Holanda tendrá un Gobierno de centroderecha con apoyo ajustado en el Parlamento
El primer ministro de Holanda, siete meses después de los comicios, tendrá el apoyo de 76 diputados en un Parlamento de 150.
El acuerdo de Gobierno de centroderecha anunciado por el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, casi siete meses después de los comicios, tendrá el apoyo de 76 diputados en un Parlamento de 150, lo que pondrá a prueba su habilidad para conciliar las ideas de los cuatro partidos que lo han secundado.
Las negociaciones han sido las más largas desde la Segunda Guerra Mundial, debido a la fragmentación de la Cámara baja y a que todos los partidos importantes descartaron un acuerdo con el euroescéptico PVV, que fue el segundo más votado en las elecciones del 15 de marzo.
Rutte se apoyará en los 76 diputados que suman su grupo político —el liberal conservador VDD (33 escaños)—-, los democristianos de la CDA (19), el liberal progresista D66 (19) y los calvinistas de la Unión Cristiana (5).
La duración de la negociación, que el lunes cumplía 208 días, contrasta con la de la anterior legislatura, cuando los socialdemócratas del PvdA necesitaron sólo 54 para pactar con el VVD.
Tras los comicios de marzo, VVD, CDA y D66 intentaron llegar a un acuerdo con la Izquierda Verde, pero esas conversaciones fracasaron debido a las diferencias con los ecologistas respecto a las políticas de inmigración.
La única opción que quedó entonces fue que los tres partidos negociaran con Unión Cristiana, algo a lo que D66 se había negado, pero su líder, Alexander Pechtold, accedió a finales de junio a "dar una oportunidad justa" a esa opción.
Su negativa se debía a las diferencias de ambas formaciones en temas relacionados con la ética médica y la posible extensión de la ley de eutanasia.
Sin embargo, los líderes de ambos partidos se han mostrado contentos con el acuerdo: Pechtold se declaró "satisfecho", mientras que el líder de Unión Cristiana, Gert-Jan Segers, aseguró que el trabajo de sus negociadores es "reconocible" en el texto acordado.
Rutte tendrá que comandar una legislatura que se prevé inestable, dado el ajustado apoyo del Parlamento al Gobierno.
Si uno de los 76 diputados que mantendrá al futuro Ejecutivo decidiera escindirse, algo que ya le sucedió en la pasada legislatura al socialdemócrata PvdA, el Gobierno podría tener dificultades para sacar leyes adelante o, incluso, caer.
Rutte podría en ese caso buscar el apoyo de partidos de la oposición, como el PvdA, los ecologistas de Groenlinks o incluso los calvinistas radicales del SGP, que sólo cuentan con tres diputados pero se han manifestado en el pasado contrarios a las caídas de ejecutivos.
Los negociadores, conscientes de la fragilidad del acuerdo, han redactado un texto más detallado de lo habitual para evitar posibles escisiones.
Aunque el acuerdo no se ha hecho público todavía, la prensa holandesa ha publicado numerosas filtraciones, que incluyen una reducción en el impuesto de la renta de 5.000 millones de euros que beneficiará a los trabajadores con salarios medios y altos.
El Gobierno compensará ese déficit de ingresos aumentando otras tasas.
Así, el porcentaje del IVA reducido, que se aplica a los productos básicos, subirá de un 6% a un 9%, aunque el general, del 21%, se mantendrá, aseguró la cadena de televisión pública NOS.
Los diputados de las cuatro formaciones recibirán hoy el texto pactado y podrían reclamar algunos cambios menores, aunque no se espera que esto retrase la formación de Gobierno.
El Parlamento celebrará un debate sobre el acuerdo esta semana y, si no hay sorpresas, se designará a Rutte como "formador" de Gobierno.
Los nombramientos de los nuevos ministros aún no se han anunciado y se espera que se den a conocer antes de finales de octubre.