La incidencia sigue su caída en picado, pero las muertes vuelven a repuntar hasta 393
Sanidad notifica 53.055 casos desde ayer.
La sexta ola del coronavirus cada vez tiende más a la baja y la incidencia es fiel reflejo de su evolución. Este jueves, Sanidad ha notificado otra caída de 125 puntos hasta los 1.566, pero acompañada de un nuevo repunte de las muertes, con 393 desde ayer. Además, se han registrado 53.055 casos.
En total, hay registrados 10.555.196 positivos desde que comenzó la pandemia, con Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana como principales focos recientes de contagios, rozando cada comunidad los 10.000 en el último día.
Con los indicadores de incidencia a la baja, la previsión es que el ritmo de caída no se frene próximamente. Si la tasa a 14 días es de 1.566,97, el dato a siete días es de poco más de un tercio, 569,51. Los peores registros de IA a 14 se dan en Cantabria (2.371,06) y Cataluña ( 2.337,65), mientras que Andalucía continúa con el mejor indicador (591,99), seguida de Canarias (649,53). Ambas son las únicas que bajan del millar.
Los fallecidos, por contra, se mueven en cifras altas, por la cantidad de casos y tratamientos hospitalarios acumuladas en las semanas previas. Así, la estadística recoge 775 decesos en la última semana, con Andalucía (118) y Comunidad Valenciana (114), como autonomías con mayor mortalidad reciente. El acumulado a nivel nacional ya llega a 95.606.
Sí cae con fuerza el porcentaje de pacientes en camas de planta o de UCI por covid en los hospitales. En las últimas 24 horas, los cuidados intensivos han perdido siete décimas, hasta el 17,41% de media nacional (que se eleva al 35,29% en Melilla y al 33,84% en Cataluña). En camas convencionales baja seis décimas, hasta el 10,92%, con menos diferencias territoriales.
Este jueves es el primer día en el que las mascarillas ya no son obligatorias en el exterior, después de que el Gobierno aprobase la retirada de esta norma en el Consejo de Ministros de hace dos jornadas.
La evolución a mejor de la sexta ola y la predominante levedad de los nuevos casos, ha empujado al Ejecutivo a adoptar un paso que ya habían dado países como Francia. Otros han ido más allá y las han retirado del todo, como Inglaterra o Dinamarca.