Cinco errores que debes evitar la primera vez que viajes a Lisboa
Si no caes en estos fallos podrías ahorrarte unos cuantos euros.
Quizás estás pensando en viajar a Lisboa, la capital del vecino Portugal, para disfrutar de unas pequeñas vacaciones, no tienes en mente un mal plan. Esta urbe, que según la mitología fue fundada por el mismísimo Ulises, cuenta con algunos de los barrios, calles y monumentos más emblemáticos de Europa.
Pero ojo, si es la primera vez que te aventuras por la ciudad lusa, atento a estos cinco errores que podrían ahorrarte algún que otro disgusto (y dinero).
1. Si llegas en avión, pilla el metro
Si has decidido ir en avión y crees que la mejor manera de llegar al centro de Lisboa es en taxi... STOP. Puede sonar tentador, sobre todo si se viaja con una buena cantidad de bultos. Sin embargo, en la era de las aerolíneas de bajo coste, si has decidido viajar solo con una maleta pequeña o un bolso de mano, tienes una opción económica y muy cercana al aeropuerto: el metro.
Se encuentra prácticamente pegado a la terminar de llegadas, y solo tendrás que pagas 50 céntimos por una tarjeta recargable que podrás seguir utilizando para tomar otros metros o trenes que te lleven por toda la ciudad.
Mercedes, la Oveja Viajera de TikTok, te lo cuenta en este video:
2. El pan y la mantequilla se pagan
Cuando te sientes en un restaurante, es muy probable que el personal del establecimiento te ponga delante una panera con algunos bollos de pan y mantequilla y patés de sardinas u otros derivados. Es recomendable probarlos, porque la mantequilla portuguesa y el pan son dos manjares imperdibles.
Pero ojo, no son de regalo, se pagan. Cuando te traigan la cuenta podrás comprobar que te los han cobrado. Si no quieres encontrarte con esa sorpresa desagradable que te amargue la comida, es mejor que no lo toques y pidas que lo retiren. Aunque ahora que ya sabes que lo cobran, nosotros te recomendamos que te des el homenaje, porque merece la pena.
3. Viajar aprovechando los días festivos españoles
Un viaje internacional a veces es la oportunidad perfecta para olvidar la rutina y sumergirte en una cultura distinta. Por mucho que España guste, hay veces que conviene alejarse un poco y dejarla en stand-by durante algunos días para volver con ganas. Y que mejor para ello que visitar al vecino Portugal.
Sin embargo, elegir para tu escapada los festivos españoles puede hacer que la inmersión no sea tan completa como cupiera esperar. De hecho, es probable que si viajas el típico puente nacional, llegues a Lisboa y te encuentres con una miniburbuja de españoles que abarrotan todos los monumentos, miradores, museos y principales calles comerciales de la capital portuguesa.
No tiene nada de malo que todo esté abarrotado de españoles, pero si tu objetivo es sumergirte en la cultura portuguesa al 100%, quizás tengas que elegir otras fechas.
4. Cuidado con comer a la misma hora que en España
Lo de comer a las tres de la tarde y cenar a las nueve y media de la noche son costumbres que no todos los países siguen. De hecho, la realidad es que España es de los pocos lugares en Europa con estos horarios tan dilatados.
En Portugal la comida es antes, alrededor de la una de la tarde ya es aceptable, y la cena suele servirse alrededor de las ocho. Y no te van a esperar. La mayoría de los restaurantes y bares suelen cerrar sus cocinas antes que en España, por lo que no conviene dejar pasar mucho tiempo si no queremos quedarnos sin comer.
5. Los espectáculos de fado, mejor en Alfama
Alfama es uno de los barrios cercanos al centro que aún mantienen su esencia original. Por sus calles (Plagadas de cuestas empinadas y desafiantes), encontrarás locales de fado de lo más auténticos.
Por tanto, huye de los espectáculos que te ofrezcan un fado en directo mientras cenas en algunas de las zonas más turísticas de la ciudad, como Bairro Alto. Conviene cerciorarse bien antes de caer en una trampa para turistas. Porque recuerda, en el resto de países, el guiri eres tú.