El reto de TODOS
Cuidémonos los unos a los otros: la sociedad española volverá a demostrar su capacidad ante los momentos más duros
El sol casi primaveral entra por la ventana. Esa luz única de Madrid. En mitad de la urbe, en Malasaña. Estamos en pleno epicentro de la expansión del coronavirus en el país. Más de una semana ya teletrabajando desde casa. Una decisión que se tomó en El HuffPost mucho antes que en el resto de empresas. Por seguridad, por prevención.
España vive, especialmente desde el pasado lunes, una situación inédita. Nos enfrentamos al coronavirus, algo que nuestros cuerpos no habían experimentado ni luchado. Esa epidemia que surgió en un lejano mercado en Wuhan (China) y que hoy circula libremente por nuestras calles. Vamos a vivir semanas “duras y difíciles”, como ha confesado el propio presidente, Pedro Sánchez.
Y ahora toca lo más importante: luchar todos. Esto no es una mera cosa del Gobierno o de los expertos. Es la hora de TODOS. Como ciudadanos, como sociedad. No es una cuestión de memes o mensajes de whatsapp. Es tal el reto que sólo lo podremos superar como sociedad en su conjunto. Sin pensar en ideologías, en edades o en territorios.
En nuestras manos está, literalmente, ayudar a frenar al COVID19. Tenemos que escuchar a los médicos, a los expertos. Antes que ponerse una bolsa en la cabeza o apretarse falsas mascarillas, debemos extremar nuestras medidas de higiene: lavarnos las manos constantemente y no tocarnos la cara. Un gesto tan sencillo como efectivo. Y en las zonas afectadas principalmente ser conscientes de otra recomendación: no hacer viajes innecesarios.
Son días para confiar los unos en los otros, para no dejarse llevar por la histeria, a pesar del miedo legítimo que tenemos todos sobre algo que no conocemos. Y es tiempo para apreciar una de las mejores (o la mejor) cosa que podemos tener como país: una sanidad pública puntera y solidaria. Da igual el dinero que tengas o la persona que seas: todos somos iguales ante los profesionales sanitarios, que nos van a cuidar y luchar por nosotros como si fuéramos sus hijos. Tenemos que corresponderles y no saturar las urgencias.
Nos debe servir para reflexionar: hay que preservar ese sistema, cuidarlo, dotarlo financieramente. Cuando llegan los grandes problemas, la sanidad pública es la que está, las que no puede salvar, nuestra vida depende de ella. ¡Gracias a todos los trabajadores!
Y tenemos que pensar en nuestros hijos, sobrinos, los más pequeños. En las zonas más afectadas se han cerrado los colegios. Hoy estarán en las casas. Todos debemos ayudar, organizarnos. Son el futuro del país y además todos debemos enseñarles de lo que somos capaces de hacer juntos: luchar todos con fuerza para frenar un mal.
Pensando lo que nos enseñaron precisamente nuestros mayores, el colectivo con más riesgo. Tenemos que cuidarles, arroparles, mostrarles nuestro cariño. Tomar las medidas por ellos, en unos días muy duros para los que nos dieron la vida y en los que se les ha recomendado que no salgan a la calle y limiten su vida social. No estáis solos.
Lo podemos y lo sabemos hacer. Estas líneas están escritas precisamente un 11-M, una fecha dolorosa para todos los españoles. Esa herida que está en nuestros corazones, aquella fatídica jornada. Pero entonces supimos reaccionar como conjunto social, las muestras de solidaridad emocionan al recordarlas. La ciudad de Madrid, hoy semivacía en sus calles, volverá a salir adelante para reír, bailar, cantar y amar.
Ese esfuerzo también debe ser de las empresas, fomentando el teletrabajo y la flexibilización de los horarios, como se ha hecho en El HuffPost. Es el momento de comprobar si el país está preparado también para este modelo en muchas áreas y desterrar también prejuicios de que un trabajador no rinde si no está presencialmente. Eso de calentar la silla.
Todos tenemos miedos estos días, obviamente. Y más en una sociedad cuya cultura es apocalíptica -sólo hay que hacer un repaso a los catálogos de Netflix y HBO-. Es lógico que queramos hacer acopio de comida, pero hay que estar calmados. En Madrid, por ejemplo, se cuenta con una infraestructura crítica que permite perfectamente el abastecimiento: MercaMadrid. Es el momento de demostrar el sentido común de todos.
Lo que sabemos también es que esto tendrá un coste económico para nuestro país: especialmente en nuestro ‘petróleo’, el turismo. Lógica preocupación entre los empresarios. Es una cuestión de salud pública, pero hay que esperar también paquetes y medidas de estímulo como ha sucedido en otros países. El Consejo de Ministros tiene previsto este jueves una reunión extraordinaria para ayudar también contra el frenazo económico. Empresarios y trabajadores deben darse las manos estos días, paz social.
De todos es de todos los medios también. Los periodistas debemos ejercer nuestro trabajo estos días siempre atendiendo a los criterios de veracidad y objetividad. No todo vale por la audiencia. La gente sigue acudiendo a los medios como principal fuente durante las grandes crisis frente a la desinformación que inunda las redes. Cuando terminen estos días, también habrá que hacer autocrítica en el sector sobre si se ha colaborado en expandir la sensación de alarma.
Una sociedad además que demanda que los políticos estén a la altura: transparencia total y medidas adecuadas. Un Gobierno que tiene que hacer frente a la situación más complicada que se podía imaginar y que debe velar únicamente por la salud de sus ciudadanos. Partidismo cero la sanidad es una obligación. Y una oposición que tiene también el reto de actuar conjuntamente con el Ejecutivo y ayudar a paliar esta epidemia. La gente no quiere colores hoy, quiere soluciones. Sin menosprecio de que se puedan exigir todas las responsabilidades políticas necesarias.
Y mucho ánimo entre todos. Desde nuestras casas, trabajos. Solos o acompañados. Vamos a cuidarnos entre todos, la sociedad española ha superado todos los graves obstáculos que se le han presentado. Juntos. Días duros. Pero España tiene como uno de sus grandes valores como sociedad, dejemos un rato las banderas, una solidaridad sin límites. El reto de TODOS que lograremos TODOS. Volveremos pronto a besarnos y abrazarnos sin miedo.