Aragonès se propone "culminar la independencia" siguiendo el ejemplo escocés
El candidato de ERC presume de que será el primer presidente independentista y de izquierdas y de eso ha ido su discurso: de secesionismo y de progreso.
A la segunda irá a la vencida. El candidato de ERC a la presidencia de Cataluña, Pere Aragonés, se está sometiendo este jueves a la primera sesión de su segunda intentona para ponerse a los mandos de la Generalitat. Aragonès, de 38 años, se ha comprometido a “culminar” la independencia tras un referéndum pactado con el Estado, siguiendo el ejemplo escocés. Además, ha puesto énfasis en que será el primer president independentista y de izquierdas. Es más, será el primero de ERC en ocho décadas. Y de eso ha ido su discurso: de secesionismo y de progreso.
El republicano logrará ser presidente este viernes cuando los 33 diputados de su partido, los 32 de Junts y los 9 de la CUP den el ‘sí’ a su candidatura. Los tres partidos soberanistas suman mayoría absoluta. Y ERC y Junts reeditarán la misma coalición que ya fracasó antes de tiempo y que condujo a las elecciones del 14 de febrero. La única diferencia es que esta vez los republicanos lideran el bloque independentista porque consiguieron más votos, aunque por la mínima —solo 35.605 más—.
Pese a que ERC logró más apoyos que Junts, el reparto entre ambos partidos de las consejerías que conformarán el Govern ha sido más que comentado, porque las que más peso tienen (Economía y Asuntos sociales) van para los posconvergentes que, además, se hacen con la mitad del gabinete. Aún así, Aragonès ha confiado en que el acuerdo entre los partidos secesionistas alumbre un gobierno “fuerte” y “cohesionado” que, ha dicho, está listo para liderar.
Estos son sus planes para Cataluña y sus mensajes.
¿Qué quiere hacer Aragonès en Cataluña?
El candidato de ERC ha empezado fuerte su intervención: quiere “culminar” la independencia de Cataluña tras un referéndum pactado con el Estado, siguiendo el ejemplo de Escocia y Reino Unido: “Sé que pasará. Lo que es posible en Escocia y Reino Unido que lo sea en España”.
El republicano, aún así, ha dicho que va a “gobernar para todos”. Y que procurará una salida de la crisis “que no deje a nadie atrás” y que transformará el sistema productivo. Además, quiere garantizar “un país en el que cada uno y cada una pueda vivir en absoluta libertad”.
Más allá de seguir el discurso tradicional del independentismo sobre la autodeterminación y los indultos a los políticos presos —y el retorno de los que han huido—, Aragonès ha dicho que su acción de gobierno pivotará entorno a cuatro banderas: la social, para lograr que todo el mundo tenga casa y trabajo; la feminista, para erradicar la violencia de género y asegurar la igualdad entre hombres y mujeres; la verde, para hacer de Cataluña “un país” pionero en la transformación del modelo energético y en el consumo de los ciudadanos, y la democrática, para que los catalanes tengan un Ejecutivo comprometido con la transparencia y la rendición de cuentas.
Aragonés ha desplegado una batería de anuncios con acciones inminentes dirigidos a crear ilusión en un parlament a medio gas por las restricciones de la pandemia. Y, por eso, ha anunciado un plan de rescate social, la gratuidad de la educación de 0 a 3 años, un plan de salud mental y la mejora de atención sanitaria.
¿Qué mensajes importantes ha lanzado?
Aragonès ha lanzado tres grandes mensajes. El primero, al Gobierno central. El candidato de ERC quiere reactivar cuanto antes la mesa de diálogo entre Moncloa y Generalitat, fruto del acuerdo político entre su partido y el Gobierno de coalición.
Es más, Aragonès ha dicho que es su “obsesión”. Pero, una vez más, ya ha dibujado el final por el que tendrá que pasar esa negociación para que sea un éxito: autodeterminación, indultos y retorno de los políticos catalanes huidos de la Justicia de española. No obstante, ha animado a Sánchez a confrontar ideas y a permitir a los ciudadanos de Cataluña “votar en libertad”. Eso sí, si en dos años no logra todos esos objetivos, Aragonès ha anunciado que se levantará de la mesa.
El segundo mensaje ha ido a dirigido a sus socios y rivales de Junts. El republicano ha puesto en valor el acuerdo al que ha llegado con ellos, pero les ha advertido de que su Gobierno será un gabinete que tendrá que tener valor “para tomar decisiones difíciles”. Además, ha dejado meridianamente claro de que pese a ser de ideologías políticas diferentes, Junts, la derecha catalana independentista, tendrá que comprometerse con la agenda progresista de Aragonès.
Y el tercer mensaje ha sido para la CUP y para el Gobierno central. Pese a que el acuerdo de los tres partidos independentistas emplaza a Aragonès a “dialogar” y embestir al Estado, el candidato de ERC ha evitado ese término en su intervención inicial. No hay una sola mención a la posibilidad de una nueva aventura unilateral. Sí ha mandado un aviso a la CUP para dejarla tranquila y ha dicho que habrá “una confrontación cívica y pacífica para forzar al Estado a asumir una realidad hasta ahora negada”.
¿Qué le ha dicho el futuro líder de la oposición?
El futuro líder de la oposición, Salvador Illa, el portavoz del PSC que ganó las elecciones, ha dicho que la estrategia que ERC y Junts están dibujando en la mesa de diálogo es un “chantaje”: “Decir que en dos años, si no obtienen los resultados que quieren, se levantan y se van, esto no es diálogo, esto se parece más a un chantaje”.
Illa ha puesto en cuarentena la voluntad de diálogo de la que hace gala ERC y cree que es falsa precisamente porque se niega a negociar con su partido. El socialista y exministro de Sanidad ha advertido de que “la Generalitat republicana” que sueña Aragonès es un proyecto solo para la mitad de los catalanes.
¿Y sus socios?
El portavoz de Junts, Albert Batet, ha recalcado: todo por la independencia. Los posconvergentes han apostado por la agenda secesionista común, que debe ser “la brújula” para no desviarse y ha dicho que aunque haya dos visiones diferentes sobre cómo conseguir la república, una que “confronta” y otra que “dialoga”, estas no son opuestas, más bien al contrario: son “complementarias”. “Son dos caras de la misma moneda. La cuestión es con qué intensidad se ejecuta cada una”.
Junts quiere imponer al Gobierno de Aragonès una agenda “nítidamente independentista”. Y estará vigilante, pues según se ha desprendido del discurso de Batet, aún desconfía sobre cómo ERC liderará al ‘procesismo’. Aragonès ha dicho que tratará de encabezar una única postura independentista, pero ha avisado a Junts de que no cabrán excusas y de que intentará lograr la república “como se hace en todos los países civilizados, con diálogo, negociación y votando”.
La sesión se reanudará este viernes a las 9.00. Será cuando se vote la candidatura de Aragonès que, salvo sorpresa, será elegido presidente de la Generalitat.