Cuando duele la infertilidad
Cuando duele la infertilidad, afecta al mundo emocional y las emociones juegan un papel primordial en este proceso. Infertilidad y emociones van de la mano aunque no sea demasiado visible.
Hace unas semanas, esperando en la consulta del médico internista, la persona que estaba a mi lado comenzó a hablar conmigo y poco a poco fue desgranándome su dolorosa historia de infertilidad. Ella y su marido querían tener hijos y por más que lo había intentado no lo habían logrado hasta ahora. Aunque llevan años entre pruebas y médicos, no habían conseguido resultados de momento. Cuando la infertilidad se presenta...a cualquier pareja le duele.
Me contó que una vez se quedó embarazada y tuvo un aborto espontáneo en el primer trimestre. Eso aumentó su falta de conseguir ser madre. Prácticamente ya habían hecho todo lo que médicamente se podía hacer. Al menos eso me dijo. Como creyente se había encomendado a Dios, sin resultado por ahora.
¿Qué puedo hacer?, me preguntó.
Como médico, lo primero que me surge ante un caso así es descartar todas las causas fisiopatológicas, que podrían estar impidiendo la gestación. Ella había pasado ya por ahí y desde esa perspectiva, los especialistas habían comprobado que "todo estaba bien". Ahí aparece mi visión profesional como psicoterapeuta y veo claramente la posible interferencia psicoemocional de la mujer, posiblemente también del marido y de la relación de pareja. Al no ser mi paciente, por supuesto que no pude hacer una buena indagación. Tampoco me la habían solicitado, ni era mi cometido. Pero todo esto me hizo reflexionar sobre la cantidad de personas que pueden estar sufriendo por una situación parecida, sin saber que existen otros aspectos importantes por explorar.
En el periodo de reflexión para escribir este artículo, he explorado la opinión de expertos sobre la influencia de las emociones en el proceso de infertilidad. Lo primero que me llega durante la exploración es la ausencia de referencias en la mayoría de páginas médicas de la implicación de las emociones en el proceso reproductivo. No me sorprende, pues la medicina occidental actúa en muchos casos desde la negación de las emociones. Y yo diría que están presentes en el 100% de los procesos vitales de todas las personas. Muchas veces de forma inconsciente, pero están.
Cuando algo natural se sale del contexto de normalidad, genera un impacto emocional de menor o mayor importancia. El nivel del impacto, dependerá de las características personales de quien lo sufre, de su capacidad de adaptación, de su evolución psicoemocional, etc. Lo que está claro es que afecta a las personas, a la relación de pareja, a la familia y al entorno. Hay que saber afrontarlo y no todos están preparados para gestionarlo adecuadamente.
Miedo a ser padre o madre. Miedo a asumir una responsabilidad tan grande como esta. Presión familiar de padres, suegros y del entorno para traer descendencia. Miedo a defraudar. Miedo a que les dejen de querer. Miedo a quedarse con la etiqueta culpabilizadora de "ser estéril", etc. No cabe duda de que todo esto puede formar parte del mundo emocional de las personas según van cumpliendo años y viven en pareja, que no tienen hijos.
Yo he trabajado con pacientes con experiencias traumáticas infantiles, que son conscientes de que en su infancia decidieron no ser padres, para no repetir su mala experiencia infantil en sus hijos, para no parecerse a su madre o padre, para evitar revivir el trauma con sus hijos, etc. Es un mecanismo defensivo más, que cuando se trabaja en psicoterapia a nivel emocional profundo, al resolver el conflicto, el paciente puede redecidir ser padre o madre.
Hay una aclaración que quiero hacer antes de seguir. Como psicoterapeuta humanista integrativo acompaño a mis pacientes a resolver los problemas que me traen a consulta, sean los que sean los acompaño con el máximo respeto y fomentando su autonomía personal. Los pacientes que trabajan con nosotros en el Instituto Galene, están acostumbrados a alegrarse cuando descubren una posible causa de cualquier problema. Eso les permite salir de la pasividad, ante algo que les sucedía y no sabían/podían hacer nada, y enfrentarse al nuevo descubrimiento con energía y motivación. Descubrir la implicación emocional como parte de la infertilidad, es algo muy positivo pues permite tomar las riendas y afrontar los posibles problemas. Les facilita tener éxito.
"Los datos obtenidos por la Sociedad Americana de infertilidad revelan que el estado emocional de la persona que se somete a un tratamiento de reproducción asistida es de vital importancia en el curso y resultado de los mismos:
- Mujeres con altos niveles de ansiedad ovularon un 20% menos, sus óvulos fecundaron un 30% menos y fueron un 20% más proclives al aborto.
- Está comprobado que la posibilidad de éxito con los tratamientos es más elevado en las mujeres con buena salud mental.(IVI Valencia)
Según el Dr. Daniel R. Aquilano: "Se cree que el efecto negativo del estrés sobre la reproducción es adaptativo, y prevendría nuevos nacimientos durante épocas de escasez o trastornos sociales. Además, el estrés crónico puede no solo afectar la capacidad de la mujer para quedar embarazada y llevar un feto a término, sino también reducir el deseo sexual tanto en hombres y mujeres.
El estrés al que se somete una mujer buscando un embarazo puede reducir las probabilidades de lograrlo. Abundan las historias de parejas que adoptan niños porque no pueden concebir y de repente, una vez relajados son capaces de lograr embarazo por sus propios medios convirtiéndose en padres biológicos".
Volviendo a la conversación inicial, respondí a la ultima pregunta de mi interlocutora, que sería muy bueno hacer psicoterapia. Las personas que se enfrentan a un deseo frustrado de ser padres, pueden verse beneficiadas si realizan un proceso de psicoterapia, que les permita indagar sobre la implicación de los factores psicoemocionales, descubrir posibles interferencias del pasado, enfrentarse a ellas en profundidad y resolverlas. Los que elijan nuestro modelo de psicoterapia, la Psicoterapia Humanista Integrativa, podrán enfrentarse a esto acompañadas emocionalmente por su terapeuta. En el Instituto Galene, donde yo trabajo, estaremos encantados de ayudar a las personas que quieran transitar con nosotros el difícil y largo proceso de resolver la infertilidad.
Este artículo se publicó originalmente en el blog del autor.