El único que avanza es el reloj: 25 días para consumar el fracaso político
Pablo Iglesias vuelve a lanzar una oferta con condiciones a Pedro Sánchez y el PSOE vuelve a tumbar su propuesta en el día del retorno de la actividad política en el Congreso.
Vuelta al ‘cole’, vuelta al barro. Y el reloj en modo ‘cuenta atrás’. Nada ha cambiado, parece, después del parón veraniego en la política española. Ni siquiera el mar, que dicen que es terapéutico, ha aclarado las intenciones de los principales actores políticos. Pasado el olor a sal, a paella de chiringuito, en el aire flota una sensación de fracaso. Y de urnas.
A menos de un mes de la fecha límite para la conformación de Gobierno o la convocatoria electoral -23 de septiembre-, unos y otros se han vuelto a ver las caras en la sesión extraordinaria en el Congreso en la que Carmen Calvo ha explicado la postura del Gobierno en relación al caso del Open Arms. Un pleno con la polémica migratoria como excusa que ha servido para visualizar un nuevo intercambio de acusaciones, mensajes y algún desvarío, incluso.
Los principales líderes han guardado esta vez silencio, meros espectadores de otro espectáculo parlamentario. Entre ellos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que siguen en su cruce de reparto de culpas. El tiempo se echa encima -quedan 25 días- y las cosas no pintan bien.
No lo hacen porque las posturas están cada vez más enfrentadas. Por un lado, Podemos, insistente en la fórmula del Gobierno de coalición bajo mil y una opciones (y nombres). Por otro, el PSOE, que ya se ha cansado del intento de cogobierno y se lo juega todo a un Ejecutivo monocolor con apoyo desde fuera de Podemos... ¿Se acuerdan de aquella fórmula de “gobierno a la portuguesa”? Pues eso. Y si no, siguen mirando de reojo al plan b (o c): las abstenciones de PP y Ciudadanos... Pero estos tampoco quieren. Y viendo los discursos de Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas replicando a la vicepresidenta hoy en el Congreso, no parece que hayan cambiado sus intenciones.
¿Entonces agosto no ha existido? Alguien de Ciudadanos diría eso mismo para justificar la desaparición de su líder, quien por cierto ha reaparecido este jueves... ya veremos cómo. Pero sí, sí ha tenido su importancia.
El mes veraniego por excelencia pasó con un nuevo movimiento de Podemos, cuya oferta de coalición volvió a ser rechazada por el PSOE: “Inviable”. Por eso Iglesias y los suyos han vuelto a la carga este jueves.
Hoy el tira y afloja ha llegado a un nuevo capítulo que amenaza con alargarse. Lo ha abierto Pablo Iglesias, entrevistado en la Cadena SER: “No sé qué más tengo que hacer para que haya investidura”, ha afirmado. O quizás sí lo sabe y por eso ha hecho otro anuncio: indicarles a los socialistas que si ofrecen lo mismo que en julio más “las políticas activas de empleo” sería “cuestión de horas” que hubiera nuevo Ejecutivo “a pesar de que es una oferta injusta”.
¿Y qué planteó el equipo de Sánchez a última hora en julio? Tres ministerios (Vivienda, Sanidad e Igualdad) y una vicepresidencia social para Irene Montero. Podemos se negó entonces. 30 días después lo verían con buenos ojos “siempre que” les otorguen las competencias en políticas activas de empleo, algo que ya reclamaron en un desesperado intento en la previa del segundo fracaso del candidato a presidente.
Pero el PSOE parece, igualmente, enrocado en su negativa. Si a mitad de agosto desde Ferraz se dijo que no, hoy la respuesta ha sido idéntica. La ha dado el secretario de Organización, José Luis Ábalos por partida doble. Primero, en declaraciones a la SER: “En Podemos siguen empeñados en poner condiciones, como si nuestra vida dependiera de ellas, y no, ni nuestra vida ni la de los ciudadanos”. Posteriormente, en LaSexta: “No acabo de entender sus palabras. Decía que lo que se ofreció en julio era humillante, irrespetuoso y nada serio y ahora resulta que está bien, me deja perplejo”.
Todo tiene su momento, ha querido señalar Ábalos, porque “no es cuestión de intentarlo todos los días ni de procurar un espectáculo a la ciudadanía”. O lo que es lo mismo, que de coalición nada. “Se trata de asumir con rigor las oportunidades en sus momentos porque quién te dice que mañana no volvemos a tener un conflicto por no saber valorar la oportunidad del momento y tres meses después haya una reconsideración o un arrepentimiento”, se ha preguntado el ministro de Fomento en funciones.
Igualmente, ha invitado a Iglesias a estudiar la oferta socialista de acuerdo programático con más de 300 medidas sociales que presentará Pedro Sánchez el próximo martes.
Invitaciones a un pacto que se dinamitan en cada intervención pública de uno y otro bando. La prueba, otra más, este jueves en el Congreso, donde Carmen Calvo han sido duramente reprobada por todas las fuerzas, también Podemos. Esta actitud ha irritado especialmente en las filas socialistas.
Rafael Simancas, secretario general del Grupo Socialista en la Cámara Baja, ha tomado la palabra para acusar a los ‘morados’ de haber forzado un “aquelarre” contra el Gobierno. ”¿Por qué lo hicieron? ¿Querían darnos una lección? Pues lo que han aprendido los socialistas con esta actitud, es que Unidas Podemos no son de fiar”, ha sentenciado, recordando las palabras de Pedro Sánchez sobre Iglesias tras reunirse con Felipe VI este verano.
Y a todo esto, ¿qué dice el propio Sánchez? El presidente en funciones no parece inmutarse y quiere seguir marcando él los tiempos de la cuenta atrás política. Lo ha hecho en agosto, con su ronda de reuniones con agentes sociales que ha retomado tras sus vacaciones. Y lo pretende seguir haciendo con el anuncio de su programa de gobierno para lograr el acuerdo con Podemos. Una propuesta programática “progresista, ambiciosa, reformista, transformadora y modernizadora” por la que se muestra “esperanzado”. Además tiene previsto un viaje al norte para intentar renovar el apoyo del PRC cántabro y recabar el del PNV.
Como si no tuviera prisa por cerrar esta larga interinidad, juega con dejar para la segunda semana de septiembre sus encuentros con los principales partidos nacionales. Entre ellos, se supone que estará el de Iglesias. Y si no, la enésima llamada a la “abstención responsable” de PP y Ciudadanos.
Unos y otros se mueven pero ninguno avanza. Ninguno, excepto el ‘reloj de la democracia’, ese que marca los días y las horas para certificar un nuevo fracaso de la política española. Quedan 25 días y bajando.