Extinction Rebellion corta la Gran Vía de Madrid para reclamar el reconocimiento del delito de ecocidio
Su inclusión como tipo penal busca acabar con la impunidad y exigir condena para aquellas acciones que comprometan el medioambiente.
Activistas de Extinction Rebellion (XR) han cortado este viernes la Gran Vía de Madrid en una acción de desobediencia civil no violenta para reclamar el reconocimiento legal del crimen de ecocidio en el derecho nacional e internacional. El movimiento se ha unido a la fundación Fibgar en la campaña ‘Stop ecocidio’ que busca acabar con la impunidad y exigir condena para aquellas acciones que comprometan el medioambiente.
La organización ha recordado, a través de un desfile simbolizando un funeral de especies amenazadas, que en solo un año desaparecen las especies animales que se hubieran perdido en 100 y el 40% de las vegetales están en riesgo de extinción.
El debate sobre la inclusión de este tipo penal ha ido cobrando fuerza en los últimos meses desde que en la Asamblea Anual de los Estados Parte de la Corte Penal Internacional de diciembre de 2019, las islas de Vanuatu y las Maldivas pidieran que se “considerara seriamente”. El Presidente francés, Emmanuel Macron también se comprometió a defender la idea de forma activa y el gobierno belga planteó la cuestión directamente en su declaración oficial de 2020 ante la Corte Penal Internacional.
“El pasado junio, en Francia, fue la ciudadanía reunida en asamblea ciudadana climática quien pidió al gobierno y al parlamento el reconocimiento jurídico inmediato del ecocidio y de los límites planetarios”, sostienen desde XR.
El movimiento en España reclama al Ejecutivo, de igual modo, que la asamblea climática que ha programado para otoño 2021 trate todos los temas de transformación profunda de la sociedad, y en particular, el del ecocidio.
“Si creamos el crimen internacional penal se podrá apuntar a los responsables directos. Estamos hablando de directores ejecutivos de corporaciones o miembros de gobiernos que dan permiso para que se produzcan estas prácticas; nadie quiere ser comparado con un criminal de guerra”, apunta Maite Mompó, directora de la campaña Stop Ecocidio en España.
“El interés sobre este asunto va en aumento, pero no hay que olvidar que, tras 25 años de negociaciones climáticas, no se ha conseguido implementar un cambio legislativo y político significativo”.