Comunidad de Madrid: un gobierno que da la espalda a la Asamblea
Desde que Díaz Ayuso llegó a la Puerta del Sol, hace más de nueve meses, el Ejecutivo autonómico no ha sacado adelante ninguna ley.
Isabel Díaz Ayuso lleva nueve meses y medio al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, pero ha sido incapaz de alumbrar una sola ley en la Asamblea regional, donde debería apoyarse en los 12 diputados de la ultraderecha de Vox y los 26 de Ciudadanos, su socio en el Consejo de Gobierno de la Puerta del Sol.
El Ejecutivo madrileño estuvo cerca de aprobar el pasado 5 de marzo el primer y único proyecto de ley que ha presentado a la Cámara hasta ahora, de bajada de impuestos, que no prosperó por un rifirrafe entre Ciudadanos y Vox. La extrema derecha defendía, además, una reducción de las subvenciones de la Comunidad que los naranjas no querían.
El Gobierno de Comunidad legisla a golpe de órdenes y decretos desde que se constituyó. No cuenta con la Asamblea para casi nada. Solo desde que entró en vigor el estado de alarma, el Ejecutivo regional ha aprobado 25 órdenes, 11 decretos y 24 resoluciones. Ninguna consensuada con ningún grupo de la Cámara. Durante los 6 primeros meses, el Consejo de Gobierno ha acordado 155 medidas, de las que 101 se encuentran en desarrollo, según explica el Ejecutivo.
El Gobierno de Díaz Ayuso, no obstante, justifica la falta de leyes en la Cámara a los problemas que encuentra en la aritmética parlamentaria: “Los números en la Asamblea son los que son y alcanzar mayorías tiene su problemática”, explican fuentes de la Consejería de Presidencia, liderada por la popular Eugenia Carballedo.
Vox, sin embargo, señala directamente la debilidad del Gobierno para explicar la ausencia de iniciativa legislativa. La jefa ultra en Madrid, Rocío Monasterio, ve muy difícil que el tándem que forman Ayuso e Ignacio Aguado saque adelante ningún proyecto de ley porque existen “dos voces”: la popular y la naranja, que no se ponen de acuerdo en casi nada.
Fuentes de Ciudadanos en la Cámara, no obstante, justifican que “no es mejor Gobierno el que más leyes saca”. Y apuntan a la crisis desatada por el coronavirus y al experimento que supone la primera experiencia de coalición en la región como principales factores del gatillazo legislativo del Ejecutivo de Díaz Ayuso. Estas mismas fuentes precisan que “no ha habido tiempo para llevar temas a la Asamblea” en más de nueve meses.
Las fuentes de Presidencia consultadas coinciden con los naranjas: “Este es un gobierno liberal. No somos partidarios de legislar por legislar, sobrecargando de normativa al ciudadano, sino todo lo contrario. En todo caso, se han aprobado 40 proposiciones no de ley y se ha iniciado la tramitación de otros proyectos de ley”.
La Mesa, que preside Cs, está tramitando nueve proposiciones de ley: cuatro presentadas por Más Madrid, tres por Unidas Podemos, una por Cs y otra por el PSOE. Presidencia, además, apunta otro problema: “Hay que tener en cuenta el parón obligado por las restricciones impuestas por el estado de alarma en el trabajo de la Asamblea desde el mes de marzo”. Aunque Unidas Podemos presentó una proposición de ley para solucionarlo.
Los morados propusieron un cambio del reglamento de la Cámara que permitiera el voto a distancia de todos los diputados. “La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto las limitaciones a la actividad parlamentaria. La habilitación de mecanismos de votación telemática permite mantener la integridad de la actividad parlamentaria, incluyendo la aprobación de medidas urgentes que deban ser tramitadas durante la crisis”.
El Ejecutivo autonómico ha podido aprovechar la covid-19 para sacar adelante leyes con el respaldo de la oposición tras el ofrecimiento de los socialistas, el principal grupo de la Asamblea. “El Gobierno de Madrid es una unión de intereses partidistas; el PP utiliza a la comunidad de todos como ariete contra el gobierno de España y Cs teme no volver a gobernar. No tienen un proyecto político que les una, solo el poder”, opina el diputado socialista Javier Guardiola, quien añade: “No tiene pinta de que vayan a poder sacar nada”.
