San Chin Choon, sobre el caso mascarillas: "Todo es limpio. Sigo en Malasia, no tengo necesidad de huir”
El empresario malasio defiende que está colaborando en la investigación y que todo se hizo de forma clara: "Ellos obtuvieron un contrato y yo solo lo ejecuto y sigo las indicaciones".
San Chin Choon, el director ejecutivo de Leno Sdn Bhd, la empresa malasia en el centro de la supuesta estafa al Ayuntamiento de Madrid en el llamado Caso de las Mascarillas, asegura a EFE que la operación fue “limpia” y que se encuentra en Kuala Lumpur (Malasia), desde donde dice colaborar con la Justicia.
En sus primeras declaraciones a un medio de comunicación desde que estalló el escándalo, el empresario afirmó a EFE en una conversación telefónica en malayo que su parte “está clara” -el suministro de paquetes de mascarillas, test y guantes por los que el Ayuntamiento pagó 11,9 millones de euros- y dijo haber respondido a las preguntas de las autoridades malasias a instancias de las españolas.
“Todo está claro y es limpio. Ellos obtuvieron un contrato y yo solo lo ejecuto y sigo las indicaciones”, aseguró San Chin Choon en referencia a Alberto Luceño y Luis Medina, que se presentan como “agentes exclusivos” de Leno y quienes completan el trío de protagonistas del llamado Caso de las Mascarillas.
Luceño y Medina están imputados por estafa, falsedad y blanqueo de dinero en la venta del material sanitario al consistorio madrileño a comienzos de la pandemia a cambio de comisiones de 6,6 millones de dólares supuestamente pactadas con el proveedor malasio, quien insiste en la “limpieza” de la transacción, pero no da detalles sobre cómo se acordaron los cobros de los españoles.
“Hice todo lo que indicaba el contrato y seguimos los protocolos porque ellos son del gobierno y había que hacerlo bien. No tengo miedo. No hay ninguna razón por la que yo deba tener miedo”, insiste San Chin Choon. Con “ellos”, aclara, se refiere al consistorio madrileño, receptor del material sanitario enviado por San Chin Choon, quien a su vez lo consiguió a través de proveedores de China, pues Leno no dispone de fábricas propias.
El empresario se muestra incómodo con la percepción de su rol en la presunta estafa, mientras la Fiscalía Anticorrupción española investiga la veracidad de los contratos y documentos con la firma del malasio, quien en principio pagó las comisiones a los españoles. “Todo tenía mi firma genuina”, recalca el malasio, sin dar más detalles.
Choon asegura que colabora en la investigación
Sobre lo dicho por la Fiscalía Anticorrupción española, que indica que ha intentado en vano interrogarlo, tras librar en mayo de 2021 una comisión rogatoria en la que pedía a las autoridades malasias que le llamaran como testigo, el empresario afirmó que está colaborando con la investigación.
“El año pasado, el Departamento de Investigación de Crímenes Comerciales de Malasia (CCID, por sus siglas en inglés) me pidió una entrevista y les di mi respuesta. He enviado la respuesta y he tomado juramento en las 170 páginas”, asegura.
Durante la conversación, desarrollada en la noche del miércoles, San Chin Choon asegura que ese mismo día el CCID se puso en contacto con él y le aseguró que todo estaba “bien” y que no había problemas.
El empresario dijo conocer a Luceño desde 2018, pero no a Medina, tras haber hecho negocios previos con el primero en el sector cárnico, en línea con lo declarado por el comisionista como imputado el pasado lunes.
El juez que lleva el caso, Adolfo Carretero, destacó entonces la gravedad de los delitos imputados a los españoles por “su enorme trascendencia pública, al ser cometidos en la peor época de la pandemia”, y decidió retirar el pasaporte a los comisionistas por el riesgo de fuga y manipular pruebas con el “pagador malasio de las comisiones”, es decir, San Chin Choon.
Desde Malasia, el director ejecutivo de Leno, una compañía de apenas dos empleados en plena reestructuración, como explicó su secretaria, reitera que está tranquilo. “Mi parte está clara, la suya (la de los españoles) también. Todo es legítimo”, defendió.