"Es mi verdad"
Las confesiones de Sánchez en la presentación de su libro a la ‘fan’ Mercedes Milá
"Yo he venido a hablar de mi libro". Risas en la sala Granados bajo cinco lamparones de cristal en el lujoso hotel Intercontinental. Sobre el escenario el autor de la frase: el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Flanqueado por los televisivos Jesús Calleja y Mercedes Milá.
Manual de resistenciasalió a la venta el pasado martes, y la editorial Península prepara ya la segunda edición. Es la primera vez en la historia de España que un presidente en activo publica un libro. Y ya se ha convertido en una de las supuestas armas electorales de cara a las elecciones anticipadas del 28 de abril.
Y este jueves por la tarde-noche era la puesta de largo, el momento que esperan todos los autores. Decenas de periodistas, grandes medidas de seguridad y las personas de confianza de Sánchez en Moncloa y en Ferraz. Y hasta photocall en el lobby del hotel (aunque solo han posado Sánchez, Milá y Calleja).
Todo por las 309 páginas coescritas junto a Irene Lozano, hoy secretaria de Estado de España Global. Tampoco ella se ha perdido la presentación, aunque ha huido a zancadas y trompicones de la prensa ansiosa que la esperaba en las escaleras de mármol. Una noche política con poca ínfula literaria. En la que Sánchez ha querido justificarse: "Es mi verdad, no rehuyo debates, no me exculpo ni acuso a nadie".
Nadie se ha quejado
Entre los asistentes ninguno de los barones. Esos que no salen muy bien parados en las memorias (le hicieron sentir como un "intruso" y un outsider durante la primera época de Ferraz).
A pesar del ruido interno, el presidente ha confesado ante las preguntas de Milá y Calleja que nadie ha pedido ninguna rectificación sobre las conversaciones ni lo hechos. Ni siquiera el rey. En la obra se transcriben conversaciones con el monarca sobre los días en los que España no conseguía formar Gobierno. Tampoco le han llamado ni Susana Díaz ni Felipe González después de la publicación. Ah, y ni Rajoy (del que ha confesado que aprendió un gran sentido de Estado durante la negociación del 155).
¿Y la pasta?, le han espetado Calleja y Milá. Pues Sánchez ha desvelado uno de los grandes secretos: la va a donar a "los que desgraciadamente están olvidados, a las personas sin hogar".
Todo muy televisivo. Con una Mercedes Milá convertida en auténtica fan de Sánchez y que ha querido explicar los dos motivos por los que ha accedido a presentar el libro. Primero: es librera. Segundo: es catalana y quería darle las gracias por el "diálogo".
La periodista ha protagonizado momentos llenos de aplausos, risas y a ratos surrealistas. Ha llegado a referirse incluso a la relación entre Albert Rivera y Malú, con un Sánchez intentado evitar el asunto y capeando la respuesta refiriéndose a otros aspectos políticos: en la política española hay mucho "cortoplacismo", decía refiriéndose a las negociaciones con otros partidos.
Y Milá ha empezado ya fuerte diciendo que iba a arrancar con la broma sobre el error de la cita de Fray Luis de León, pero que ya se había enterado de que la editorial lo iba a corregir. Y en varias ocasiones se ha referido a Irene Lozano. Los dos copresentadores de gris, mientras que Sánchez ha optado por tonos azules y el pin de la Agenda 2030. Del usted al tú han pasado en un minuto.
A Milá y Sánchez les une una cosa: Planeta Calleja. La primera se tiró al agua bajo 20 grados bajo cero, ha confesado, mientras que el segundo se subió a un aerogenerador de 70 metros. "Pedro Duque tiene un planeta pendiente", han bromeado. Palabra de presentadores, y el presidente decía: "Yo he venido a hablar de mi libro". Carcajadas y confesión de Calleja sobre la lectura del libro y el momento en el que desvela que su primera decisión en Moncloa fue cambiar el colchón: "Hablas de todo y de todos, no te cortas, eso mola".
Miraba entonces el presidente a Lozano y la nombraba: "Un libro a cuatro manos". No es un ensayo político al uso, ha reconocido, sino una crónica con aspectos personales. Y también, ha dicho, dedicado a todos los periodistas que han seguido estos duros años del PSOE. Un mensaje para ellos: que no se dejen arrastrar por los bulos y las mentiras.
De repente, bajan las luces. ¿El fantasma de las fake news? No, un pequeño error. Vuelven las lámparas a alumbrar. En primera fila lo sigue todo atentamente su esposa, Begoña Gómez, de blanco impoluto. Y también están algunas de sus personas de confianza: José Luis Ábalos, Carmen Calvo, María Jesús Montero, Adriana Lastra, Fernando Grande-Marlaska, Santos Cerdán, Susana Sumelzo, Margaria Robles... Los que le acompañaron en la caída y resurgir. Una historia que ha comparado con la vivida por muchos españoles durante la crisis.
