El fiscal destaca el "mal gratuito" en el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona
El fiscal del caso de Rosa Peral y Albert López, los guardias urbanos de Barcelona acusados de matar a un compañero, pareja sentimental de ella, ha afirmado este lunes que “desgraciadamente, el mal gratuito existe”, y ve este triángulo amoroso como una “red de mentiras, manipulaciones y toxicidad”.
Peral y López se han sentado este lunes por primera vez en el banquillo de los acusados ante el jurado popular que los juzgará en la Audiencia de Barcelona como coautores de un delito de asesinato con alevosía, y para los que el ministerio fiscal pide penas de prisión de 25 y 24 años respectivamente.
Durante el juicio que ha arrancado este lunes con las alegaciones y cuestiones preliminares de ministerio fiscal, acusación particular y abogados de la defensa, los imputados no se han cruzado ni una sola mirada pese a estar sentados en el mismo banquillo y han permanecido casi todo el tiempo con el rostro inmutable, con la excepción de unos momentos de emoción que ha mostrado la acusada cuando han hablado de sus hijas.
Los hechos enjuciados se remontan al 2 de mayo de 2017 cuando, según el escrito de la fiscalía, los dos acusados ejecutaron un “plan criminal preconcebido” para acabar de “forma violenta” con la vida de la pareja sentimental de la mujer, Pedro Rodríguez, en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
Posteriormente, entre la madruga del 2 al 3 de mayo, los encausados introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en el maletero de su coche, y se dirigieron a una pista forestal en el área del pantano de Foix, donde prendieron fuego al vehículo que quedó prácticamente carbonizado por la acción de las llamas.
Durante el trayecto en coche hacia este pantano, los dos acusados pasaron por las inmediaciones de la casa del exmarido de la guardia urbano encausada para intentar incriminarle.
En sus alegaciones ante el tribunal, el fiscal Félix Martín ha argumentado que aunque se pueda pensar que “nadie normal puede hacer algo tan brutal” como es este asesinato, ha agregado que, “desgraciadamente, el mal existe en algunas ocasiones”.
El ministerio público, así, presentará a la largo del juicio pruebas testificales y periciales que puedan dilucidar el comportamiento de los acusados antes del día de autos, durante la jornada en la que sucedieron los hechos, y en días posteriores, hasta que fueron detenidos.
Según el fiscal, es “necesario” conocer este triángulo amoroso, que ha calificado como una “red de mentiras, engaños, manipulaciones y toxicidad en letras mayúsculas”, para poder entender lo que pasó el día de autos.
La acusación popular, en representación de la familia de la víctima, ha sido taxativa al asegurar que los acusados “mataron a sangre fría” a Pedro Rodríguez, y ha subrayado que a lo largo del juicio demostrarán que los dos imputados tenían sus propios motivos para cometer este crimen.
Acusaciones mutuas
Siguiendo la misma tónica que durante los interrogatorios y la fase de instrucción de este caso, Peral y López siguen acusándose mutuamente, como han puesto de manifiesto las alegaciones presentadas en el tribunal por sus respectivos abogados.
La abogada Olga Alderiu, defensora de la acusada, ha negado que Peral matase a su pareja, argumentado que ésta no tenía ningún motivo para hacerlo, “ni económico ni sentimental”.
″¿El gran interrogante es por qué tenía que matar a su pareja? No existe. Eran felices, iban a casarse, tuvieron un fantástico día con la familia el día de los hechos, querían tener un hijo....”, ha interpelado la letrada al jurado. En este sentido, la abogado ha precisado que, quizás, su defendida “no es una santa”, pero que “no es una asesina”.
En cambio, el letrado José Luís Bravo, abogado del acusado, ha afirmado ante el tribunal que la ”única prueba que existe” contra López es la “declaración de Rosa”.
Según el letrado del acusado, “quien ejercía el control sobre él era Rosa”, “quien decidía el cotarro era ella”: “Este es un caso de violencia doméstica, pero la víctima no ha sido una mujer sino un hombre”.
La primera sesión del juicio por el crimen de la urbana ha comenzado con las cuestiones preliminares, en las que el juez ha admitido como nueva prueba una llamada telefónica descubierta recientemente pero no el móvil hallado en la celda de la imputada, ambas a propuesta del ministerio público.
El magistrado, así, ha admitido una llamada que hizo López a Peral el 1 de mayo que la acusada no cogió, y de la que dio testimonio la compañía telefónica al juzgado la semana pasada.
En cambio, el juez no ha aceptado como prueba el móvil encontrado en la celda de la acusada el pasado 1 de diciembre, al argumentar que se desconoce la titularidad, el contenido y la trascendencia del mismo.
Tampoco ha sido admitida una nueva prueba solicitada por la defensa de la acusada, unas fotos, por falta de tiempo para su verificación ya que, ha recordado el magistrado, deberían haber sido aportadas durante la fase de instrucción.