Condenados 16 y 17 años por violar a una menor y grabarlo en Pineda de Mar
Los hechos ocurrieron en 2018, cuando la joven tenía 14 años.
La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de 16 años y medio y de 17 años y medio de prisión a los dos acusados de violar en grupo a una menor y grabarlo en una masía abandonada de Pineda de Mar (Barcelona).
Les condena por los delitos de agresión sexual continuada y descubrimiento y revelación de secretos, ya que se colgaron vídeos de la agresión sexual en una red social, según informa este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
Los hechos ocurrieron el 22 de marzo de 2018 en una masía abandonada de Pineda, donde los dos acusados, entonces con 18 y 20 años, junto a otros dos menores, llevaron a la menor, entonces de 14 años, y la violaron en grupo y lo grabaron con el móvil, en presencia de otra decena de menores.
Además de la pena de prisión, la sala también impone como penas añadidas por el delito de agresión sexual continuado la prohibición de comunicación y aproximación a menos de un kilómetro donde pueda encontrarse la víctima durante un tiempo de diez años superior a la pena de prisión impuesta.
La Sección Décima también dicta libertad vigilada, una vez finalice la pena de prisión, por un tiempo de diez años y inhabilitación especial para cualquier trabajo u oficio que conlleve contacte con menores por un periodo de cinco años superior a la pena de prisión impuesta.
Para la pena de descubrimiento y revelación de secretos, se fija la pena añadida de prohibición de comunicación y aproximación a menos de un kilómetro donde pueda encontrarse la víctima durante un tiempo de cuatro años superior a la pena de prisión impuesta.
La sala también les impone una indemnización conjunta de 32.250 euros por los daños morales y secuelas sufridas por la víctima.
En el juicio, que empezó a finales de mayo, la Fiscalía pidió 164 y 149 años de prisión para los acusados, mientras que ellos dos negaron haber violado a la menor.
Ambos acusados sostuvieron que la menor accedió a tener relaciones con ellos y que se ofreció, y sus defensas pretendían acogerse a una excepción en el Código Penal para abusos a menores, queriendo demostrar que la víctima parecía mayor, de al menos 16 años: a partir de esa edad, las relaciones consentidas entre un menor y un adulto son legales; antes, solo si es con “una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez”.
La última sesión del juicio, prevista para el 29 de mayo, se aplazó hasta finales de junio porque los dos acusados debían estar en cuarentena porque habían tenido contacto con un enfermo de coronavirus, y la Sala no pudo conectar por videoconferencia con la prisión para que pudieran seguir el juicio.