Cospedal reconoce que pidió a Villarejo que se enterara de si el PP estaba siendo espiado
La exsecretaria general de los populares niega haber contratado al excomisario para algún tipo de encargo.
La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal justificó ante el juez de la operación Kitchen, Manuel García Castellón, sus encuentros con el José Manuel Villarejo argumentando que, desde su posición y sus relaciones “en todas partes”, el excomisario podía dar “alguna luz” sobre el supuesto espionaje al PP, aunque ha reiterado que nunca le hizo “ningún encargo”.
La exdirigente popular dijo que se reunió con Villarejo porque también “podía tener información” de actuaciones “que no fueran ortodoxas o regulares” por parte de “algunas personas del partido”. Pero lo cierto es que el propio comisario señaló en su declaración que la Kitchen no se hubiera existido organizar sin el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Según los audios de la declaración de la exsecretaria general del PP, habría sido el propio Villarejo quien “pidió” ver a Cospedal. La exministra de Defensa accedió a reunirse con él para que le “explicara y demostrara” esas presuntas actuaciones, aunque según su testimonio, Villarejo nunca llegó a “probar nada”.
La ex secretaria general del PP destacó ante el juez que Villarejo era una persona muy dada a hablar “con mucha profusión de muchas cosas” y a adornar “profusamente” la información publicada en los medios de comunicación.
Cospedal quita hierro al interés del PP en robar documentos a Bárcenas
Cospedal puso en duda ante García-Castellón que el PP tuviera interés alguno en la sustracción de documentación a Luis Bárcenas cuando todos sus enseres estuvieron durante meses en la sede del partido sin que sus abogados acudieran a recogerlos como se les pidió en varias ocasiones.
″¿Qué necesidad tenía el PP de organizar nada si toda esa documentación en la que Bárcenas decía que tenía el oro y el moro estaba en la propia sede del partido?”, se preguntó Cospedal de forma retórica.
Por eso, la exministra de Rajoy consideró que entre la documentación trasladada por el exchófer de Bárcenas Sergio Ríos desde la sede del PP hasta el taller de su mujer, Rosalía Iglesias, dónde supuestamente se le intervino documentación y dispositivos informáticos, no podía haber “ningún papel que pudiera poner en compromiso al PP”. Así, Cospedal negó la necesidad de la operación.
Para reforzar su tesis, Cospedal recordó que el extesorero del PP ya había hecho “mucho daño” al PP con la publicación, en enero de 2013, de sus famosos papeles con la supuesta caja B. “Los papeles de él, que no del PP”, matizó Cospedal, que recordó también que cuando el extesorero declaró por primera vez en esa causa entregó un “pendrive” al juez y dijo que todo lo que tenía estaba ahí.
″¿Por qué se iba hacer ninguna actuación de ese tipo si todo ese tiempo había estado esa documentación en el PP? Yo es que eso no lo entiendo”, insistió.
El juez interpretó entonces que cuestionaba la existencia de la operación y le hizo saber que, en la causa, hay cosas que ya están comprobadas, “como la actuación del chófer” como confidente policial.
“Señoría, pero eso no tiene nada que ver con el PP. Las labores policiales son labores policiales”, respondió Cospedal. Eso sí, la ex secretaria general del PP precisó que desconocía actuación alguna del Ministerio del Interior al respecto, y negó que el policía Andrés Gómez Gordo, al que se atribuye la contratación de Ríos como chófer de Bárcenas y que tuvo un cargo de seguridad cuando ella era presidenta de Castilla-La Mancha, le informase de nada.
Kitchen es “una más” de las “calumnias” del extesorero
Cospedal también negó que desde el partido se barajara que tuviera documentación comprometida y que eso, como lo de las supuestas grabaciones a Mariano Rajoy y Javier Arenas, es algo que salía publicado en los medios y que él promovía. “Yo creo que eso es mentira, que esas grabaciones no existen, pero es una opinión, no lo puedo asegurar”, expuso.
Cospedal aludió también a los “muchos procedimientos judiciales” que se han derivado de “calumnias” de Bárcenas, al que sin nombrar directamente tildó continuamente de mentiroso.
Por eso, la exministra cree que Kitchen “es una más”, como fue el llamado caso de lo de los ordenadores del PP o la causa que Bárcenas consiguió que se le abriera a ella en Toledo en relación a un contrato de basuras del que finalmente resultó absuelta porque era todo “mentira”.
“Es muy pesado tantos años con las fábulas de esta persona”, acabó diciendo cuando el fiscal le preguntó por una anotación del 6 de noviembre de 2013 en las agendas intervenidas a José Villarejo el pasado año y que han servido para apuntalar la imputación de la exministra de Defensa.