Pablo Gómez Perpinyà, uno de los portavoces de Más Madrid, cuenta que el de Díaz Ayuso “es un gobierno indolente y arrogante”. Y sigue: “No es que no haya aprobado una sola ley, es que ni siquiera las trae a la Cámara. Solo trajo una y fracasó, a pesar de ser su proyecto estrella de bajada de impuestos. Ayuso ha heredado la arrogancia de Aguirre con sus desplantes a la oposición y la incapacidad para negociar hasta con sus propios socios”.
Vicepresidente por su cuenta
Los naranjas, comandados por el vicepresidente Ignacio Aguado, se han puesto como objetivo sacar adelante un pacto por la reconstrucción con el resto de grupos, aunque Díaz Ayuso no ve con buenos ojos el exceso de iniciativa de su socio, porque quiere pilotarlo ella. Por eso anunció este miércoles que iniciará, junto con Vox, su propia ronda de contactos con la oposición a pesar de que Aguado se reuniera a con ella este lunes.
El PP y Vox dieron plantón a Aguado y terminaron dejando que el vicepresidente se hiciera la foto solo con los grupos de izquierda. Estos, además, recelan de la capacidad del líder de naranja de arrastrar a un Gobierno que no preside a acuerdos más allá de la mayoría que permitió la investidura de Isabel Díaz Ayuso.
“O aquí viene la presidenta o esto no es creíble”, protesta otro diputado socialista. En Más Madrid piensan parecido: “Ayuso tiene el grupo parlamentario más pequeño de la historia de su partido. Más le valdría poner los pies en la tierra y aprender a dialogar, porque de ello depende un pacto de reconstrucción para los madrileños”, dice Gómez Perpinyà.
Monasterio aseguró que ese encuentro de Aguado con la oposición se hizo “a espaldas” de la presidenta de Madrid. A Vox le interesa arrojar a los naranjas a las manos del PSOE. Es más, acusa a Aguado de urdir de una moción de censura para descabalgar al PP, que sigue enrocado y se niega a pactar nada con “el desastre” que, según Díaz Ayuso, representan socialistas, morados y los diputados de Más Madrid, el partido de Íñigo Errejón.
La oposición critica, además, que Díaz Ayuso tenga la Asamblea de Madrid “cerrada”, según fuentes socialistas. La mesa de la Cámara, controlada por Cs, admite pocas preguntas de la oposición, protestan los socialistas. Y eso que el PSOE es el grupo con más diputados: 37 de 132. “A Ayuso no le interesa tener oposición, porque está enfocada en ser la oposición de Moncloa”, lamentan fuentes socialistas de la Asamblea. El Gobierno de Madrid sigue con la vista puesta en Sánchez. Sin leyes de por medio.
Eso sí, en todo este tiempo, en especial desde que estalló la crisis sanitaria más importante del último siglo, Isabel Díaz Ayuso ha encadenado polémica tras polémica. Se aprovecha del ruído mediático que provocan sus intervenciones, sus tuits y sus gestos para maquillar la inoperancia de su Ejecutivo y la división que lo parte en dos. Además, la popular ha estado centrada en atizar la gestión del Gobierno de España.
El 26 de mayo se cumplió un año de las elecciones que auparon a Díaz Ayuso al Gobierno madrileño, que desde el 16 de marzo ha dirigido en uno de los apartahoteles de lujo que tiene el empresario Kike Sarasola en el entorno de plaza de España.
La presidenta regional llegó al Ejecutivo de forma inesperada tras conducir al PP a los peores resultados de su historia en la región. Y a la suite del empresario hotelero al que adjudicó por “error” un contrato de medio millón de euros el pasado 16 de marzo, tras dar positivo por coronavirus, para pasar la cuerantena.
El Gobierno de Madrid ha convertido la Comunidad en un escaparate para mostrar a los españoles cómo sería el gobierno de Pablo Casado en España. Es más, el líder del PP desfiló el 2 de mayo, día de la Comunidad, ante fuerzas de seguridad y personal sanitario sin tener ningún cargo en la Administración madrileña. Mientras, Madrid espera que el Gobierno de Sol avance su primera ley en casi un año.