Los contagios de ómicron en Sudáfrica caen al mismo ritmo que se dispararon
Los expertos advierten de que es difícil comparar este escenario al resto del mundo, pues ocho de cada diez sudafricanos ya han pasado la covid.
Prácticamente al mismo ritmo que subió la burbuja, esta se ha desinflado. Este es el escenario que se vive con la variante ómicron en el primer país en la que se diagnosticó: Sudáfrica. El pasado martes, las autoridades identificaban el pico de infecciones, contabilizando más de 15.000 casos positivos en todo el país, pero una marcada disminución de los más de 26.000 casos diarios vistos hacía solo una semana.
En este sentido, la curva que dibuja la evolución de los casos positivos en Sudáfrica tiene la forma de una cima escarpada, una cuestión en la que diversos expertos coinciden en que responde a las características de una ola explosiva. “No es inesperado en epidemiología que un aumento muy pronunciado, como el que vimos en noviembre, sea seguido por una disminución pronunciada”, indicó Mara Nunes, la investigadora principal del departamento de análisis de vacunas y enfermedades infecciosas de la Universidad de Witwatersrand, en una declaración recogida por El País.
Por este motivo, muchos de los países europeos donde ómicron está avanzando imparable miran con optimismo al continente donde se halló. No obstante, hay que mantener la cautela. Los expertos también han avisado a otros países de que la situación en Sudáfrica es difícil de comparar al resto del mundo. En este sentido, hay un indicador muy claro, ocho de cada diez sudafricanos han padecido la COVID-19, por lo que tienen cierto nivel de protección frente a nuevos episodios de la enfermedad.
“Todo indica que hemos superado el pico de infecciones en Gauteng. Esto es alentador y bastante optimista en términos de las tendencias decrecientes en el número de casos”, señaló la doctora Michelle Groome, responsable del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, del termómetro que supone la región más poblada del país africano.
No obstante, la profesional lanzó una advertencia y llamó a ser “conscientes” por la posible reducción de prueba diagnósticos. “La gente ahora está viajando y puede haber cambios en términos de la cantidad de personas que pueden realizar la prueba y, por lo tanto, algunos de los números más bajos pueden deberse a la temporada navideña”, apuntó la doctora Groome.
Las hospitalizaciones han sido menores
El pasado 17 de diciembre, también salía a la luz un dato muy significativo sobre el impacto de ómicron en la presión hospitalaria. El ministro de Salud de Sudáfrica, Joe Phaahla, informaba de un acusado descenso de las hospitalizaciones por coronavirus en el país africano durante esta cuarta ola de contagios, la mayoría por la variante ómicron, frente a repuntes anteriores de la enfermedad.
Concretamente, menos de un 2% de hospitalizados en la segunda semana de la cuarta ola, en comparación con el 19% de hospitalizados durante la segunda semana de la tercera ola, donde la mayoría de los casos pertenecían a la llamada variante delta, mucho más contagiosa que la versión primigenia del virus.