El único cargo de ADIF imputado por el caso del Alvia culpa al maquinista y asegura que no debía evaluar la seguridad de la línea
Se trata del exjefe de SEGURIDAD en la circulación de la entidad desde 2005 hasta el 2 de junio de 2013, Andrés Cortabitarte: "Estamos aquí por cuatro segundos".
Andrés Cortabitarte, director de la seguridad en la circulación de ADIF desde 2005 hasta el 2 de junio de 2013, ha alegado hoy que entre sus funciones no estaba la de evaluar los riesgos de la línea 082, la del Alvia que se estrelló en 2013, cuando entraba a Santiago, con el saldo de 80 muertos y casi centenar y medio de heridos.
Mas no solo eso. Cortabitarte ha culpado al maquinista Francisco José Garzón Amo del accidente. “Estamos aquí por cuatro segundos”, ha recogido El País en un extracto de su declaración en el juicio. “Si el maquinista hubiera frenado cuatro segundo antes, no estaríamos aquí”, destaca ABC.
En su declaración, a preguntas del Ministerio Público, el acusado ha indicado que no tenía esa facultad y tampoco peso alguno sobre la construcción, y cuando el fiscal le ha indicado que durante la fase instructora llegó a decir que él era el máximo responsable de la seguridad y que a tal efecto había emitido un certificado sobre esa línea, ha replicado que el suyo era uno más.
“Es uno más de los ocho certificados. Es uno más. Todos son necesarios”, ha expresado en la sala de vistas habilitada en la Ciudad de la Cultura, ubicada en Santiago, para esta vista oral.
“La dirección de Seguridad lo único que hace en esta obra es que en el control, mando y señalización se ha cumplido la normativa Cenelec. Solo certifica que se ha cumplido la normativa Cenelec”, la que tiene como fin definir y establecer la metodología de cómo lograr los objetivos de un sistema ferroviario en términos de fiabilidad, disponibilidad y mantenimiento. “No hay una persona que firme absolutamente la certificación”, ha esgrimido el excargo del administrador de infraestructuras ferroviarias.
Responsabiliza a UTE Thales y Dimetronic
Cortabitarte también ha descargado la responsabilidad de la evaluación de riesgos de seguridad de la línea 082 sobre la UTE Thales y Dimetronic (hoy Siemens). “Nosotros no podemos evaluar al evaluador”, ha zanjado, incidiendo en que quien evalúa los riesgos es “aquel que construye” y ha vuelto a remarcar que el certificado que él emitió no se adentraba en ese aspecto por no tener “competencia” para ello.
Además, ha hecho hincapié en que el Ministerio de Fomento es el que concede la autorización para la definitiva puesta en servicio.
Una curva pensada para ir hasta a 160 km/h
Cortabitarte también ha subrayado que el diseño de la curva donde se produjo el “fatal” descarrilamiento, la de A Grandeira, estaba pensado para poder ir por ella hasta a 160 kilómetros por hora, el doble de la velocidad de confort, que era de 80. El tren siniestrado iba a más del doble de la máxima permitida.
Presenciando su testifical no está el otro acusado, el maquinista, que está exonerado de acudir. Cortabitarte podría haber declarado la semana pasada, como estaba previsto, pero solicitó un aplazamiento, admitido, para recuperarse del manotazo que le propinó el padre de una de las ocho decenas de víctimas mortales, leve agresión por la cual ese hombre se disculpó.