Cómo la gripe pudo influir en la expansión del coronavirus en España
Varios estudios apuntan a que el virus llegó a España antes de ser detectado, y que la gripe pudo camuflar esos primeros casos.
En febrero no era raro escuchar que el coronavirus era muy similar a una gripe, e incluso que en esas fechas, en España, era más probable coger la gripe común que el nuevo coronavirus. Varios estudios científicos apuntan ahora en la dirección contraria: el coronavirus ya circulaba por el país a mediados de febrero, tal y como plantean una investigación de la Universidad de Oxford y un estudio genético del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
“Un exceso de casos de gripe sugiere que la epidemia de coronavirus empezó en España antes de lo que dicen las cifras oficiales”, señala la investigación, todavía sin publicar, de la Universidad de Oxford. Los científicos han analizado registros médicos de más de seis millones de personas en Cataluña que acudieron en febrero a la atención primaria, y han observado “un aumento inesperado de casos de gripe”, explican a El HuffPost Albert Prats-Uribe y Daniel Prieto Alhambra, coautores del estudio. “Este aumento se mantuvo hasta que empezó a diagnosticarse el COVID clínicamente, es decir, por los síntomas sin necesidad de una prueba positiva”, señalan.
Entre 2.000 y 15.000 casos de gripe más de lo normal sólo en Cataluña
Los investigadores se muestran bastante cautos —“los resultados aún no han sido validados por otros expertos”, recuerdan—, pero estiman “entre 2.000 y 15.000” el exceso de casos de gripe en la población atendida por el Institut Català de la Salut, con respecto a las cifras de gripe en las temporadas 2011-2012, 2012-2013, 2013-2014 y 2016-2017.
“La horquilla es ancha, ya que tenemos en cuenta la incertidumbre en las estimaciones de gripe”, reconocen Albert Prats-Uribe y Daniel Prieto Alhambra. “Para saber exactamente cuántos infectados ha habido en España tendremos que esperar a los estudios que evalúen la inmunidad en la población”, sostienen.
Además de determinar si la gripe enmascaró la llegada del coronavirus a España, el objetivo de este estudio es la mejora del sistema con miras al futuro. “Creemos que la vigilancia del número de casos de gripe diagnosticados en atención primaria puede ayudarnos a detectar futuras epidemias de esta u otras enfermedades que en sus formas leves podrían confundirse con la gripe”, apuntan. E insisten: “Si en un futuro queremos detectar este tipo de brotes en tiempo real y actuar a tiempo tenemos que reforzar los sistemas de vigilancia de salud pública y de la atención primaria”.
Mientras esperan que su artículo pase “el proceso de arbitraje para ser publicado en una revista científica”, varios medios e investigadores se han interesado por este estudio. De hecho, en esta semana también se ha publicado una investigación del ISCIII que señala, a través de un análisis genético, que el coronavirus entró a España entre el 14 y el 18 de febrero por diferentes vías y que, como tal, no hubo un ‘paciente cero’.
Aunque el estudio de la Universidad de Oxford no apunta a unas fechas exactas, sino a indicios, sus conclusiones concuerdan con las del Instituto de Salud Carlos III.
“Por lo que estamos viendo, en España en febrero la epidemia ya estaba bastante avanzada”, coincide el epidemiólogo Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). “En febrero hubo un repunte de casos con cuadros respiratorios que no se explica, y puede que fueran casos de coronavirus que se camuflaron con el final de la temporada de gripe”, corrobora. “Son indicios —matiza Hernández—, todavía no se puede confirmar, pero el análisis que hacen [los investigadores de la Universidad de Oxford] resulta bastante convincente”.
Análisis en retrospectiva, la clave para determinar si era gripe o coronavirus
El propio Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, reconoció en una rueda de prensa el 15 de abril que su equipo había estado siguiendo la evolución de la gripe, y que en febrero habían observado “alguna variación no habitual en la curva”. “No sabemos si pudo estar asociada al celo de los médicos, más sensibles al virus por la epidemia de COVID, o si se incluyeron como gripe casos de coronavirus. “Aunque sea difícil dilucidarlo, son hipótesis sobre la mesa”, admitió.
Para averiguar si efectivamente esos casos eran de gripe o de coronavirus, habría que indagar en las muestras que en su momento se tomaron en centros de salud. “Sólo se podría saber con alguna prueba que tomara Sanidad con material biológico de la persona”, explica Hernández. “Esto es lo que pasó con el sida: se pudo ver retrospectivamente desde cuándo había prevalencia gracias a muestras que se habían tomado con anterioridad”, señala.
“Cuando a los pacientes se les saca sangre en busca de anticuerpos, ese material puede quedarse en un banco de muestras para otros estudios”, explica Juan José Tellería, genetista de la Universidad de Valladolid, por lo cual no sería imposible realizar esta investigación en retrospectiva.
A los expertos consultados no les sorprende en absoluto que el virus circulara ya en febrero por España y se disimulara entre los últimos coletazos de la gripe, cuando el país funcionaba a pleno rendimiento y cuando probablemente se dieron gran parte de las transmisiones “en centros sanitarios, en Urgencias, donde acudía mucha gente con cuadros respiratorios”, sostiene Hernández. Pero esto no sólo habría ocurrido en España; también en Estados Unidos, científicos de Seattle han detectado varios casos de coronavirus en febrero tras analizar, en retrospectiva, muestras de pacientes con síntomas similares a la gripe.
Tampoco resulta del todo extraño que el virus entrara a España por al menos 15 vías, como señalan los investigadores del Carlos III después de secuenciar genomas del virus en España y rastrear distintas mutaciones. “A los virus se les puede seguir la pista porque cuando infectan van introduciendo mínimos cambios; si al hacer copias de las células del paciente cometen algún pequeño error, estos se van arrastrando al siguiente infectado”, aclara Tellería.
¿Que cómo pudo viajar tan rápido el virus entre países? Muy sencillo: por avión. “Los virus se mueven muchísimo más que hace cien años porque nosotros no dejamos de viajar y ellos se mueven con nosotros”, ilustra el experto. “Si hubiera surgido en un lugar recóndito de la Patagonia, seguramente se habría quedado ahí, pero en una ciudad con 11 millones de habitantes es diferente”, resume. “Wuhan es una provincia con muchísima industria y producción, con mucho tráfico comercial hasta hace dos meses”, insiste Tellería, que recuerda que una parte muy importante de los productos que manejamos a diario se fabrica en China.
Según los últimos datos disponibles, el virus apareció por primera vez en humanos a finales de noviembre, aunque la enfermedad no se comunicó en Wuhan hasta últimos de diciembre. “Para entonces, no es nada chocante que alguien de aquí fuera allí o viceversa”, señala Tellería. “Un virus que surge hoy en Wuhan puede tardar 15 días o un mes en moverse de lugar”.