte del independentismo, hay una cierta ingenuidad por pensar que una de las cuestiones que definen a un Estado es su voluntad de permanencia...
Suerte y muchas gracias.
Gracias a ti y al equipo.