El gran misterio que rodea al desembarco de Greta Thunberg
Sólo se sabe que desembarcará, en algún momento a partir de las 8 horas, en Lisboa.
A menos de 24 horas de que toque el puerto de entrada a Europa continental, hay pocas certezas sobre el tránsito por Portugal de la activista sueca Greta Thunberg, de 16 años, cuya inminente aparición esta rodeada de un halo de misterio usualmente reservado a estrellas de rock.
Thunberg desembarca este martes en Lisboa, última parada antes de participar en la cumbre del clima de Madrid, rodeada de expectación mediática y política y también de rumores sobre cómo llegará hasta la capital española.
Entre rumores y cambios de última hora, la única certeza es que arribará al muelle de Santo Amaro, junto al icónico puente del 25 Abril, en algún momento a partir de las 8.00 de la mañana (hora local y GMT).
Los vientos que empujan el catamarán en el que ha atravesado el Atlántico determinarán su hora de llegada al muelle, donde la esperarán el alcalde de Lisboa, el socialista Fernando Medina, decenas de periodistas portugueses e internacionales, y activistas.
También estará allí, si la previsión se cumple, la comisión parlamentaria de Ambiente, decidida a ir hasta ella una vez que Thunberg no acudirá a la Asamblea de la República, como se previó inicialmente.
Desde el muelle, la adolescente realizará unos “breves comentarios” y responderá a preguntas de la prensa antes de salir del embarcadero con destino desconocido.
Objetivo: llegar a Madrid
Empiezan aquí las grandes incógnitas del paso de Thunberg por Lisboa, que será lo más breve posible, según fuentes conocedoras de los preparativos, con el objetivo de cumplir su verdadero anhelo: llegar cuanto antes a Madrid.
La principal pregunta es cómo lo hará. Desde el entorno de la activista se da como opción más probable el tren, lo que deja dos posibilidades, o bien el diurno, que atraviesa Extremadura y obliga a realizar hasta tres cambios de ferrocarril, o bien el nocturno, el Lusitânia, que pasa por Salamanca.
Ambas opciones superan las 10 horas de trayecto, y dado que el diurno parte a las 8.15 de la mañana, se especula con que el nocturno, que emprende camino a las 21.35 hora local, sea el elegido.
Pero como no hay nada confirmado, también está ya a su disposición en Lisboa el coche eléctrico ofrecido por la Junta de Extremadura, que podría realizar su trayecto en un plazo siempre superior a siete horas, en función del modelo elegido y los desvíos que realice para encontrar cargadores compatibles hasta llegar a Madrid.
En Lisboa se espera la llegada del catamarán en el que viaja Thunberg, cuyo recorrido puede seguirse en tiempo real a través de la página web en la que los patrones de la embarcación, una pareja de australianos, venden una guía de viaje por veinte dólares.
Una expectación, en suma, que ha acabado por alejar al presidente de Portugal, el popular Marcelo Rebelo de Sousa, siempre presto a participar en evento de gran interés social pero que, en este caso, ha elegido no ir hasta el muelle para saludar a la activista contra la crisis climática más conocida del mundo.
“Lo pensé dos veces”, ha confesado el jefe de Estado luso, que considera que su presencia en el muelle de Santo Amaro “podía ser considerado un aprovechamiento político de una realidad más amplia y vasta”.
“Y creo que no tengo ese derecho”, apostilló Rebelo de Sousa, que ha cargado de encuentros su agenda para la mañana del martes.