5 razones por las que deberías prestar atención a lo que pase en la Cumbre del Clima en Madrid
No es una cita sin más: el momento es decisivo, los efectos de la crisis climática ya han empezado a notarse e irán a peor.
El mayor desafío de nuestro tiempo es ya una emergencia y más de 11.000 científicos de todo el mundo alertan: “Es inevitable un sufrimiento humano sin par a menos que haya cambios radicales en nuestras actividades para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros factores que contribuyen a la crisis climática”. El momento es decisivo, los efectos se empiezan a notar e irán a peor.
Las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales, subidas de temperatura, sequías o el aumento del nivel del mar son algunos de los cambios meteorológicos que ya se experimentan en todo el mundo. Y, por ello, si no se toman medidas drásticas desde hoy, será más difícil y costoso adaptarse a estas consecuencias mañana. Lo dice la ONU –su panel de expertos del IPCC–y lo secundan desde la Eurocámara hasta miles de ONG, millones de activistas y ciudadanos de a pie, encabezados por una marea estudiantil que reivindica, ni más ni menos, que este planeta sea habitable.
Madrid acogerá la próxima Conferencia Mundial sobre Cambio Climático y es la oportunidad (una de las últimas) de concienciarse.
1. Vamos mal de tiempo, pero (SÍ) se puede:
Los analistas valoran que a pesar del impacto irreversible —deshielo polar, deforestación, aumento de la temperatura...— la esperanza es lo último que se pierde.
La disminución de los índices de natalidad, la incorporación creciente de fuentes de energía renovables o una mayor concienciación de la dieta son “pasos que demuestran una mayor atención sobre este asunto”.
“Los organismos gubernamentales formulan declaraciones de emergencia climática, los escolares hacen huelgas reclamando mayor protección al Planeta, los tribunales procesan demandas por daño ambiental, los movimientos ciudadanos buscan cambios y muchos países, estados, provincias, ciudades y empresas responden”, afirmaban mostrando cierto optimismo pero sin olvidar que el punto de partida ya es dramático.
La temperatura debe mantenerse. El informe científico del panel destaca que la global, de promedio para 2015-2019, es la más cálida en comparación con cualquier otro período equivalente registrado. Se estima en 1,1° C, un grado por encima de los tiempos preindustriales (1850–1900).
Por eso, los expertos invitan a ser ambiciosos con el compromiso de no superar los 1,5 grados reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores —tierra, energía y alimentos—, ya que limitar el aumento puede ir de la mano con alcanzar otros objetivos mundiales, como lograr el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza.
3. Las Cumbres Mundiales sobre Clima sientan bases y este año toca cerca
Es la oportunidad para sentar bases, desarrollar planes, tomar medidas y poner en marcha estrategias comunes una vez al año.
El Acuerdo de París ha sido concebido como el primer pacto mundial vinculante para garantizar la protección del clima en el planeta y el año que viene entra en vigor, por lo que la Cumbre de este año será la última reunión antes de 2020 de estas características para marcar las pautas que permitan una implementación satisfactoria entre los Estados parte.
Tres “R”: reduce, reutiliza y recicla.
Puedes reducir emisiones cogiendo transporte público, ajustar los termostatos para ahorrar energía, evitar más de 730 kilos de CO2 con solo reciclar la mitad de la basura que se genera en una casa al año, concienciarte en la dieta, o darle una oportunidad a la segunda mano. Y además –o sobre todo– movillizarte y exigir a tu Gobierno ciudades sostenibles.
5. Frente al negacionismo, activismo
EEUU, Hungría, República Checa o Polonia son algunos de los Estados que cuentan con líderes escépticos que se esfuerzan en negar la evidencia. Desde un “no me lo creo”, hasta “una farsa”. Las excusas para no asumir la realidad que se viene no cesan.
Frente a ellos y frente a todos los demás líderes pasivos y carentes de voluntad política, una juventud concienciada y precoz ha dado una lección manifestándose este año para mostrar al mundo que el tema es serio y la necesidad de atajarlo, urgente.
Huelgas, marchas y acampadas han intentado hacer visible en miles de países que no hay un planeta B y que el futuro, está en nuestras manos.