Minutos antes de las siete -hora de arranque de la presentación- revisaba la sala Iván Redondo, su jefe de gabinete en La Moncloa y el gran estratega que susurra al oído al presidente. Todo tenía que salir perfecto.
Y también estaban los dos "pilares emocionales" que nombra en el libro: Juanma Serrano y Maritcha Ruiz Mateos. Ellos saben mucho más de lo que cuenta Sánchez. El presidente ha revivido que hubo "momentos traumáticos". "Yo lo tenía muy claro, hice lo que debía", ha resumido.
¿Están los barones?, ha preguntado irónicamente Milá. Calleja también apretaba: las declaraciones de sus rivales internos fueron "muy agresivas", "en la cola del paro te ponen ellos". Y Sánchez ha reflexionado que no era un libro "acusatorio ni exculpatorio", "Yo quiero trasladar mi verdad", ha repetido.
Al hilo, ha reivindicado la historia del PSOE. "Lo que creo es que esos referentes socialistas lo fueron en una España que ya no lo es, ahora hay otra generación que sabemos interpretar las demandas y necesidades de la ciudadanía".
Eso sí, una enérgica Milá le reprochaba que no hablaba tan claro como en el libro, que "rezuma verdad, compromiso, pasión". ¿Una venganza?, le cuestionaba la presentadora: "No rezuma eso", contestaba el presidente. En las fotos que aparecen en el libro, ha comentado el presidente, se ve que esos cinco años han sido como diez para él.
"Lo llevo por dentro"
En Manual de resistenciatambién habla mucho sobre su relación con Rajoy. Y, por supuesto, le han preguntado: "Le tengo aprecio y respeto, Cataluña nos unió". Apenas han vuelto a hablar después de la moción. Un estilo, ha proseguido, totalmente diferente al de Casado, al que ha acusado de "irresponsabilidad" por decir que su primera medida en el Gobierno sería el 155.
Cataluña, Cataluña, Cataluña. Y se ha preguntado también si Casado y Albert Rivera no se sienten irresponsables sobre este tema. A lo que Milá ha puesto la coletilla: Si se aplica otra vez el 155, el 80% de los catalanes se harán independentistas. "Es tal la agresividad", ha dicho la periodista, que le ha interpelado cómo aguantaba que le llamaran "traidor". "No es que lo aguante, es que lo tengo que llevar por dentro", ha apostillado el líder socialista.
Y tocaba darle a los independentista. Sánchez ha dicho que se llenan la boca de diálogo y luego no se sientan ni en la mesa de partidos. Pero él no ceja: "No voy a renunciar nunca al diálogo". El independentismo juega a hacerse la "víctima", ha criticado. Y ha alabado otra vez a Rajoy: cree que en su último año sí quería cambiar las cosas en Cataluña.
También le ha metido el dedo Milá sobre las críticas que hace al Ibex y a los grandes periódicos en las memorias. Recomendación de Sánchez: "Los empresarios a las empresas y los políticos a la política". La socialdemocracia, a su juicio, molesta a determinadas élites y pensamientos.
La temperatura subía cada vez que Milá tomaba otra vez la palabra. Y los aplausos surgían, por ejemplo, cuando ha alabado el Gobierno: "gente tan buena y tantas mujeres". Hasta se ha quejado de que en este "debatillo" no había promocionado su nuevo programa en Movistar.
Venga, ¡que la fiesta no pare! "Tienes una perra y yo un perro. Podíamos hacer un arreglo", le ha soltado al jefe del Ejecutivo, que ha contestado: "Que se conozcan". A Turka le ha salido novio en el Hotel Intercontinental. Calleja miraba y decía: "Se nos está yendo de las manos". Y Milá seguía alabando a Lozano y el presidente haber aprendido en el libro la palabra "instilar".
Vuelta al ruedo político. Calleja le ha dicho que fuera honesto y dijera que quién va a gobernar después del 28-A. "Tiene buena pinta", ha contestado con una sonrisa Sánchez. Y una advertencia, aunque no se ha comprometido a escribir la segunda parte: "Todo lo que hay en el libro ha sucedido, pero todo lo que ha sucedido no está en el libro".
Se acaba el tiempo. Una hora y diez minutos. "Ha sido un placer", se despedía el secretario general del PSOE. Milá agregaba refiriéndose al aventurero: "Has tenido que ser tú, Pedro Sánchez, el que nos ha unido". Calleja remata: "Y yo en el programa vi cosas que vosotros jamás veréis".
Unos selfies, un par de posados. Y Sánchez abandona el hotel. En el lobby algunos le gritan "presidente" y se escuchan aplausos. La puerta giratoria dorada. Unas millonarias árabes miran desde un esquina sin saber qué está pasando.