Las 10 claves que marcarán la campaña electoral en Andalucía
De las líneas rojas del PP a un Vox que podría duplicarse al posible batacazo de Cs, pasando por la fragmentación de la izquierda y el temor a la abstención.
La campaña electoral comienza a las 00:00 horas del viernes en Andalucía con varios interrogantes abiertos, como son el efecto que tendrá la situación nacional en los comicios, la lucha por el voto de quienes optaron por la abstención o por Ciudadanos en 2018, el impacto de la crisis económica actual, o los posibles pactos posteriores, entre otras claves.
Todas las encuestas coinciden en otorgar una mayoría amplia al presidente de la Junta y candidato del PP, Juanma Moreno, con la incógnita de si será suficiente para sumar en solitario más que todos los partidos de izquierda juntos, lo que le abriría la puerta a intentar un gobierno en solitario sin una coalición con Vox.
Sin embargo, el escenario más previsible es el de un necesario pacto PP-Vox para lograr la mayoría absoluta en el Parlamento, algo que Moreno intenta evitar apelando incluso al voto socialista desencantado. El popular no descarta repetir las elecciones si hay peticiones “inasumibles” por parte de Vox y le ha marcado ya “líneas rojas”: el Estatuto de Autonomía y no dar “pasos atrás” en la violencia de género ni en la lucha contra el cambio climático.
El PSOE-A perdió en las pasadas elecciones andaluzas con Susana Díaz 400.000 votantes respecto a las anteriores, que en gran medida pasaron a la abstención, por lo que el gran reto para el actual candidato, Juan Espadas, pasa por recuperar para la causa a parte de ese electorado.
Las encuestas no muestran síntomas de recuperación, con un PSOE estancado en la misma horquilla de escaños que tiene ahora, pero ese nicho de votantes resultaría decisivo. El propio Juanma Moreno pide a los suyos que no se confíen porque ese voto puede suponer un vuelco.
La elección de Macarena Olona como candidata de Vox a la Junta protagoniza parte de la campaña electoral en Andalucía, como una de las caras más visibles y de perfil más duro de esta formación a nivel nacional, pero también por la polémica generada por su dudoso empadronamiento.
Una de las claves será si se produce un “efecto Olona”, que aliente a un sector ciudadano a votar a Vox, o si habrá miedo a su entrada en el Gobierno regional, lo que tendría dos derivadas: despertar al voto abstencionista de izquierda, pero también desviar al PP parte de ese “voto útil” que piense que es mejor que Moreno gobierne solo.
El previsible derrumbe de Ciudadanos en las elecciones, en consonancia con lo que está ocurriendo a nivel nacional y en otras comunidades, dejará una tarta muy jugosa que repartir, 21 diputados que todos los partidos quieren captar para su causa. Su candidato, Juan Marín, ya ha dicho que se irá si sacan uno o dos escaños.
En principio, parece que casi en su totalidad esos escaños irían a parar al PP, de donde salieron hace casi cuatro años, pero también se esperan votantes socialistas y una parte del ciudadano desencantado con los dos partidos grandes que podría derivar a Vox.
La división y posterior agrupación en coaliciones de los partidos más a la izquierda en Andalucía supone un rompecabezas difícil de encajar para un votante que se encontrará con varias papeletas entre las que elegir y probablemente dudas sobre quién está en cada una, lo que puede distribuir el voto con una consiguiente pérdida de escaños.
La coalición Por Andalucía engloba a IU, Podemos y Más País, pero la formación morada oficialmente está fuera porque llegaron tarde a la inscripción. Además, el elector se encontrará junto a ellos con una papeleta de Adelante Andalucía en la que aparecerá la cara de Teresa Rodríguez, anterior líder de Podemos, aumentando la confusión.
El Ejecutivo de la nación que preside Pedro Sánchez se enfrenta a un nuevo examen electoral, además con un candidato Juan Espadas que fue aupado por el líder socialista, lo que convierte los comicios andaluces en un test directo para las futuras elecciones generales.
Cómo los ciudadanos perciben la gestión de Sánchez en el Gobierno central será evaluado, pero también la posición de Unidas Podemos en ese Ejecutivo tras recientes polémicas entre los socios como la del Sáhara o el espionaje político.
La llegada de Alberto Núñez Feijóo parece haber relanzado al PP en las encuestas a nivel nacional, con el impacto que eso puede tener en los comicios andaluces, en los que se prevé una importante participación del gallego, que también se enfrentará a su primer examen electoral, con una sintonía total con Juanma Moreno.
El último CIS sitúa ya al PP pisando los talones del PSOE para llegar a la Moncloa. Los votantes parecen haber olvidado pronto la crisis histórica de los populares con la guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, y eso parece haber sido fundamental también para que Moreno adelantara unos meses las elecciones y las situara en junio.
El votante andaluz llegará a las urnas del 19 de junio en medio de una importante crisis económica, con los precios de la luz o del combustible disparados, algo que sin duda utilizarán los partidos de la oposición a nivel nacional para desgastar a los del Gobierno.
Los populares venderán sus “recetas económicas” para sacar al país de la coyuntura económica, empezando por Andalucía, y los socialistas deberán optar por defender un modelo de avances sociales para no entrar en una guerra de precios de la que saldrían perjudicados.
El tradicional liderazgo del PSOE en los núcleos rurales de Andalucía ha perdido fuelle en los últimos años y ese granero de votos de la izquierda empieza a vaciarse por el aumento del malestar en el sector agrario y de la caza, aunque siguen a la cabeza.
Ese enfado lo está canalizando Vox, que se presenta como defensor del campo andaluz, y lo intenta captar también el PP, que lleva años de trabajo para convencer al mundo agrario más allá de los tópicos. En el PSOE son conscientes de esa fuga y de que ligar las manifestaciones por la subida del combustible a la extrema derecha no han ayudado.
La convocatoria electoral en junio en una comunidad como Andalucía tenía un difícil encaje, entre las fiestas de primavera que inundan la geografía de la comunidad y la llegada del verano, Moreno optó por situarlas el 19 de junio, justo antes del final del curso escolar, con la intención de que vaya el mayor número de personas a votar.
Muchos andaluces optan desde junio por desplazarse a los municipios de costa durante los fines de semana, por lo que habrá que ver el impacto en el número final de votantes. Los partidos llaman al voto y recuerdan que ese domingo es posible compaginar las dos cosas.