El sonido más lujoso también siente la crisis
La marca danesa Bang&Olufsen afronta una alarmante caída de las ventas.
Hace unas semanas, el empresario español Kike Sarasola, inauguraba su nuevo hotel Room Mate en Roma y una de las cosas qué llaman la atención en el lugar es la sonoridad de sus estancias. Todas las habitaciones y los lugares comunes cuentan con televisiones y sistemas audiovisuales de Bang&Olufsen, el fabricante danés que ha conseguido aguantar todas las crisis económicas de los últimos años y mantenerse como líder en su sector.
La marca es reconocida como una de las más relevantes dentro de los fabricantes de televisiones y sistemas musicales de lujo, no solo por la tecnología sino también por el diseño, pese a la creciente competencia en el sector. La vanguardia del diseño danés ha sido también una de sus fortalezas: líneas claras, sencillas y minimalistas para una nueva forma de entender el lujo en el hogar.
Pese a todo, B&O no está en su mejor momento. En el segundo trimestre de su año fiscal tuvo problemas de logística, pero sobre todo acusó un notable descenso de las ventas. No sería alarmante sino fuera porque ha coincidido con el trimestre de las fiestas navideñas, el mas importante del año.
La multinacional anunciaba el pasado diciembre un profit warning, es decir, una advertencia de que sus resultados sufrirán una fuerte disminución de los beneficios por el descenso de las ventas, sobre todo en Europa, donde está su principal red de distribución a través de las cadenas minoristas. La inestabilidad política, la contracción del consumo y la desaceleración que se ve en algunos de sus mercados más estables como Alemania y Francia también son preocupantes.
Con todo, desde la multinacional lanzan un mensaje de optimismo, asegurando que su estrategia de distribución y nuevos modelos dará resultado. Las previsiones previas al profit warning eran de un incremento en los ingresos de un 10% en los ejercicios 2019, 2020 y 2021, que ahora está en duda.
Y los expertos tampoco saben muy bien qué decir. Es cierto que existe un mercado de lujo para televisiones y sistemas musicales de nicho, capaz de aguantar una demanda sostenible, pero la cuestión está en si B&O puede aguantar los costes controlados y que no se vea afectada la calidad en un entorno claramente de desaceleración. A ello se suma que, desde hace unos años, Apple ha logrado imponer la "necesidad" de presentar novedades cada ejercicio. Es cierto que en el mundo de la informática y la telefonía es mucho más sencillo, cualquier mejora supone ya una noticia. En el mundo de los electrodomésticos de lujo la innovación es más complicada, implica fundamentalmente diseño, y sino se es capaz de dar salida al stock, rápidamente el cliente se decanta por marcas en las que encuentra la innovación del diseño.