La Fiscalía investiga si los correos electrónicos enviados por San Chin Choon, un supuesto empresario malayo, no fueron en realidad enviados al juez por el empresario.
El empresario malasio defiende que está colaborando en la investigación y que todo se hizo de forma clara: "Ellos obtuvieron un contrato y yo solo lo ejecuto y sigo las indicaciones".